MY PRINCE [TAEKOOK]

XXVI.

TAEHYUNG

Desperté cuando Jungkook me sacudió con delicadeza y llamó mi nombre, estaba aprisionado por mi abrazo y quería levantarse de la cama. Por la tenue luz que se colaba por las ventanas podía suponer que era mucho más temprano a lo que yo acostumbraba levantarme.

—D-disculpa— murmuré con la voz demasiado ronca y medio adormilado, levanté el brazo y lo dejé libre para que se levantara.

Supuse que estaría irritado de tener que quitarme de encima, pero se le veía tranquilo. Se quitó la sábana y se sentó unos segundos en la cama a un lado, dándome la espalda, terminó por mirarme de reojo un segundo antes de levantarse y dirigirse al cuarto de baño. No se le veía como si justo ahora de hubiese despertado, me pregunté cuánto tiempo estuvo despierto sin poder moverse de su lugar por mi culpa. Yeontan despertó en cuanto escuchó sus pasos por la alfombra y sus patitas resonaron en el suelo mientras seguía a Jungkook por detrás.

Llamé al desayuno y unos minutos después de asearnos y vestirnos en silencio por turnos nos encontramos sentados en nuestro pequeño comedor privado comiendo huevos, panqueques y salchichas, el alimento de Tannie había sido servido también.

—Jungkook— lo llamé con inseguridad, él detuvo su tenedor y levantó la vista hacia mí.

—¿Sí?

—Tengo un favor que pedirte, es algo importante que de verdad te agradecería.

El omega hizo una pequeña sonrisita curiosa, levantando una sola ceja.

—¿Qué cosa podría necesitar de mí el príncipe heredero al gran trono de Hila, aparte de un hijo y que me comporte como un buen esposo omega?— me preguntó con un tono sarcástico, tampoco con la intención de ofenderme o reprocharme algo, me pareció que solo quería molestarme un poco. Lo miré para hacerle saber que no me daba gracia, pero él solo sonrió más amplio.

—Yo tengo que entrenar mi esgrima, el Capitán San solía ayudarme a entrenar, pero... Digamos que ya no tiene el tiempo— dije mientras Jungkook escuchaba en silencio— entonces, me preguntaba si podrías ayudarme tú, ya que bueno, creo que todos vimos que eres bueno en ello, y yo de verdad necesito la ayuda.

—Oh, ¿El gran futuro rey alfa de Hila necesita que un omega le enseñe a luchar?— preguntó Jungkook divertido, aunque de verdad sus comentarios no me los tomaba a pecho, probablemente él lo sabía y por eso no tenía miedo de hacerlos.

Era un poco vergonzoso tener que pedirle eso a un omega y admitir que era mejor que yo luchando, pero al mismo tiempo pensaba que no tenía por qué avergonzarme de verdad.
Admitir que mi esposo omega era mejor en algo que yo no tenía nada de malo, a parte Jimin me había aconsejado que hiciese algo así.