Igual que siempre [Kiribaku]

Capítulo V

¿Qué pasó esa noche?

Bakugou y Kirishima habían sido amigos por mucho tiempo, bueno quizás no tanto, pero habían sido muy amigos. El tiempo es algo relativo.

Siempre pasaban el rato juntos, hasta el punto de que un día, por causas inesperadas, se besaron. Si, un beso, un beso en la boca, uno de esos besos que no le das a cualquiera, ya que se dieron cuenta de que el otro no era cualquiera.

Podrían haber negado lo inevitable, ignorarse por un tiempo o enfadarse con el contrario, pero no, ambos disfrutaban eso y lo hacían cuando complacían, sin problemas. Tampoco había nadie que los presionara o les hiciera sentir mal, nadie sabía lo de sus extraños hábitos de amigos. Y era tan sencillo y agradable... o lo fue hasta un día.

Remontamos el día antes del rejuvenecimiento de Kiri.

Ambos se encontraban en el cuarto de Bakugou, estudiando. A diferencia de otras veces, esta vez no pasó nada entre ellos, cada vez que Katsuki intentaba acercarse al pelirrojo, este levemente lo alejaba o lo hacía parar. Esto le pareció extraño al rubio, pero entendió que igual no le apetecía. Mas no pudo evitar la tensión extraña que se formó en la despedida.

-Espero que para mañana te repases todo eso-Le exigió Bakugou entregándole una libreta.

El otro asintió seriamente.

-Vale-Fue su única respuesta, no hizo nada más, ni un adiós, ni un gracias... nada. Era demasiado extraño de él. Algo le pasaba, pero tampoco era su madre para preguntarle. Supuso que todos tenemos días de mierda en los que lo único que queremos es irnos a dormir.

Así que tras despedirse con una sonrisa algo forzada, la puerta se cerró entre ellos.

Se sintió demasiado amargo para el rubio. Realmente le entraron ganas de saber qué le pasaba. No soportaba el silencio que gobernó entre ellos esa tarde, no pensaba aceptar que se repitiera. Así que iría, llamaría a la puerta de su habitación, y cuando le abriera le contaría todo lo que le pasara, y por muy malo que fuera, él estaría ahí. Si, eso haría.

Y si, eso hubiera hecho si no fuera porque su orgullo no le dejaba ¿Preocuparse por otra persona? Pfff, ni en sueños. Es una mierda tener tantas voces dentro de ti.

Supuso que no iría, le preguntaría el día siguiente por la mañana, quizás sería muy agobiante que le interrumpiera en su habitación de repente.

Mas como si lo hubieran escuchado, alguien tocó la puerta. Y con alguien obviamente me refiero a Kirishima. Ahí estaba de nuevo, solo que ahora parecía inquieto, triste, era mejor que la indiferencia de antes. Parecía estar apunto de explotar.

-¿Que mierda te-?-Bakugou iba a cuestiona su estado, cuando este lo interrumpió entre gritos.

-¡Me gustas!-Su mirada parecía desesperada-.Estoy enamorado de ti desde hace demasiado tiempo, y te lo tengo que decir porque no se cómo tu sientes cada momento que tenemos, cada beso que compartimos, pero para mí significan eso, ¡Amor! Dios... por fin lo solté...

Lo último se lo dijo a si mismo, pero no dejaba de mirar fijamente al rubio esperando una señal, un gesto que signifique su respuesta. Le daba igual si era positiva o negativa, solo quería una respuesta.

Mas Katsuki parecía extremádamente confuso, como si dentro suyo estuvieran batallando.

-¿Dices que-

No le importaba aclarárselo otra vez.

-Digo que se que esto suena estúpido, pero ¡Katsuki Bakugou, estoy enamorado de ti!