Ha vuelto a ocurrir.
El destino de Kurt parece estar sentenciado a enamorarse de chicos que simplemente no pueden corresponder sus sentimientos.
Ha pasado de nuevo.
Se a fijado, otra vez, no solo en el novio de su amiga Quinn Fabrey, sino tambien d...
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La emoción y la expectativa que recorría el cuerpo de Kurt era mucha más de la que cualquiera podría pensar.
Bueno, para el no. Le parecía un sueño. Ese apuesto rubio acababa de aceptar su propuesta de un dueto, y a su vez de que, si ganaban, lo que ciertamente era muy probable, cenar juntos en Breadsticks.
Cuando llego a casa, mas eufórico de lo que cualquier otro día y se dispuso a revisar su gran lista de canciones en la sala de estar, buscando la canción perfecta para ambos. Repaso canción tras canción. Deseo haber puesto más atención en la audición del chico. Supuso que era un tenor, y si no era así ya verían como se la arreglarían.
Estaba tan entusiasmado y ensimismado que no noto cuando llego Finn, con un aire entre preocupado y molesto.
- ¿Por qué no me dijiste que ibas a cantar con Sam? – pregunto desde la puerta.
- Hola a ti también. Un poco atareado, pero bien, gracias por preguntar. - contesto con sarcasmo el chico sin dirigirle la mirada.
- No te hagas el gracioso.
- ¿Qué tiene que cante con Sam? – lo miro directo-. Él está lo bastante consciente de todo.
- ¿todo? - pregunto Finn desde la puerta.
- Si, de que soy gay, de que me molestan por ello. Y no le importa. Su amigo Blaine también es gay.
- Entonces canta con Blaine.
- ¿Qué? Finn, ¿estas escuchando las estupideces que estás diciendo? Me pides que no cante con un chico a menos que sea gay. Estas mal. En serio. - suspiro pesadamente. - ¿además a ti en que te afecta?
- Yo lo convencí de hacer audiciones, y lo necesitamos en el equipo. Si cantas con él le pondrás una diana en la espalda.
La alegría que había marcado a Kurt desde que salió de la escuela desapareció por completo. Tomo su portátil, y todas sus cosas de la mesa de café y comenzó a alejarse.
- En verdad creí que la disculpa que nos ofreciste a mí y a mi papá tras lo de la habitación había sido sincera-. Suspiro-. Pero ahí está tu latente homofobia.
- No soy homofóbico-. Aclaro Finn.
- ¿no? -. pregunto Kurt desde el principio de las escaleras que llevaban a las habitaciones-. ¿Entonces porque haces esto? ¿Por qué tu única defensa tras llamarme "marica" en mi casa fue que te acosaba?
- Lo hacías.
Kurt miro al techo mientras soltaba una riza falsa ahogada. Lágrimas se acumulaban en sus ojos gracias a la cólera que sufría en esos momentos.
- Me gustabas, lo admito, pero jamás me propasé contigo, ni te espié, o toque, era consiente de tu heterosexualidad como tú de mi homosexualidad. Solo que a ti te incomodaba el simple hecho de saber que me gustabas.
