Una salvada.

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Narra Fred:

¡Vamos!— Dijo George jalándome de la túnica.

Estoy cansado— Dije frotando mis ojos mientras era arrastrado por George.

No es mi culpa—

¿Qué no es tu culpa?— Pregunté algo irritado— ¿Quien fue el que me hizo probar...?

Bueno, bueno— Respondió aguantando la risa— No sabía que iba a reaccionar así, ¡Por eso son de prueba!

Pir isi sin di priibi— Imité.

No dormir si que te afecta— Dijo al llegar a la puerta de la sala de menesteres— Por cierto, ¿Has hablado con Tn?— Negué.

Narra Tn:

Llevo más o menos una semana pensando, ¿Que mierda podemos hacer? Escapar es buena idea, pero Fred no quiere. Ahora mismo, debo estar alejando a la Brigada Inquisitorial de dónde se supone es la reunión del ED (Ejercicio de Dumbledore). Pero Umbridge nos mandó a llamar a su oficina, mínimo así podré alejarlos.

Qué bueno que llegan— Sonrió de una forma tan peculiar— les informo que deben ir al séptimo piso.

Mierda, ahí están todos. Debo avisarles de algún modo, o retrasarlos.

Disculpe profesora pero, ya revisamos ese pasillo, no hay nada sospechoso— Hablé y Blaise junto a Draco asintieron, debían ayudarme.

Van por un asunto especial señorita Zabini, por fin, hemos encontrado a los alumnos que han infringido los decretos educacionales—

Bueno pero, ¿Pueden esperarme? No me quiero perder un momento tan importante, pero tengo un asunto de chicas— Susurré lo último.

Por supuesto— Sonrió ampliamente y salí de la habitación.

Corrí hacia el baño más cercano, saqué el galeón falso y puse el mensaje en números que me indicó Fred que pusiera en caso de emergencia 3312, con esperanza de que funcionará, salí del cubículo y lave mi cara y manos para disimular. Regresé al despacho de Umbridge y junto a ella y Filch, fuimos al séptimo piso.

[...]

Una vez que llegamos, afortunadamente no había nadie ni nada. La profesora muy enojada regresó a su despacho, Filch se quedó a vigilar ese pasillo mientras que nosotros le hicimos compañía durante un rato. Una vez que tuvimos la orden de irnos me dirigí así en la entrada de la sala común de Gryffindor. Una vez allí espera que Fred saliera.

Me alegra tanto que recibieran el mensaje— Dije abrazándolo.

Gracias— Me abrazó fuerte. Pero un carraspeo nos interrumpió.

Me parece que en uno de los decretos educacionales, menciona que deben mantenerse apartados, ¿No?— Sonrió la maldita profesora escurridiza— Acompañeme a mi despacho.

Con algo de miedo caminamos detrás de ella hasta llegar a su puerta, una vez frente a ella nos hizo pasar se sirvió una taza de té y comenzó hablar.

Bien— sonrió, sus malditas sonrisas son las peores— ¿Que mensaje, señorita Zabini?

Le mandé una lechuza el día de ayer a él y a sus hermano, ya que no podemos vernos seguido— Mentí.

Así que, una lechuza— Bebió un poco del té— ¿Que decía, señor Weasley?

Ahhh, pues— Hizo una pausa— Ya sabe, cosas de adolescentes— ¿Por qué no sabes mentir Fred?

¿Me llamó?— Entró el profesor Snape.

Ahhh, Severus, necesito un poco de Veritaserum— Dijo con una pequeña sonrisa.

Me temo, que aún no está preparada, y mis reservas se agotaron el día de ayer— Habló mientras me miraba serio— Tendrá que esperar... Si no hay nada más, me retiro.

By: K.S

Comprometida.Where stories live. Discover now