El padre de mis hijos es un monstruo ¿Y qué? [Completa]

Parte 5

"¡Hola! ¿hay alguien ahí?"

Sacha oyó la voz provenir de la antigua y misteriosa casa que usualmente veía en su camino de regreso a la ciudad. Habían pasado cuatro días desde su encuentro con Askeladd en el bosque y había evitado inconscientemente esa zona en especial.

Miró la casa. La cual era de por sí bastante misteriosa, no por ser majestuosa o algo por el estilo, después de todo lucía como una casa común y corriente. Sino por el lugar donde estaba construida.

En los límites del bosque prohibido y no del lado humano precisamente.

¿Qué tipo de persona vivirá ahí? Era lo que Sacha a menudo se preguntaba cuando pasaba cerca de la casa.

Hoy no fue diferente. Mientras hacia su camino de vuelta, su mente en imitación a un hervidero laberíntico ponderando el más reciente obstáculo en la protección de sus niños. Aunque dicho obstáculo en si fuesen ellos mismos en realidad y su anormal y sobrehumano crecimiento.

Pero para en empezar ellos solo serían medio-humanos ¿cierto? Lo que significaba que no sabía que apariencia tendrían una vez fuera de su útero.

¿entonces no sería más riesgoso para ellos crecer en una ciudad humana? Después de todo su padre es un Fenris. Un lugar más aislado sería lo más ideal ¿cierto?

Tales pensamientos llenaban su cabeza cuando el crecimiento sobrehumano de sus niños se hizo evidente.

"¡oye! ¡tú! La joven de ahí. Deja de titubear y acaba de entrar." La voz carrasposa por los años exigió, trayendo sin saber a Sacha de su propio mundo.

Sin darse cuenta Sacha obedeció a la anciana voz y se adentró, traspasando el portón de hierro. Una guarda titiló cuando traspaso el umbral, pero no se impuso en su camino.

¿ah? Supongo eso explica cómo puede vivir alguien en este lugar. Pensó distraídamente.

"phwww. Pensé que nunca entrarías"

Sacha caminó por un camino de baldosas de piedra pulida flanqueado a ambos lados por un jardín. Siguió avanzando hasta encontrar al propietario de la voz en el centro de este dónde un espacio despejado era ensombrecido por la sombra de los árboles.

Una anciana de cabello plateado y ojos marrones la observaba desde una situación muy poco digna para alguien de tan avanzada edad.

"Hmmm. No te me quedes mirando como una tonta y ayúdame, quieres"

Y la situación poco digna en si era su trasero trabado en el armazón de una silla cuya posadera había cedido.

"esta pobre silla vieja no aguantó más. Jejejeje"

La anciana estaba hundida en esta, su trasero casi a ras del suelo, sus artríticas manos agarradas con fuerza a los brazos de madera oscura y sus pies revoloteando en el aire como una niña pequeña. En fin y no importa como se mire era una situación que dejaría perplejo a cualquiera.

Sacha tomo ambas muñecas de la anciana y dijo.

"bien. Aquí voy"

"Jojojojojo. Estoy contando contigo muchacha"

Tiró con todas sus fuerzas, trabando el talón de sus botas en una rendija entre roca y roca y muy lentamente el cuerpo de la anciana fue saliendo de la silla destrozada. Un último tirón y luego de casi perder el equilibrio, la anciana fue capaz de pararse sobre sus propios pies.

"estúpida silla" esta gruñó en dirección del ahora inservible mueble frotando su dolorido trasero antes de girarse en su dirección.

"y gracias a ti por tu ayuda"