Cap 6

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[Mini aviso de mi jsjsjs los noxianos al parecer tienen acento, así que los haré bien argentos.]

El frio recorrió el cuerpo del soldado hasta los huesos en forma de saludo, las mañanas en Demacia eran típicas y cotidianas, gente que se despierta para realizar sus actividades como trabajo y más cosas. Parecía ser una buena mañana de invierno para todos.

Menos para Garen, dio unos cortos pasos hasta que se fijó en un ave que volaba a su dirección y se posaba en su hombro derecho, un halcón característico que ya reconocía y, no muy lejos de ellos su dueña se acerba a paso rápido y seguro sosteniendo una bolsa en sus manos. Una sonrisa se formó en el joven.

- Buenas Quinn –

Fue lo que dijo, pero la seriedad de su compañera desmoronó la sonrisa.

- ¿Y Lux? –

La pregunta hizo levantar una ceja al grandote, Valor volvió con su dueña.

- ¿¡Donde carajo esta Lux?! –

- Hey..hey tranquila, dime que sucede –

Respondió de forma firme y amigable logrando que la corsaria respire de forma pesada. Tiro la bolsa al suelo y de ahí salieron pedazos rotos del báculo de la joven Crownguard.

- Mis colegas y yo encontramos esto en una cabaña una semana lejos de la Capital, había un hombre dcomido por una bestia y otro con una herida fatal en la garganta... –

Sus manos se hicieron puños y apretó la mandíbula. Era obvio que reconocía aquella reliquia de su mejor amiga.

- ¿Qué hacía Lux ahí? –

Garen estaba pálido, con la mirada baja viendo el objeto de su hermanita roto en dos en la tierra, Quinn tenia razones para enojarse.

- ¿Qué es lo que vieron? –

Dice Garen.

- Huellas, tres caballos, una especie de carrueta y un felino, la lluvia no dejo mucho a la vista, pero se dirigían a Noxus –

Aquel hombre de ojos café se agachó y recogió el báculo con sus manos.

- Espero que sepas guardar secretos, esto se queda entre nosotros –

- ¿Qué es lo que ocurre, Garen? –

El más alto la vio a los ojos manera sombría y apagado, algo inusual en él.

- Te lo diré en el camino -


Y ambos se dirigieron al castillo.

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- ¿Me deseas...? –

Los ojos de la asesina se abrieron de par en par, en verdad que esa asimilación de la muchacha la dejo en shock. Dejo el cuenco de agua en el piso y apretó sus secos labios entre sí pensando que decirle y cómo.

- Uhm...¿Fueron mis miradas o las caricias lo que me dejaron en evidencia? –

- Sigo viva, con eso lo asumo...Aparte me salvaste –

- Te salve de vos misma, que seas una boluda para mandarte...-

- Dime la verdad, me debes eso al menos –

Katarina dio un gruñido por lo bajo en forma de molestia y Lux pudo notar un leve tic en su ojo.

- Te salve, así es, solo por qué.. carajo, ¿Justo ahora te pones hablar? La puta madre. –

Si las dagas brillasen.Where stories live. Discover now