Tatuaje

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-No puedo creer que te pidiera perdón.

-La verdad es que yo tampoco, le falta para poder apreciar lo bonita que es la vida normal, pero algo es algo.

-Bueno, ahora puedo dejar de estar tan enojada con ella.

Adora había pasado por su novia a su trabajo, lista para llevarla a su casa y pasar unos momentos juntas. Habían planeado una pequeña cita desde que Catra estaba internada, un día en el que solo estuvieran juntas en la casa de Adora viendo películas.

Para su suerte la casa estaba vacía pues Mara se había ido con su mejor amiga Esperanza, o Esperancita si Adora quería burlarse. A veces le daba la impresión de que Mara estaba enamorada de su mejor amiga.

-Mara no va a estar en la casa hasta mañana por la tarde probablemente, va a ir a una fiesta o algo- Le avisó a su novia.

-No mames, ella tiene una vida mas inquieta que la de nosotras dos juntas.

-Siempre ha sido así, desde que entró a la prepa. Lo cual es mejor para mi porque rara vez me regaña por salir.

-Tienes suerte.

En ese momento el coche de adelante les dio un cerrón, y de la ventana del coche salió una mano aventándoles la madre.

-¿QUE PEDO HIJO DE TU CHINGADA MADRE?- Le gritó Catra, sacando su cabeza por la ventana mientras que la rubia le tocaba el claxon- Ponte al lado de ese cabrón.

Quedaron lado a lado del otro coche, que lo manejaba un hombre calvo y panzón.

-¿MUCHA PINCHE PRISA O QUE CABRON?- Le gritó la castaña, sacándole el dedo medio. El hombre se volteo enojado y les aventó una lata de cerveza que Catra logró agarrar-CONQUE AVENTANDO LATAS MAMONCITO, BAJATE PUTO PARA QUE TE PONGA TUS BUENOS PUTAZOS.

-AHORITA ME BAJO PINCHE LOCA- Le gritó, Adora estaba intentando no reírse, ir con Catra en el carro era sinónimo de muchas peleas con otros conductores.

Catra se empezó a soltar el cinturón de seguridad cuando el semáforo cambio de color, Adora se apresuró a acelerar.

-Amor- se lamentó la castaña- ¿Por qué te fuiste? Yo quería practicar un poco.

-Hace menos de un mes y medio que saliste del hospital- le contestó Adora, sin verle la cara pues sabia que Catra la estaba mirando con un puchero- Cuando cumplas los tres meses puedes volver a las peleas.

-Le quitas lo divertido a la vida.

El resto del viaje Catra se la paso refunfuñando en voz baja, desde que la sacaron del hospital no la dejaban hacer muchas cosas, pero por mas que le explicaba a su novia que no pasaba nada, que no era la primera vez que la apuñalaban, Adora insistía en tratarla como una niña pequeña, en parte era tierno, pero a veces extrañaba meterse en peleas tontas.

En el momento en que llegaron a la casa, Catra se apresuró para bajar, pero Adora la detuvo, con una media sonrisa. Se acercó hasta que la castaña estaba entre la puerta y su novia.

-¿Ya se te pasó el enojo?- susurró cerca de sus labios.

Catra sabía que si lo negaba Adora se retiraría y la dejaría con las ganas de un beso.

-Esto es hacer trampa- Se quejó- Pero sabes que no puedo enojarme contigo, amor.

La sonrisa de Adora la dejo sin palabras. Su novia se acercó para besarla de una forma lenta y sensual, calentando a Catra. Cuando la castaña se inclinó para profundizar el beso Adora se separó y salió del carro, dejando a una castaña respirando con fuerza para calmarse.

Te conocí en un Oxxo- CatradoraWhere stories live. Discover now