Capítulo VII

968 98 0
                                    

La vida se había vuelto bastante más normal para TaeHyung desde que había decidido intentar algo con JungKook, se sentía motivado para hacer cualquier cosa. Iba a clase, prestaba atención, contestaba a sus profesores de forma respetuosa e interactuaba con sus compañeros.

Respecto a la Escuela de Música, había mejorado mucho en solfeo y canto, tanto que su profesora de canto solía presumir de alumno, lo que hacía que JungKook se enfadara.

- Se supone que has escogido como instrumento el chelo- dijo, cuando llegaron a casa del profesor- ¡yo debería estar presumiendo de ti!
- Puedes hacerlo- dijo TaeHyung- aunque no como alumno.


Respecto a JungKook, toda su vida era bastante tranquila y normal, aún no había dicho en el centro que mantenía una relación con TaeHyung, no porque no quisiera, es que aún no eran pareja formal. Cuando lo fueran, lo diría. No se agobiaba porque sabía que no tendría problemas.


El problema, y ambos lo sabían, era Kolet. Ya lo habían hablado y se habían sincerado. Ninguno de los dos había hecho nada malo. JungKook le trató con el cariño propio de un hermano mayor y TaeHyung siempre le dejó claro que no quería relación alguna. Así pues, no sabían a que venía aquella rabieta. Se sentían mal, sí, pero ellos no podían hacer nada. No había sido culpa de ellos que Kolet se enamorara de ambos, en lapsus de tiempo diferentes y contiguos y, para más inri, que ambos le rechazaran y que acabaran juntos.

- ¿Y si hablamos con él?- preguntó TaeHyung, que estaba harto de la conversación.
- ¿Y qué le decimos?- preguntó JungKook, sacando un bote de zumo y dos vasos.
- Que no queríamos herirle.

JungKook sopesó aquellas palabras.

- Te seré sincero y no me lo eches en cara...
- Sí, fui un cabrón con Kolet- reconoció TaeHyung.

JungKook se acercó a él y le dio un beso.

- No era eso lo que iba a decir. Tú sabías que Kolet quería algo más contigo y no lo paraste- dijo- ahora bien, ¿te correspondía a ti pararlo o a él? El eterno dilema moral: ¿yo, por solidaridad a mi amigo, voy a romper el rollo que tenemos porque sé que él está enamorado de mí o eso le corresponde a él por amor propio? Yo creo que ambas son correctas.
- Pero a Kolet lo que le duele no es que yo no le haya dicho que no sentía nada hacia él antes, incluso estoy por creer que no le duele que se lo hay dicho hace unos días, a él lo que le escuece es que yo quiera tener algo serio contigo y no con él.
- ¿Y qué le vas a decir?- preguntó JungKook- no te enfades, pero es que no eres JungKook. Creo que hay que tratar esto con delicadeza. Por eso creo que... si vamos los dos y se lo explicamos...
- Hay otro problema- dijo TaeHyung- él estaba convencido de que yo le dije que no sólo quería ser su amigo porque ya me estaba acostando contigo... tuve que confesarle que lo nuestro pasó después.
- Vale, ¿Cuál es el problema?
- Que cuando tú me viste aquel día, yo acababa de decirle que solo quería ser su amigo.
- Vale... eso... eso es un problema. Aun así, antes de portarnos a la defensiva o esperar a que él nos haga algo, o incluso pueda difamarte diciendo por ahí cosas que no son de ti, creo que lo mejor es que ambos vayamos a su casa y hablemos con él- opinó JungKook- dejaremos clara nuestra postura, que lo estamos intentando.
- Y que lo nuestro es exclusivo.
- ¡Eso! ¡Solo tú y yo!- dijo JungKook, sonriente- por cierto... me gusta cuando hablas de exclusividad.
- Sabes que no lo descarto, pero antes de tenerte en mi vida como pareja, quiero que me conozcas, lo bueno y lo menos bueno.

JungKook le abrazó y, tomados de la mano, cruzaron la calle para hablar con Kolet. Llamaron al timbre y el chico les atendió.

- ¿Necesitáis condones?

Bueno, no era el recibimiento que esperaban.

- Queremos hablar contigo- dijo JungKook- creemos que deberías escucharnos y nosotros escucharemos todo lo que tú tengas que decirnos.
Kolet entornó un momento los ojos y miró a la pareja.

- Está bien.

Se sentaron en el pequeño porche y Kolet solo esperó a que la pareja hablara.

- Empezaré yo- dijo TaeHyung.
- De hecho, creo que lo mejor será que empiece yo- dijo JungKook.

TaeHyung miró a su pareja y le cedió la palabra.

- Cuando me dijiste que eras homosexual, yo empecé a imaginarme que sentías algo por mi- dijo JungKook a Kolet- pero entiende que tuviera miedo. Yo tenía veintidós años, trabajaba en colegios y campamentos de verano, siempre con niños y adolescentes... algunos de esos adolescentes tenían entre catorce y quince años- explicó- si tus padres, o alguien hubiera tergiversado lo que pasó en la ducha... incluso si nunca hubieras entrado, pero hubiera pasado algo entre nosotros... entiende que es algo delicado, sobre todo en mi situación. Yo trabajaba y trabajo con niños.
- ¿Sentías algo hacia mí?- preguntó Kolet.
- Te tenía mucho cariño- admitió JungKook- en el... sitio donde crecí les hablaba de ti como un hermano más. Pero... entiende que no podía seguir viéndote después de lo sucedido, era muy delicado. Cuando tú volviste a hablarme y me contaste de un chico... bueno, yo me relajé y volví a aconsejarte como solía hacerlo.
- Me decías que no me acostara con él, ¿por qué lo haces tú?- preguntó Kolet.
- Porque la relación que tengo con él, no es la misma que teníais vosotros- explicó JungKook, con cordialidad.
- ¿Ah, no? ¿Acaso no quedáis para follar?
- No- contradijo JungKook, con calma- entre semana no nos vemos porque él estudia y yo quiero que estudie, así que nos llamamos todas las noches, para ver cómo nos ha ido, también hacemos vídeo llamada y vemos juntos un capítulo de nuestra serie favorita y comentamos las escenas. Ayer fuimos al cine y hoy va a estar en mi casa, comeremos comida basura y sí, habrá sexo, no lo niego pero, como ves, nuestra relación no se basa en eso. También hemos comprado comida y mañana haremos una barbacoa en su casa con su madre.
- Mi madre sabe lo que tenemos, lo sabe y lo apoya- dijo TaeHyung- si él no fuera importante para mí o, si lo que tuviéramos no fuera importante, no se lo hubiera dicho a mi madre.

Kolet se quedó en silencio.

- ¿Cuándo os conocisteis?
- Es mi profesor de chelo- dijo TaeHyung, en pocas palabras. Todo lo referente a su relación con JungKook quería mantenerlo para él- Kolet, estamos aquí para decirte que sentimos si te sientes herido- dijo TaeHyung, reconduciendo la conversación- por mi parte, sabes que he pasado unos años bastante complicados, no pensaba en los demás y... sé que hice mal. Te tenía que haber tenido en cuenta mucho antes.
- Ambos sentimos que te sientas mal- dijo JungKook.
- Si eso fuera así, romperías eso que sea que tienes con él- dijo Kolet, con descaro, a TaeHyung.

Tanto JungKook como TaeHyung se quedaron anonadados.

- ¿Disculpa?- dijo TaeHyung y JungKook le sujetó del brazo.
- Dices que lo sientes- dijo Kolet, encarando a TaeHyung- pero no veo que hagas nada para solucionarlo.
- ¡Ya lo estoy haciendo!- dijo, furioso- ¡Estoy hablando contigo!
- ¡Pero eso son palabras, no actos!- dijo Kolet- mira, entiendo el caso de JungKook y tienes mi perdón, pero me lo tenías que haber dicho antes- dijo, con amabilidad. JungKook le miró, no pensaba que alguien fuera tan egocéntrico- ¿Pero tú? Tú mismo lo dijiste, lo sabías y continuaste acostándote conmigo. Me utilizaste.
- ¡Tú sabías que él no sentía nada hacia ti! Incluso yo, sin conocerle, lo sabía- dijo JungKook- lo sabía y siempre te lo advertí, pero tú insistías en que, con él, no podías parar. ¡Si vas a alegar que él te utilizó, al menos admite que tú también le utilizaste a él!
- ¿Le estás dejando como la víctima?- preguntó Kolet, escandalizado.
- Solo digo que tú te aprovechaste de su bajón emocional para seguir siendo su consuelo porque pensabas que, si lo seguías haciendo, él saldría contigo. Pero, ¿en algún momento le ayudaste a superar sus mierdas? ¿Fuiste su oído para desahogarse o solo fuiste una polla más en su lista?

Kolet empujó a JungKook con todas sus fuerzas y, sin embargo, no logró hacer que el chico se moviera.

- ¡Se cansará de ti, igual que se cansa del resto! ¡Igual que su padre se cansó de él!- exclamó, con rabia.

JungKook sujetó a TaeHyung y le empujó a su casa.

- Eh...
- Me voy a casa- dijo TaeHyung, llorando.
- Estás muy alterado, no puedes irte así...
- Llévame, entonces. Por favor...

JungKook le miró.

- Escucha... ¿por qué no te tumbas un rato en mi cama? Descansa y trata de relajarte, estás muy alterado, si tu madre te ve así...
- Quiero estar solo...
- Entonces no me quedaré contigo, me quedaré aquí y, cuando me necesites, me avisas- le dijo, con cariño.

TaeHyung subió a la habitación del chico y se echó a llorar, las palabras de Kolet le habían dolido y, lo que era peor, le habían asustado. ¿Y si lo suyo con JungKook no funcionaba? ¿Y si era JungKook el que se acababa hartando de él? Pensó en sus padres y sintió pánico al pensar que, en un futuro, él y JungKook podrían llegar a pelearse a voces, como lo hacían ellos.

Estaba en pleno ataque de nervios y no sabía a quien llamar, con quien hablar. Cogió aire muy fuerte pero no sentía que el oxígeno llegase a sus pulmones. Volvió a intentarlo, pero seguía igual.

JungKook, que estaba en la habitación de invitados, justo al lado, por no dejarle solo, se levantó y fue corriendo.

- TaeHyung, ¿puedo pasar?

Al no obtener respuesta y continuar escuchando aquellos ruidos entró. Vio al chico, en medio de la cama, intentando respirar. Sin pararse un momento a ser delicado, le sujetó de las piernas y le llevó al borde de la cama.

- Los codos en las rodillas- ordenó- agacha la cabeza, coge aire... despacio... cuenta hasta cinco y suéltalo...

Empezó a repetir esto una vez, y otra, y otra... hasta que, pasada media hora, pudo respirar con normalidad. Levantó la cabeza y JungKook comenzó a secarle las lágrimas.

- ¿Esto te pasa a menudo?
- No, en verdad no- admitió- solía sentirme parecido cuando mi padre estaba en casa.
- ¿Quieres contarme algo?- preguntó JungKook.
- Vale... 

Se sentó en la cama, con la espalda apoyada en el cabecero y TaeHyung se apoyó en él.

- ¿Recuerdas lo que te conté de mi padre? El marido australiano de mi madre.
- Lo recuerdo.
- Solía llevarme tan bien con él- dijo- antes solía pensar que había tenido la mejor de las suertes al tener aquella familia. Tenía una madre genial, la más cariñosa del mundo, y un padre que solía enseñarme cosas muy guays- añadió- no sacaba notas extraordinarias, pero sí muy buenas. Todo eso cambió el día que les dije que era homosexual.
- ¿Tan mal reaccionaron?
- Mi madre dijo que necesitaban tiempo, pero él no dijo nada. Aquella noche los escuché discutir, dijo que yo no era su hijo. Yo... pensaba que... no aceptaba mi homosexualidad- suspiró- lo que pasaba es que... no me aceptaba a mi y ya está- dijo- porque, como bien dijo, no soy su hijo. Los dos años y medio que se siguieron a ese suceso fueron bastante tormentosos- añadió- comentarios sobre mi homosexualidad- lloró- un día, yo le había comprado un vestido a mi madre y él me preguntó si era para mí. En otras circunstancias, otro tono, ese comentario es gracioso, pero nosotros no nos llevábamos bien y el tono con el que lo dijo... En su empresa, hay un día de "trae a tu hijo al trabajo", a mi me encantaba porque era a final de curso y estaba justificado faltar y en la empresa nos daban comida muy rica... normalmente eran hamburguesas, pero me gustan las hamburguesas- se secó las lágrimas- cuando les dije que era homosexual, dejó de llevarme porque decía que no tenía nada de lo que presumir.

Se sentó y se apartó de JungKook, gesto que no se le escapó al chico.

- Al año de haberles dicho que era homosexual, empezó a llevarme al cine y veíamos películas americanas, tipo American Pie, luego me llevaba a cenar y me preguntaba cuales habían sido mis escenas preferidas. Yo, iluso de mí, pensaba que lo hacía porque quería acercarse a mí incluso me preguntaba qué actrices me parecían las más bonitas. No vi nada raro, debo añadir, tú también eres gay y no por eso dejarás de pensar que Scarlett Johansson es una diosa...- miró al suelo y se mordió el labio inferior- cuando le dije que Jessica Alba me parecía la actriz más guapa que había visto... él... contrató a una prostituta que lucía como ella para que me acostara con ella.
- ¿Qué?
- ¡Él pagó por ella y yo pensé que si lo hacía todo volvería a la normalidad!- dijo, llorando- aquella chica me dijo que no lo hiciera, que nada cambiaría, pero yo no la escuché, sólo me puse el condón y lo hice... ¡ni siquiera pude llegar al final! ¡No estaba excitado!

JungKook le abrazó.

- Ella mintió por mí, dijo que todo había ido muy bien, incluso me dio la mitad del dinero que él le había dado.
- Supongo que solo fue una solución provisional- dijo JungKook.
- A partir de ese momento... todo en mi fue a peor, yo solo quería acostarme con hombres una y otra vez. Quería sentir ese punto exacto del orgasmo donde olvidaba todo y no me importaban las consecuencias- dijo- empecé a acostarme con un chico de mi clase en los recreos- explicó- la directora nos pilló, no es que estuviéramos siendo silenciosos... en el fondo, yo quería el riesgo... mandaron a llamar a nuestros padres y nos expulsaron. "Pensé que te habías arreglado" fue su expresión al llegar a casa. Ese día, mi madre tuvo que asistir a una reunión urgente en su empresa y él subió a mi cuarto...

Tras aquello, JungKook se quedó helado.

- TaeHyung, qué...
- Los comentarios, las vejaciones... solo diré que me pegó y no hablo de una bofetada o una patada... cuando mi madre llegó, le dijo que me caí por las escaleras. Fue la primera vez que me pegó... pero no fue la última. Dice que me quiere... pero no lo creo.

JungKook le abrazó.

- JungKook... yo... ¿Y si lo que dijo Kolet es verdad?- preguntó, con miedo- ¿y si no valgo para una relación? Jamás he estado en una, lo único que he conocido ha sido como mis padres se mataban... ¿Y si te cansas de mí? No quiero encontrarme a mí mismo un día gritándote o... que me grites como lo hacían mis padres. Sé que discutiremos... pero...

El chico le volvió a abrazar.

- Eso no va a pasar- aseguró JungKook.
- ¿Y eso como lo sabes?
- No lo sé. No tengo forma de saberlo. Pero lo que sí sé es que yo jamás te maltrataría y sé que tú tampoco harías eso conmigo.

Aquella tarde, en contra de lo que ambos pensaban, se quedaron en la cama de JungKook, abrazados y hablando de sus vidas.

- Háblame de ti- pidió TaeHyung- me siento egocéntrico por estar solo hablando de mi.
- Puedes permitirte ser egocéntrico- le respondió.

TaeHyung sonrió y le dio un pequeño beso, salpicado de lágrimas.

- No sé en qué punto exacto comienza mi vida- dijo- solo sé que un día empecé a tener uso de conciencia y empecé a ver que era... diferente o, más bien, mi vida era diferente. Todos mis compañeros en la Educación Básica tenían padre y madre, abuelos, tíos, primos... yo no tenía nada de eso. Para mí, los días que más odiaba eran el día del padre y el día de la madre. En el colegio nos daban cartulinas y siempre había gente que hacía estas tarjetas para su abuela, tía, tío... porque, por ocasiones de la vida, no tenían padre o madre. Sin embargo, yo no tenía familia.

TaeHyung le miró y sintió que se quejaba por vicio, su madre siempre le había querido, siempre había estado ahí para él. Escuchar a JungKook hablar, hizo que se diera cuenta de lo afortunado que siempre había sido.

- A menudo, en el orfanato, teníamos lo que se llamaba "el día del hermano", era tres veces al año, lo celebrábamos porque hermanos era lo único que teníamos. Éramos una familia extraña... cuando un nuevo bebé llegaba, sabíamos que no iba a durar mucho tiempo allí, todos los adultos quieren bebés, pero cuando un niño llegaba... sobre todo a partir de los cinco años... bueno, sabíamos que se quedaría para siempre. A mí nunca me adoptaron, pero sí estuve en dos casas de acogida- continuó- en la primera duré cerca de un año- explicó- no era una casa mala, pero sí un desastre. Los dueños no habían podido tener hijos y acogían a niños. Nunca pensé que me iría de aquella casa...
- ¿Qué pasó?
- No sé si te acordarás de aquel caso donde detuvieron a una mujer que había adoptado a varios niños con problemas y los tenía encerrados, sin proporcionarles siquiera alimentos y, aun así, cobraba todas las pensiones.
- Sí, ¿cómo no? Estuvo saliendo en todos los noticiaros durante muchos días. Dijeron que esos niños tuvieron un final feliz porque una pareja, que nunca tuvo niños pudo adoptarlos y... ¡oh, no! ¡Era tu familia!
- Sí, era mi familia- dijo- ellos me cuidaban a mi y a siete chicos más- explicó- solo se quedaron con uno porque lo llevaban cuidando mucho tiempo y adoptaron a los cuatro niños enfermos. El resto volvimos al orfanato- dijo- en cierto modo, fue una sensación agridulce, ¿sabes? Esos niños lo habían pasado muy mal y ahora los iban a cuidar de verdad pero... ¿por qué ellos y no nosotros? No queríamos ser egoístas, pero no podíamos evitarlo- suspiró- tardaron poco en volver a acogerme, era tranquilo, estudioso y, a decir verdad, siempre fui agraciado de cara- ambos rieron- cuando venían las familias al orfanato, yo solía ponerme en el piano de la entrada y empezaba a tocar melodías, quería hacerlo lo mejor posible, tenía la esperanza de que alguna familia pensara que yo era un prodigio y me adoptara. Pero eso nunca pasó- añadió, con pena- mi segunda familia de acogida fue un desastre, en el sentido más pleno de la palabra. Eran dos drogadictos, decidieron acogerme para beneficiarse de las ayudas... aun así duré un año con ellos.
- ¿Un año?
- Sí... ella no estaba mal- dijo- en el sentido de que me cuidaba... supongo que le hubiera encantado tener un vida normal y no la vida que tenía. Cuando me fui, me hizo prometerle que, pasara lo que pasara, jamás dejaría la música.
- ¿Cómo fue tu vida con la música? Me dijiste que es algo en lo que llevabas desde pequeño.
- Ya sabes que aprender música en esta ciudad es prácticamente gratis- dijo JungKook- una de las cuidadoras del orfanato me apuntó de joven y yo iba. Por mi condición de huérfano y acogido, para mi era gratis. Empecé estudiando solfeo, canto, varios instrumentos... me pasaba la vida allí. Dejaba un instrumento y cogía otro. Si había algún concierto, ellos me llamaban para apuntarme. Cuando salió una plaza como profesor de solfeo, no lo dudaron y me dieron mi primer trabajo, no tenía mucha experiencia enseñando, pero me ayudó a saber mi camino en la vida. Tenía dieciocho años- sonrió- después me llamaron en el orfanato e iba a darles clases a los niños de allí. Luego, a través del orfanato, tenía trabajos de verano en campamentos- explicó- a mi me venían muy bien, porque eran tres meses que podía ahorrar y no tenía que pagar habitación. Luego, cuando llegaba septiembre, volvía aquí y buscaba la habitación más pequeña y barata que hubiera. Durante años vivía solo con una maleta de ropa y dos pares de zapatos. Iba de un lado a otro con mi chelo y pensé que no podría entrar en la Universidad, pero lo hice recomendado por la directora de la Escuela de Música. Tuve beca el primer año y, como saqué tan buenas notas, el segundo año también tuve beca y así hasta que me gradué. Jamás he podido hacer un Máster o un Postgrado, simplemente me he dedicado a enseñar... cuando me dieron el préstamo para esta casa no me lo pude creer. Y cuando te tuve por primera vez dentro de ella, tampoco.

Ante aquello, TaeHyung sonrió.

- Háblame de tus ligues- preguntó, mientras se acomodaba aun más sobre el chico.
- Nunca he tenido novio- confesó- cuando vivía en mi primera casa de acogida, solía besarme con el chico de al lado- dijo- había unos matorrales justo al lado de la casa y nos escondíamos ahí. Me sentía mayor por hacer eso- sonrió- cuando volví al orfanato...- suspiró- no quería que nada de mi vida privada se supiera, así que dejé de ver a mi vecino y me obligaba a mi mismo en no ver a nadie y luego, cuando viví en mi segunda casa de acogida... debo decir que estaba bastante deprimido y no pensaba en eso. Creo que ese fue el año más oscuro de mi vida- admitió- luego, a medida que me buscaba la vida por mi mismo y veía que lo lograba, empecé a sentirme más contento y empecé a plantearme el tema parejas. Cuando fui a la Universidad... bueno... ¿realmente quieres que te lo cuente?
- ¡Claro que sí!
- Tú lo has querido- advirtió JungKook- bueno, el rector habló conmigo y me dijo que, ya que era huérfano y mi trabajo en la Escuela de Música no era un trabajo de tiempo completo, habían decidido darme una habitación del campus. Me puse muy contento, porque sería dinero que ahorraría. Así que me mudé al campus. Compartía habitación con un chico que estaba en el equipo de animadoras. En la universidad, las animadoras es otro rollo, hay chicos y chicas, hacen saltos mortales y es muy guay. Él estaba en el equipo y su función era hacer piruetas en el suelo y empujar a las animadoras en el aire mientras éstas saltaban y sujetarlas cuando cayeran. No estuvimos juntos, pero nos enrollábamos a menudo.

TaeHyung sonrió, no se sentía celoso, había pasado hace mucho tiempo, a final de cuentas.

- ¿Por qué nunca llegasteis a formalizarlo? No es que me queje, es una suerte haberte encontrado soltero...
- Estábamos en la Universidad, vivíamos juntos en el campus y sabíamos que el otro era sexo seguro todas las noches, pero... no queríamos renunciar a otras personas, ni a otras cosas.
- ¿Qué cosas?- preguntó.
- Bueno... a veces estar solo con una persona se me antojaba aburrido- respondió y, a juzgar por su rostro, no parecía feliz- solía hacer tríos y meterme en clubs poco recomendados... clubs donde se hacían orgías...- se incorporó y abrió su cajón de la mesita de noche- cuando llegó el momento de hacerme esto, supe que tenía un problema...- se lo entrego- también quiero que lo mires y veas que estoy sano.

TaeHyung miró aquel papel, era una extensa analítica donde ponía NEGATIVO en todas las enfermedades de transmisión sexual.

- El sexo se convirtió en mi desahogo a mi frustración a todo lo que me había pasado- dijo- así que no, jamás te voy a juzgar porque haberte acostado con otras personas o por no haber tenido en cuenta los sentimientos de Kolet... porque yo también he hecho esas cosas. Yo me acostaba todas las noches con mi compañero de cuarto y, hoy en día, no sé si él sentía algo por mí.

Le devolvió la hoja y el chico la guardó.

- Sin embargo, hay algo que deberías saber para dejarlo claro- dijo JungKook y le miró a los ojos- me he acostado con tantas personas que no recuerdo su rostro y, tal vez no lo quieras oír, pero solo recuerdo de ellas el mismo sentimiento mediocre de penetrarlas y llegar al final... pero tú- sonrió y se tapó la cara- no es algo que sienta aquí- se tocó la entrepierna- bueno, obviamente lo siento ahí- se corrigió y rieron- pero también lo siento aquí- se llevó una mano al corazón- y aquí- se tocó la cabeza- tú... desde que te conocí no has hecho más que llevarme la contraria, provocarme y joderme en todos los sentidos. Aquel día cuando me acosté contigo... y luego te fuiste... me sentí calmado porque te habías ido. Pensé, se ha ido, adiós problema y, aun así, no hacía más que pensar en lo triste que eso era. Y ya ves, creo que he dado mil vueltas tratando de decirte que... me importas... porque en esto de los sentimientos soy una mierda.

Con una sonrisa, le abrazó y le besó.

- Para mi también significó algo- dijo- por eso yo... por eso me fui. Y, cariño, creo que tenemos un problema: tú eres una mierda con los sentimientos y yo también.

La Terapia de TaeHyungWhere stories live. Discover now