El padre de mis hijos es un monstruo ¿Y qué? [Completa]

Parte 9

Melida contempló atentamente al ''hombre'' entrando en los terrenos de su propiedad. Era temprano en la mañana, los pájaros gorgojaban sus canciones al nuevo día y había una dulce y refrescante brisa meciendo las hojas de los árboles circundantes.

La anciana bebió un sorbo de su taza de café y esperó a que el Fenris se acercara.

"¿vas a alguna parte?" preguntó mirando curiosa el petate en el hombro del Fenris.

Askeladd hizo una mueca y saludó a la anciana.

"he recibido una convocatoria de su Escamocidad" amargura goteaba de su voz.

"¿sabe el Rey de todos los Monstruos que lo llamas así?"

"para lo que me importa si lo sabe o no" gruñó. Askelad estaba molesto. Más que molesto. No veía la hora de rasgar en tiritas al Señor de todos los Monstruos por llamarlo justo ahora.

"¡hmp! ¡Como se esperaba de alguien que puede ir cara a cara contra esa bestia!" rió "incluso podrías reclamar el trono para ti mismo"

"no me interesa es demasiado problemático"

"otros llorarían lágrimas de sangre con tus palabras"

"como he dicho, no me interesa"

Una expresión irónica llenó los ojos de la anciana. Pensando que realmente dios le da barba a quien no tiene mentón.

¿Cuantos monstruos no quisieran reclamar para sí mismo tal título y las riquezas que le acompañan?

Un vasto poder, grandes sumas de oro, prestigio y honor sin fin e incluso hermosas hembras estaban a la disposición de cualquiera ocupando los rangos de la jerarquía superior, más aún para aquel sentado sobre el primer escalón. Pero para dolor de muchos estas cosas no dirigían las acciones de este monstruo en particular.

Melida pensó en algo.

"¿de cuánto tiempo era el permiso que te tomaste?" cuestionó haciendo referencia a su escapada del alcance de esas hembras que codiciaban su poder.

"de tres meses, aunque solo dos meses han pasado."

"entonces los rumores ya llegaron hasta sus oídos"

El Fenris se encogió de hombros, pero no lo negó.

"¿Qué harás? Sacha está cerca de la fecha"

"Lo sé. Solucionaré esto con su Escamocidad y regresare en el menor tiempo posible" mordió las palabras con dureza.

La anciana sorbió de su taza.

"me voy yendo entonces"

"que te vaya bien y recuerda dejarlo vivo"

"¡por supuesto! ¡Si lo mato sería demasiado problemático asumir su puesto!"

Melida acompañó al Fenris hasta el portón de hierro fundido. Askeladd se acercó y activó la formación mágica oculta en este. La formación mágica activada era nada más y nada menos que una formación de teletransporte. Esta era también la razón tras la presencia de la anciana bruja en la región. La bruja era un guardián del portal.

Askeladd por lo general recorrería la distancia entre la capital de los monstruos y la región más distante de su territorio sobre sus cuatros patas, disfrutando de la sensación del viento sobre su pelaje y la tierra desmoronándose bajo sus garras. Pero ahora mismo la distancia de cinco días a la carrera le parecía demasiado larga, demasiado lenta.

Introdujo la dirección de su destino y abrió el portón. En seguida el silencio natural del bosque fue perturbado por la cacofonía producida por las bulliciosas calles de una ciudad. Se detuvo ante el portón abierto y miró a la anciana.