11.- Reparando lazos.

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Dos semanas en esa cabaña se pasaron volando. Pese al mal momento que pasaron los dos chicos en el día que llegaron, hicieron una tregua para continuar como compañeros y esforzarse para pelear contra esa criatura que atormentaba su cuidad.

Cada mañana ambos recolectaban frutos y alimentos del pequeño huerto en el patio trasero y comer junto al hombre que los cuidaba, los desayunos siempre eran callados, Adrien constantemente evadía mirar a su padre y Marinette intentaba hacer pequeños comentarios que los llevaran a tener una conversación civil, solo para siempre fallara y quedara en medio de otra discusión entre Gabriel y su hijo.

Por suerte, Adrien nunca permitió que su obvia aversión hacia su padre afectara la forma en que trataba a su compañera, y siguiendo su ya establecida rutina, los chicos entrenaban tan pronto salía el sol el uno con el otro en ese mismo patio trasero de la cabaña.

Adrien desde el segundo día en ese lugar se adueñó de un tubo de metal firme que se parecía mucho a su arma, mientras que Marinette a falta de un yoyo tuvo que recurrir a usar cualquier objeto que tuviera a su alcance, una forma de recordar los objetos que su amuleto le da al azar.

Durante los primeros días los combates entre ambos eran serios, con la prioridad de mejorar sus habilidades y siempre educaban al otro y señalaban lo que su estilo de batalla carecía.

Pero con el pasar de los días los combates eran algo que hacían como pasatiempo, e inclusive lo tomaban como diversión, especialmente Adrien, quien permitía que Chat Noir se apoderara de él sin necesidad de su traje y era igual de vacilante en batalla. 

Pese a que Marinette tomaba seriamente el entrenamiento, Adrien parecía estar jugando y haciendo piruetas, como si intentara engañarla. Marinette rodó los ojos con una suave sonrisa que intentaba reprimir y dijo, "Concéntrate Adrien."

Sin dejar su actitud juguetona y su hiperactividad, Adrien dijo, "Estoy concentrado, por eso no me has derribado. "

Tan pronto dijo eso, Marinette notó que Adrien se le iba a echar encima para intentar doblegarla otra vez, pero ella era más rápida y deslizó su pie por entre las piernas de Adrien haciéndolo caer de espaldas, "Te conozco demasiado bien para saber tus maniobras, Adrien Noir~"

Impresionado, Adrien soltó una risa corta mirando a su compañera desde el suelo, "Necesitas algo mejor que eso para hacerme temblar del miedo."

Al ver la desvergüenza del chico, ella decidió ya no reprimirse más tampoco.

"Mmm, veamos... robé tu celular una vez, he memorizado todas tus rutinas, sé perfectamente cada producto que usas en alimentos y cosméticos y a veces los uso también, tengo cada fotografía tuya existente y hasta recolecto cosas que tiras a la basura." Dijo ella con una sonrisa aún más vacilante que la suya.

Esa declaración tomó a Adrien con la guardia baja y su sonrisa se deshizo un poco, "Wow, eso... sí es nuevo. Hasta Chat Noir se sentiría perturbado." Adrien se puso de pie apoyándose sobre sus brazos para acercarse a pasos lentos a Marinette, "Pero para variar le fascina en un extraño plano de su complicada mente." Dijo con otra sonrisa sincera.

Marinette, con una suave sonrisa también negó con la cabeza, ese momento entre ambos duró poco ya que el padre de Adrien regresó luego de terminar la caza de ese día y les hizo un gesto con el cuerpo de que se alistaran para comer ahora que ya estaba cocinando la comida.

"Mmm~" Adrien miró a Marinette aún con su sonrisa, y le preguntó, "¿Carreras?"

Ella correspondió a la emoción y mientras empezó a correr para tomar ventaja exclamó, "Je, ¡no me gana...! ¡Au!" Marinette no miró que en su camino pisó un rastrillo tirado y se pegó con el palo en la cara, cayendo al suelo de espaldas.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2020 ⏰

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