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Estaban en la clínica, ambos emocionados por descubrir el género del bebé. Ya que en el sexto mes tampoco se había dejado ver.
Tanto YoonGi como JiMin estaba emocionados de saberlo. La sala del apartamento, estaba algo desordenada con la cuna, un mueble para cambiar al bebé y con muchos otros que aún no estaban armados, como el estante para la ropa de su pequeño y también se encontraban los peluches que adornarían la cuna y la habitación de su bebé.
JungKook y las hermanas Kim llegarían ese fin de semana para comenzar con la remodelación del cuarto de su pequeño.

JiMin no se quejaba de las atenciones de su novio, pero ese mes y medio que había pasado, YoonGi no lo dejaba hacer nada, ni siquiera en el trabajo, porque no dejó de trabajar, claramente, no tenía un horario tan exigente como al principio pero, su hora de salida era la hora de YoonGi. Su trabajo terminaba a las tres de la tarde, regresaban a su hogar y aunque las reuniones no podían cancelarse, YoonGi procuraba que nada le hiciera falta, sobre todo en esa temporada de frío.

No podía llamarlas discusiones, pero a él solo el tocaba quejarse con su bebé, sobre que papá YoonGi no lo dejaba hacer nada, a lo que su novio peligris respondía con muchas justificaciones y el bebé pateaba dandole la razón al mayor. Quiso ayudar llevando algunas cosas que llegaron junto a los muebles para la habitación de su pequeño, pero YoonGi se opuso, y aunque se trataba de la ropita, le dijo que no debía agacharse o podría lastimarse, YoonGi tomó las bolsas y le preguntó a donde las quería guardar. Aunque le dejaba hacer ciertas cosas, a veces se aburría, pero en algo YoonGi tenía razón, debía cuidarse por su bebé y para evitar lastimarlo. Pero de verdad que su novio era un total exagerado.

SooRa miraba la pantalla con total concentración, buscando una posición para poder decirle a JiMin y a su pareja sobre el bebé.
Hasta que escuchó un sollozo, miró hacia los padres y YoonGi estaba llorando.

- Lo siento...- dijo con la voz atropellada, había tratado de ser silencioso- Pero su corazón se escucha tan bonito...- JiMin sonrió y con su mano libre limpió las lágrimas que salían de los ojos del peligris.

Su novio estaba muy sentimental.

Para sopresa de SooRa, el bebé se movió al escuchar la voz de YoonGi, y dejó verse.

- Parece que reconoce sus voces muy bien...- dijo con una sonrisa- Felicidades, será un niño...

JiMin sonrió y miró a YoonGi quien ahora volvía a llorar. Esa emoción era tan bonita. Ese sentimiento que se alojaba en los corazones ambos se sentía tan cálido.

- Es un niño...- le dice JiMin sonriendo con sus ojos brillosos, recibiendo un beso en su frente.

- Te lo dije...- YoonGi responde tratando de quitar las lágrimas que caen de sus ojos.

SooRa deja que el momento fluyera para ellos, después de todo, le alegra que alguien cuide a JiMin tan bien, y lo haga tan feliz como se ve en ese momento.
Le pasa las toallitas desechables a YoonGi mientras ella se dirige a su escritorio para revisar el expediente de JiMin y la libreta que utiliza como diario de gestación.
YoonGi limpia el gel sobre la pancita de su novio, sin quitar esa emoción que hay en sus ojos, tocando con total devoción su piel, le ayuda a bajar de la camilla y acomoda sus ropas, yendo a sentarse frente a SooRa.

- Bien, a estas alturas los malestares han disminuido o casi desaparecido- dijo ella leyendo la libreta- ¿Algo diferente?- preguntó viendo a ambos.

- Mi apetito ha mejorado, aunque siento cierta sensibilidad aquí- señaló sus pezones aun sobre la ropa. Le daba vergüenza admitirlo en voz alta, pero hasta YoonGi lo sabía.

-Es bueno que no dejes de comer- sonrió SooRa- No te preocupes por eso, tu cuerpo solo se esta adaptando para recibir al bebé, es normal...- y luego miró a YoonGi.

- Los mareos no desparecen aún- dijo com voz baja- Aunque los vómitos han disminuido...- y agradecía totalmente eso, ya no tenía que salir corriendo a desechar todo lo que había comido.

- Sí los malestares se vuelven muy frecuentes, dile a JiMin que me llame, en esta parte, el bebé comienza a acomodarse para nacer- explicó SooRa tranquila- El proximo mes podremos hablar como deseas el parto y las opciones que tienes... ha sido un embarazo tranquilo y no has sufrido tantos cambios físicos...

- YoonGi anda encima de mí todo el tiempo- JiMin se encogió de hombros.

- Supuse eso, SeokJin se quejaba conmigo porque NamJoon no lo dejaba ni mover un dedo- SooRa rió y JiMin igual, y aunque a YoonGi le encantaba ver a su novio siendo feliz no pudo evitar sonrojarse.- Es entendible su preocupación, pero puedes hacer ejercicios, salir a caminar de veinte a treinta minutos, la natación, incluso yoga, hacer ejercicio puede ayudarte para el parto...

JiMin asintió con una sonrisa, YoonGi también pensó en algunos lugares para que su novio y bebé puedan ejercitarse sin llegar a lastimarse.

- YoonGi- le llamó SooRa- Sé que JiMin es alguien muy fuerte, pero si notas que tiene algún dolor en su espalda baja o ves algo que no es normal, como dolor en el vientre, traelo, tal vez te ganes algunos golpes de su parte...- miró con seriedad al mencionado- Pero la familia Kim y Jung te lo agradecerán...

JiMin miró con fingida molestia a SooRa, sabía que todo era solo preocupación hacia él y el bebé.

YoonGi asintió sin pensarlo tanto, sabía que JiMin era fuerte, y tenía mucha voluntad, y el había notado que se esforzaba mucho, JiMin siempre decía que estaba bien aunque estuviera muy cansado. Y él iba a cuidar de su lindo novio y de su bebé.

- Eso es todo...- dijo SooRa entregandole la libreta con su firma en ella, para constatar que estaba al tanto de lo que sucedía en la gestación del pelinegro durante ese mes pasado. Les entregó del mismo modo la ecografía y los despidió, recordandoles que cualquier molestia o síntoma extraño la llamaran.

La pareja asintió y salió. YoonGi se aseguró de que JiMin estuviera abrigado y cómodo al salir de las instalaciones, y no dejaba de ver la fotografía donde se mostraba claramente que era un niño, su niño...

- Gracias...- susurró abrazando a su novio, una vez llegaron al estacionamiento- Por darle una oportunidad y dejar que yo sepa lo hermoso que se siente...

Las personas que pasaban por allí observaban a la pareja con ternura, muchos deseando un abrazo con tal intensidad. JiMin le correspondió el abrazo como pudo, su abrigo era enorme y aunque los mantenía calientes, le dificultaba un poco extender sus brazos.

- Vamos...- le abrió la puerta del auto a JiMin y ambos se dirigieron a su hogar felices de esa sensación que se apoderaba de ellos...

Su bebé estaría muy pronto junto a ellos.

EspososWhere stories live. Discover now