El padre de mis hijos es un monstruo ¿Y qué? [Completa]

Parte 3

"¿A ver? Hoz. Lista. Pala de mano. Lista. Bolso de herborista. Listo"

Sacha enumeró las cosas que la tarde anterior había salido a conseguir en el distrito. Mientras colocaba tanto la hoz como la pala en los laterales de su nuevo –aunque no en sentido literal- bolso de trabajo. La pala de mango corto, era pequeña y cómoda en sus manos. Había encargos en donde se utilizaba tanto la raíz como las hojas y el tallo, razón por la que compró además de la hoz una pala. La hoz por su parte era de metal, el mango también era corto y la hoja curvada no excedía los veinte centímetros. Había adquirido ambos artículos en una tienda de segunda mano, por el precio de siete cobres.

"manto. Listo"

Descolgó el manto, también adquirido en dicha tienda de segunda mano, de la única percha en el dormitorio.

El manto en si no era de mala calidad solo de segunda mano, estaba hecho a partir del resistente y flexible hilo una Arachne del bosque y teñido de color verde oscuro. Una formación mágica de sigilo estaba diestramente tejida tanto en la espalda como en la capucha. Esta se activaría en el momento en que Sacha la alimentara con mana, y borraría su presencia de los sentidos de cualquier criatura a su alrededor, el nivel de ocultación podía ser regulado en dependencia de las necesidades del usuario. Lo que convertía al manto en un artículo indispensable para cualquier no combatiente cuyo trabajo dependiera de sus excursiones a lugares de riesgo como el Bosque Prohibido. El manto le había costado un hierro con tres cobres.

Colocó este sobre sus hombros. Arregló su negro cabello en una trenza larga hasta su cintura.

"listo. Ahora bien, a desayunar"

Cualquier persona que la viera pensaría que Sacha estaba hablando sola. Cosa que no hacía. Sacha les hablaba a las personitas que crecían en su vientre. Y sería algo que sin darse cuenta se convertiría en una costumbre.

Bajó al primer piso y se detuvo el tiempo suficiente en el comedor como para desayunar un vaso de leche y un par de tostadas con mayonesa.

Para cuando terminó y se aventuró a las calles de la ciudad, las piedras de luz comenzaban a apagarse una a una y el sol había terminado de salir por las montañas del Este.

Una fría brisa refrescaba el tiempo –un preludio de que los meses fríos estaban por llegar- y un gran número de personas se movían a su alrededor.

Subió la capucha sobre su cabeza y se dirigió a su primera parada del día.

El gremio rebosaba de vida, a pesar de la intempestiva hora matutina. Miró el tablón de anuncios y a la muchedumbre ante él.

"hum. No es bueno. De esta manera no puedo ver nada"

Frunció el ceño. Y una sonrisa tiró de las comisuras de sus labios.

"supongo que solo tengo que sacarle partido a mi tamaño"

Siguió murmurando silenciosamente para sí misma. Sacha tenía una contextura pequeña, no más de 5 con 2 pies en total. Delgada y esbelta como un junco, su cuerpo le daba cierto margen de maniobra en este tipo de circunstancia.

"actívate"

Murmuro bajo su aliento e inyecto maná al manto. Entonces su presencia se escurrió de los sentidos de las personas en el gremio. Aprovechó, para colarse entre las fisuras dejadas entre cuerpo grande y cuerpo grande vestidos de armaduras y grandes espadas en sus cinturas o espaldas.

Y un par de segundos después estaba en las líneas delanteras de la muchedumbre. Consulto el apartado de recolección durante unos segundos y sacó su placa del interior de su blusa con botones delanteros.