Capítulo 4: Mi Pequeño Trabajo

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Después de toda su plática me dejaron ir y literal salí corriendo. Las miradas despectiva que me aventaban Staicy y su grupo me daban escalofríos, ya había subido la barrera de no estar cerca de ellas. La verdad no me daban buena espina, sus ojos no muestran nada bueno. Solo tenía pocos días de conocerlas pero se que son de las personas que traicionan y apuñalan por la espalda. Mejor sola...aunque no quiero estar sola.

Las clases siguieron a mi parecer normales, las gemelas siguen siendo el blanco de toda la comunidad estudiantil e incluso se sentaron con los más populares de mi salón, no es que me afecte...bueno si me afecta un poquito, pero debo de ser consciente de que ellas y yo no frecuentados los mismo círculos.
Hasta el momento no se me hacen malas personas, ni se han portado groseras, pero sus vidas son muy diferentes a la mía.

Salí de la escuela un vez que las clases terminaron y camine hasta la casa hogar dándome la mayor prisa que podía. Debía trabajar y hacer todos mis pendientes.
Aveces pienso ¿por qué tuve que tener una vida así? es muy difícil para un niño no tener a alguien con quien contar. Es difícil no tener padres. Y es aún más difícil no poder hablar

Siempre he querido una familia. Cuando era pequeña tenía la esparanza de que alguien me quisiera adoptar pero apenas si sabían de mi condición volteaban la vista hacia otra niña, fue duro pero con los años aprendí que nadie me querría . Así que deje de intentar, siempre que alguien venía a ver niños yo me escondía para que no me vieran. A pesar de mi edad, aún quiero tener papás, deseo desde el fondo de mi corazón tener una familia.
Tal vez sueño demasiado grande... Lo que sí sé es que algún día me casaré y tendré la familia que tanto anhelo y la voy atesorar con todo mi corazón. Serán mi vida.

Llegue y deje todas mis cosas en mi pequeño cuarto, solo tenía una cama individual, un pequeño closet y una mesita donde hacía mis tareas. No era mucho pero aún así no compartía con nadie, solo el baño. Al fondo de pasillo están los baños para todos nosotros, espaciosos y siempre con agua calientita para disfrutar bien tu baño.

Rápido revise la lista de todos los pendientes que tenia que hacer hoy y empecé por lo mas difícil. Por lo regular debo recoger, organizar o ayudar a los más pequeños con tareas, actividades, aceo, etc. Cuidar a un niño pequeño es difícil pero estoy acostumbrada y entrenada. Al menos tengo experiencia en niños y de algo me servirá en el futuro. Una vez terminado lo más importante corrí hasta la panadería a trabajar.

Me tarde solo unos minutos en llegar, se encontraba vacía lo cual es raro porque cuando llegó hay gente comprando mucha variedad de pan y llenando sus charolas.

—¡Hola Catlín!—saludo la señora mientras ojeaba una revista de chismes. Ella es una persona realmente increíble y muy bella. Es rubía con ojos verdes y piel muy blanca, de hecho ni siquiera puede salir al sol porque se quema enseguida y está días en cama quejándose de dolor con todo el mundo. Aveces es muy dramática pero aun así es una mujer a la que admiro mucho. Quedo vuida hace unos años y su dos hijos son mayores que yo, de veintiséis y veinticuatro. La verdad ellos no pasean mucho por aquí, cada uno vive su vida y está ocupado con sus cosas, me caen bien, son buenas personas.

Me coloque el mandil y recogí muy bien todo mi cabello para poder salir al mostrador, yo hago esto desde que estoy aquí porque mi unico trabajo es vender todo el pan a la señora Williams, aveces consigo meter a la caja bastante dinero y hay veces que no.

Mi rutina es la misma, sonreír a los clientes, poner el pan es sus bolsas, cobrar y despedirlos con una hermosa sonrisa. La mayoría de ellos se habían acostumbrado a mi precencia, al principio mi jefa tuvo que explicarles que no podía hablar ya que se molestaban porque no les decía nada. Incluso tengo letreros de "Buenas tardes, Buenas noches y Gracias". Ya todo estaba bien con ellos incluso eran muy amables platicando conmigo aunque no les contestara. Aveces pienso que soy como su terapeuta ya que los escucho sin decirles nada.

Toda mi jornada laboral hice lo mismo una y otra vez, me cansa pero debo hacerlo. El dinero que me da ayuda mucho para pagarme algunas cosas que la casa hogar no me proporciona.

***

La rutina siguió pasando igual durante dos semanas más, de la casa hogar a la escuela y viseversa, a mi trabajo y tratando de sobrevivir a todo. Espero de todo corazón que no tenga una crisis por tanto estrés y cansancio.

Debo esforzarme más, debo crecer.

–Bien alumnos, no olviden la tarea del jueves—dijo la maestra mientras salia del salón.

Tenia que hacer un informe sobre negocios y su importancia. Aún no sabía exactamente qué iba a entregar ya que quería cinco cuartillas escritas a mano.

Salí del salón para ir a la cafetería a desayunar, hoy podía pedir comida. Revise mi mesa y me di cuenta que que estaba ocupada por el grupito de Staicy y las gemelas. ¡Genial! Hasta mi propia mesa me habían quitado.
Hice fila y una vez en el mostrador pedí dos sandwich, una manzana, naranja y algunos jugos junto a agua. Aveces pedía cosas extras para llevarme a casa o comerlas entre clases. Hoy por culpa de mis compañeras no podía pedir un desayuno decente y sentarme en mi lugar a disfrutar mis alimentos. Guarde todo en la mochila y me dispuse a salir de ese lugar no sin antes voltear y ver como Tamara me veía atentamente.

Llegué a la biblioteca a buscar un libro que me sirviera para hacer mi trabajo y una vez que lo encontré me fui a un rincón y me senté en el suelo entre las estanterías.
Comia mi sandwich y leía el libro tranquilamente hasta que alguien se paro frente a mi, y subí lentamente la mirada para darme cuenta de que la gemela número uno se encontraba frente a mi.
Algo muy extraño con ellas es que logro identificarlas, no se porque pero al verlas se cual es cual. Los ojos de la gente son su alma y ellas ha pesar de ser completamente iguales en físico, son diferentes en muchos aspectos. Algún día entenderé lo que me pasa al ver a la gente.

Baje la mirada ignorando su presencia, seguí leyendo el libro y ella se agachó y pude ver por enésima de las hojas como  abrazaba sus piernas. Sabía perfectamente que me miraba pero yo la seguí ignorando mientras comia, estaba molesta. Se robaron mi mesa. Es motivo para estar enojada.

—Tu aura cambia. Tus colores se muestran borrosos, estas molesta—dijo de pronto. ¿De qué habla? —. Eres la única en esta escuela que me cae bien, pequeña Catlín.

Volte a verla sin entender ni una sola palabra, ¿soy la única que le cae bien? ¿Qué se supone que significa eso?

—¿Por qué estás molesta? Se que estas enojada conmigo pero a pesar de todo tus intenciones hacia mi no combinan—se sento frente a mi—. Maldita sea Catlín, son buenas. Simpre lo son.

Yo en verdad no la entendía, la mire sin entender ni una sola palabra. Entonces robo mi manzana y se la empezó a comer. Yo reaccione e iba a protestar, pero no lo hice. No podía gritarle aunque quisiera.

—Siempre son buenas—susurro mientras se acostaba en el piso, frente a mi.

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Queridos lectores de mi corazón. Los amo muchísimo ❤️❤️❤️

No han adivinado el nombre de mi bebé, no esta nada difícil su nombre. Ustedes pueden.

Yo se que si pueden adivinar su peculiar nombre.

Sol🌞🌞

La última aladaWhere stories live. Discover now