Razz

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Una semana después de lo que paso con sus padres, Adora ya había encontrado un empleo. Tuvo que recurrir a la ayuda de su abuela quien era dueña de una taquería un tanto famosa cerca de la colonia de Catra.

Razz no dudó en contratarla, era un honor que por fin uno de sus nietos quisiera trabajar en lo que ella consideraba el negocio familiar. A parte necesitaba alguien que la ayudara, por su edad no le era tan fácil manejar la parrilla.

Adora por su parte estaba feliz de conseguir un empleo divertido, desde que era niña y se quedaba con su abuela, le llamaba la atención la parilla y cocinar tacos. A veces convencía a Razz para que la dejara ayudar.

A parte de ser aprendiz de taquera, en las mañanas cargaba cajas en la Merced. Ese trabajo era complicado y cansado, pero le servía para pasar el rato.

Adora llegó a su casa, lista para tomar un baño y comer algo de la comida que les mandaba su abuela. Lo primero que notó fueron algunas prendas en el pasillo. Se agachó para tomar un sostén de encaje.

-Genial- Murmuró- Mara trajo a una de sus amigas.

Dejó su chamarra en el sofá, no escuchaba nada de la planta alta por lo que supuso que ya habían acabado. Sin importarle mucho sacó su comida, decidió preparar tres platos por si su hermana y su "compañera" tenían hambre.

Apenas se sentó en para comer escuchó una puerta abrirse y unos pasos bajar las escaleras.

-DIOS MIO- Escuchó una voz, cuando miró a la chica no pudo creerlo.

-¿Esperanza?

-Me asustaste, Adora- Exclamó.

Esperanza era la mejor amiga de su hermana, desde que tenía memoria las veía juntas. Adora sabía que Mara estaba enamorada de ella, pero no que Esperanza le correspondiera. La verdad es que no era nada fea, tenía una piel morena y ojos grises, un porte elegante (propia de una abogada) y el cabello corto perfectamente arreglado.

-No sabia que te coges a mi hermana- Adora le ofreció sentarse con un gesto-¿Tienes hambre?

.Si, gracias- Esperanza se sentó, comiendo junto a ella- Y para tu información, tu hermana y yo somos pareja.

-¿Neta? Desde hace menos de una semana supongo.

-Algo así- Esperanza desvió su mirada- Se declaró un día después de que decidieran quedarse.

-No perdió el tiempo.

-Se tardó veinticinco años en hacerlo, así que diría lo contrario.

-En su defensa, mi familia es muy lenta en ese tipo de temas-Adora se encogió de hombros- Nuestras dos neuronas se apagan cuando vemos una chica linda.

-Querrás decir TUS dos neuronas- Mara llegó hasta la mesa con una gran sonrisa, se sentó junto a su novia y se inclinó para besarla- A ti tuvo que ayudarte un gato para que hablaras con Catra.

-Pero no me puse en la friendzone yo sola.

-Jaque Mate- Exclamó su cuñada, extendiendo un puño para chocarlo con ella- Buena esa, Adora.

-Ya sabes mi querida Esperancita- Le guiño un ojo- ¿Por qué no me dijiste antes?

-Con nuestros trabajos y tu relación casi nunca nos vemos- Mara la miró con un poco de tristeza.

-Es cierto, es cansado pero necesario.

Mara apoyó la mano en su hombro como una señal de apoyo silenciosa. El resto de la comida fue amena, Adora admiraba las miradas de amor que se daba la pareja, pensando que debería organizar una cita doble cuando tuviera algo de tiempo.

Te conocí en un Oxxo- CatradoraWhere stories live. Discover now