Capítulo 12.

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Mi cama de pronto me resulta excesivamente incómoda. Me remuevo de mi posición una vez más.

Es sábado por la noche, pasadas las cuatro de la madrugada. Hace aproximadamente cinco minutos fue la última vez que revisé la hora y a e aproxima el momento de hacerlo de nuevo.

Siento un nerviosismo involuntario por tener que dormir y no poder. Mañana madrugaré para ir al estudio de baile, tomar el desayuno con Caroline, y probablemente más tarde me reunirme con Zachary.

Levanto el celular y quiero hacerme creer que es solo para mirar la hora, pero no es así. Siento una decepción inmensa de no tener mensajes nuevos.

"—Podría enseñarte a tocarlo—Nathaniel dice mientras ajusta su ukelele.

—¿Cuándo aprendiste a tocar? — le pregunto y su mirada se ilumina.

—Siempre quise tocar la guitarra, pero era demasiado costosa y muy estorbosa. Un día, mientras vagaba en un muelle, un señor estaba vendiendo su ukelele por tan solo veinte dólares—sonríe—solo me acerqué a mirar y el señor de repente me dijo que tenía que ser mío, también que si lo compraba me enseñaría él mismo a tocarlo, así que accedí. Nadie da clases gratis por comprar un instrumento. Eso fue hace más de ocho años—mis cejas se disparan hacia arriba.

—¿Te dijo por qué lo vendía?

—Nunca lo hizo y creo que es la magia de el—roza las cuerdas y estas emiten un sonido sin eco y seco, como si lo estuviera preparando para lo que sigue. —Te tocaré la primera canción que me enseñó y que toque con el.

El ukelele comienza a sonar y por la tonada deduzco enseguida la canción.

Can't Fallin In Love de Elvis Presley.

Lo miro embelesada, pero la magia no ocurre cuando canta, sino cuando me mira. Como si hubiera una dedicación oculta."

Cierro los ojos con fuerza intentando olvidar el recuerdo, pero es un error.

"—Vayamos a bañarte—Nathaniel toma a Enid que se encuentra en la pequeña periquera arriba de la mesa.

Enid se zangolotea en su asiento, Nathaniel la toma entre sus brazos y la eleva para colocarla sobre sus hombros y comienza a danzar con ella en brazos. Enid chilla entusiasmada y divertida.

Cuando cruzan la puerta de la recámara. Inocente voltea a sus espaldas como si no quisiera perderme de vista, al percatarse de que voy pisándole los pasos a Nate, ella extiende su mano y comienza a zangolotearla."

Me resigno porque el recuerdo me hace sentir bien, así que me dejo ir. Acepto todo lo bueno que viví con Nathaniel.

"Volteó la cabeza y observó a Nathaniel unas filas más arriba, él me devuelve la mirada y saca su móvil. Siento como mi teléfono vibra, y lo saco.

"Gracias por apartarme un lugar (:"

Sonrío.

"Hay un asiento libre a mi lado. Deberías de ser más puntual. ):"

Espero ansiosa la respuesta, pero para no dar señales de eso, bloqueo mi celular y me dispongo a prestar atención a la explicación que está dando Alaric.

Sin que lo espere, ni lo vea venir, siento una presencia  y de repente el asiento que está a mi lado ya no está vacío, sino con Nathaniel en el.

Pasan los minutos y comienzo a sentirme inquieta por no poder hablar con él, él se inclina y recarga su cabeza en mi hombro. Lo escucho inhalar.

—Hueles bien. Y tu hombro es cómodo.

Deseo que no escuche los latidos de mi corazón mientras está recargado, porque podría delatarme."

AFRAIDWhere stories live. Discover now