deux

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Harry camina en silencio y a paso normal mientras cierto omega de todavía mejillas demasiado rojas y ojos increíblemente azules lo sigue a su lado. La brisa fría de la época invernal les da una caricia y Harry se encoge en su abrigo cuando le afecta lo suficiente como para ponerle la piel de gallina. Escucha un tarareo incómodo proviniendo del muchacho que camina a su lado, y el alfa no puede evitar mirarlo por el rabillo del ojo, tan solo para encontrarlo con los hombros encorvados y los brazos alrededor de su propio cuerpo en un intento por cubrirse de manera lamentable del frío.

No está lo suficientemente cubierto para el clima, y Harry frunce las cejas ante ello.

—¿No traes otro abrigo? — Inquiere con suavidad, apreciando como se frota las palmas de la tela de su prenda superior en un intento de entrar en calor. —Ese que llevas puesto parece ser demasiado fino.

El omega se sorprende cuando Harry habla, y se da cuenta de eso porque es testigo de la manera en la que sus ojos se tensan y exaltan en impresión. Resulta ser un poco cómico, porque actúa como si nunca hubiese tenido un alfa cerca, y tiene las mejillas tan enrojecidas que a esas alturas Harry no sabe si es por el frío o algún atisbo de vergüenza creciente.

El muchacho sacude la cabeza en una negación y agita la mano ligeramente temblorosa, como si le estuviese queriendo quitar importancia al asunto.

—No, no tengo otro— Contesta, se encoge de hombros. —Pero no importa. No tengo tanto frío de todas formas.

Y es una mentira, y Harry lo sabe porque una nueva corriente ventosa les choca, y el omega se estremece y tiembla porque ciertamente no puede soportarlo. Y Harry simplemente suspira en voz baja y se detiene en plena acerca.

Alguien se queja a sus espaldas y les cruza por el lado para seguir su camino, el omega también se para y lo mira con un gesto de confusión pintado en el rostro, sin comprender por qué ha dejado de caminar de repente. Harry se relame los labios y empieza a quitarse el abrigo de lana pesada y cálido, lo suficientemente buena como para brindarle la comodidad y el calor que necesita.

Se arregla el cabello cuando cree que se le ha despeinado al pasarse la prenda por la cabeza y se queda en su camiseta de mangas largas y tela gruesa. Respira, se lo tiende al omega y él luce tan sorprendido por aquel gesto que sus ojos se abren demasiado y se llega hasta a atragantar con su propia saliva.

—No, no, no. Póntelo, te vas a congelar— Dice el castaño en un murmullo afectado, con la voz irritada por la tos. Arruga las cejas de repente. —¿Qué es lo que hace, por Dios?

—Tómalo— Harry insiste. Opina que la expresión que ha adoptado el omega de ojos azules es realmente gracioso, pero no se ríe. —Te puedes resfriar, y yo ya estoy medio congestionado, así que toma. Póntelo.

No le da el tiempo para que se queje una vez más, porque Harry se lo pasa por la cabeza sin permiso y con cuidado de no golpearlo. Se lo ajusta para que lo cubra bien, y sin siquiera echarle el vistazo empieza a caminar, dejándolo un poco detrás ahora. No se dedica a voltear para asegurarse de que lo está siguiendo, y agradece en silencio cuando el omega llega trotando hacia él para ponerse a su lado y seguir caminando.

Harry asiente para sí mismo cuando ya no lo ve temblar, y guarda sus propias manos en los bolsillos de sus pantalones, porque es él quien tiembla ahora.

No es para tanto; Se dice a sí mismo.

Está acostumbrado al frío, en su departamento no hay calefacción todo el tiempo, así que en este tipo de épocas él sobrevive a base de suéteres, calcetines y más colchas de las que debería de tener.

Siguen caminando en silencio, doblan por una esquina y Harry estornuda de repente, respirando por la boca justo después.

—Salud— Le desea el muchacho. Se aclara la garganta. —Soy Louis, por cierto. Muchas gracias por acompañarme.

—No es nada.

Y listo, para Harry con eso basta.

Cree que no es necesario decirle su nombre al bonito omega, porque de seguro no va a volver a verlo, porque es probable que tenga marcas en el cuerpo de algún novio anterior porque por lo menos para él es algo obvio que no tiene a nadie por el momento. De todas formas, no es algo que a Harry le concierne, pero de cierta manera, cuando lo mira de reojo, no puede evitar sentirse aliviado al no ver ningún moretón en su piel. Se siente tranquilo cuando sabe que no tiene un ojo negro ni ninguna otra herida en alguna parte de su atractivo rostro.

Magullar aquella bonita cara es un crimen, Harry piensa que lo es, pero no dice nada al respecto y sencillamente sigue caminando junto a Louis en silencio.

—¿Ya casi llegamos? — Pregunta el omega.

Harry ladea la cabeza, doblan por otra esquina, a la izquierda.

Niega.

Louis habla otra vez.

—¿No vas a decirme tu nombre? — Murmura con suavidad.

Harry se relame el labio inferior.

—Soy Harry.

—Harry ¿qué?

—Styles.

—Harry Styles— Repite Louis.

El alfa asiente y vuelve a estornuda. Dos veces esta vez, y se siente fastidiado porque le molesta estar congestionado, y tiene que mantener los labios entreabiertos porque de lo contrario no podrá respirar.

Louis vuelve a decirle salud y se queda callado un momento.

—Vamos a cruzar la calle— Le comunica Harry y le tiende la mano abierta. Louis lo mira con confusión. —El semáforo no sirve, así que tienes que sujetarme para que no te atropellen. En esta esquina algunos conductores son bastante imprudentes.

Louis mira en dirección a la calle, y frunce el ceño cuando no hay ni un solo coche cruzando. Bufa levemente, Harry lo ve poner los ojos en blanco, encogerse en el abrigo de lana y dar rienda suelta a sus piernas para cruzar a la siguiente acera, como si lo que el alfa acaba de decir no hubiese sido más que una ridícula advertencia falsa. Sin embargo, Louis de inmediato se arrepiente cuando un coche aparece de la nada, toca la bocina tan fuerte que resuena en sus oídos y está probablemente a punto de cruzarle por encima.

Chilla, y cierra los ojos aceptando su muerte demasiado pronto. No obstante, jadea en voz alta cuando Harry tira de él por el cuello del suéter, alejándolo totalmente de calle y del borde de la acera; le ha salvado la vida. Y a Louis ni siquiera le da tiempo a reaccionar, porque en el siguiente segundo su cabeza está apoyada contra el pecho de aquel alfa de rizos, y no le presta la más mínima de las atenciones porque está algo así como paralizado ante el hecho de que casi muere, hace literalmente un segundo atrás.

Harry suspira, se aparta de Louis hasta que siente que está más tranquilo ahora, y toma lugar a su lado. Le sujeta la mano con firmeza, y no lo mira cuando habla.

—Por favor, no vuelvas a hacer eso— Le pide.

Y cree que con eso es suficiente para que Louis haya aprendido la lección. Ambos cruzan la calle con velocidad, teniendo cuidado de que no viene ningún loco detrás del volante a hacerlos alfombra en asfalto. Consiguen llegar al otro lado, Harry siente Louis respirar, y lo suelta casi de inmediato para seguir caminando. Es cuestión de segundos para que se detenga delante del lugar que Louis ha estado buscando.

Es una casa, una bastante bonita y grande, y por un instante Harry piensa que, aunque trabajara duro y fuese la persona más optimista de todo el mundo, no llegaría a tener un hogar así.

—Has llegado— Le comunica, mirando el lugar.

De pronto tiene curiosidad por saber qué busca el de ojos azules allí, pero no pregunta nada al respecto porque sabe que no es de su incumbencia, y si lo dejan ser honesto, Harry tiene esta política de relacionarse con la menor cantidad de personas posibles, porque así evita que se encariñen, y que tengan que mostrar un afecto que sabe que no desea, porque le hace daño, demasiado.

Así que simplemente inclina la cabeza en una despedida.

—¡Gracias por haberme ayudado, Harry! Espero volverte a ver— Exclama Louis, lo suficientemente alto como para que lo escuche porque ya ha empezado a caminar.

Harry gira el rostro para mirarlo, y le sonríe suavemente, sin mostrar los dientes, y sigue su trayectoria hacia donde se suponía que debía ir antes de encontrarse con Louis. Y él realmente espera no volver a ver al omega.

Cruel World ✦ omegaverse [ls] | ✓Where stories live. Discover now