El padre de mis hijos es un monstruo ¿Y qué? [Completa]

Parte 10

El mundo se congeló y detuvo para Askeladd. Durante un segundo su corazón latió aterrorizado cuando todas las cosas que podían pasarle a un humano si fuese descubierto en la capital de los monstruos pasaron por su mente. Cosas que iban desde la esclavitud hasta la posibilidad de terminar en el estómago de algún monstruo.

Askeladd mordió con fuerza su propia muñeca, tomando por sorpresa al dragón y a la bruja. El sabor metálico dulzón de la sangre lo trajo de vuelta. El leve dolor también aclaró su mente al segundo.

Ahora no es momento para entrar en pánico. Se gruñó a sí mismo.

A marcha forzada se encamino hasta la salida de la formación mágica.

"cuéntame todo lo que sepas" ordenó con una voz fría y controlada.

Melida parpadeó en su dirección, pero obedeció y le contó todo lo que sabía al Fenris. Askeladd la escuchó con atención y dió un asentimiento rígido y escueto en dirección de la bruja.

Salió y tomó la ropa que su segundo al mando tenía para preparada para él, con movimientos precisos y rápidos terminó de vestirse en menos de un segundo.

Nott y el segundo de Askeladd observaron con sorpresa las acciones del Fenris, ya que Askeladd odiaba con pasión desbordante usar el uniforme usual de su rango siempre quejándose de que eran restrictivos y molestos de usar.

Askeladd enfrentó al Señor de los monstruos e hizo una profunda inclinación formal y con un tono frío y respetuoso se dirigió a este.

"Sire. Permiso para movilizar todas las tropas dentro de la ciudad"

Una expresión de sorpresa llenó los ojos azul hielo del Señor de los monstruos. Era la primera vez que el Fenris pedía permiso para algo y de manera respetuosa, además. Nott decidió aceptar tranquilamente en gran parte debido a la impresión.

"¡de acuerdo! Son más tuyos que míos de cualquier modo, pero llévate algunos de mi propia gente también" dijo sin salir del asombro.

Askeladden interpretó la última parte como una petición y como una forma de decir...está bien has lo que quieras, pero déjame espiar en detalle tus movimientos...

Sin decir media palaba asintió en silencio y se marchó, su segundo al mando en el clan siguiendo sus pasos a la espera de nuevas órdenes. El segundo al mando de Askeladd era el capitán de la guardia de Katoteros en ese momento.

Nott se volvió en dirección de la bruja.

"¿Dónde está el verdadero Askeladd? ¿y qué hicieron con él?"

Melida suspiró.

"Ven. Te contaré todo desde el inicio."

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El tiempo, inmutable y bastante absoluto siguió su transcurso habitual ignorante de las preocupaciones mundanas de los pequeños seres mortales. Durante todo este tiempo Sacha no dejó de temblar y saltar como un conejo en la guarida del león al más mínimo susurró a su alrededor.

Cerca del anochecer un calor líquido descendió entre sus muslos. Las tensiones de una situación sumamente estresante llevaron al límite el cuerpo primerizo de Sacha.

El calor huyó de su sangre y tan solo pudo contemplar con una expresión de absoluto horror y pánico creciente su estado actual. Ella sabía el significado tras la repentina humedad en sus faldas.

¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Qué te he hecho vida para joderme tanto?

Sacha lloró con amargura.