Los Alfas De Jiang Cheng

Lamerlos 2

Jiang Cheng a menudo buscaba los inmensos lagos que rodean Lotus Pier.

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Era un niño de verano, le decía su madre, alguien que prefería la soledad que le brindaba la naturaleza y, sobre todo, amaba estar en el agua. Sus manejadores solían entrar en pánico y gritar por él desde la seguridad de sus barcos, cuando su joven amo desaparecía de la vista sin apenas un chapoteo en aguas profundas y frías, sumergiéndose como una sombra bajo los ondulantes campos de flores de loto ondulantes.

Incluso como adulto, y especialmente como líder de la secta reinante de uno de los clanes más grandes y prominentes de su mundo, Jiang Wanyin buscó el agua para calmarse.

Conocía estas aguas mejor que nadie.

Nadando más allá de las sombras de las rocas o islas de terreno blando, sintiendo la temperatura de las aguas profundas bajar cuanto más alejaba de sus orillas. Más lejos del alcance del ruido o del regocijo oculto de los guardias vigilantes, contentos de dejar a su príncipe solo en su paz.

Nada podría hacerle daño, cuando nadie pudo encontrarlo.

O eso pensaba.

Jiang Cheng está amamantando una botella de alcohol menguante, el cuerpo apoyado ligeramente contra una roca enclavada en hojas de loto gigantes cubiertas de rocío y verde, sus dedos de los pies se encrespan en aguas claras y frías cuando escucha un suspiro.

Se vuelve, frunciendo el ceño cuando ve a Lan Wangji, de todas las personas, bajando suavemente su espada reluciente para aterrizar en la hierba suave revelada en la marea baja. Detrás de él, un sonriente Wei Wuxian lo sigue, el cabello manchado de tinta desordenado por el viento y sosteniendo otros dos frascos del mismo alcohol con una sonrisa torcida.

"Oh, no frunzas el ceño", escucha el chirrido de Wei Wuxian, "venimos con regalos, líder de la secta Jiang".

Resoplando burlonamente por el título, Jiang Cheng se vuelve una vez más. Los ojos parpadean sobre una interminable ondulación de agua, respirando tan uniformemente como la brisa acariciando los pétalos de loto que salpican un extenso paisaje.

"A menos que vengas con la polla de Lan Xichen en tus manos, te sugiero que me dejes en paz".

Las palabras son toscas y pretende que ahuyenten a la hermosa pareja que se ha atrevido a perturbar su paz. Un omega agitado y solitario que echa de menos a su alfa, no tiene intención de entretener ninguna tontería sin sentido, el cuerpo hormiguea por la comodidad que solo Lan Xichen puede proporcionar, después de estar fuera durante tantos días.

"¡Grosero!" Una voz perteneciente a Wei Ying exclama con una falsa ofensa: "Cómo te mancillas con palabras tan terribles, Jiang Cheng".

En respuesta, el omega se burla, recostándose contra su roca solitaria y sin decir nada más que poner los ojos en blanco mientras el par de hombres se acercan con cautela. Puede olerlos, es fácil cuando se enfrenta no a uno, sino a dos Alfas en su mejor momento, incluso puede saborear cómo se han consumado recientemente. No se inmuta, después de todo, ha visto múltiples matrimonios entre algo más que un vínculo estándar Alfa-Omega-Beta, por lo que la fuga de Lan Wangji y Wei Wuxian ni siquiera lo hizo parpadear cuando recibió la noticia.

"¿Estás en precalentamiento? Estás más enojado que de costumbre". Una voz pregunta, de repente demasiado cercana y enmascarada por una agradable deriva de algo que se identifica fácilmente como el aroma claramente inofensivo de Lan Wangji. La mayoría de los Alfas olían mucho más fuerte, pero no éste, con sus tenues feromonas de sándalo y geranio.