Ha vuelto a ocurrir.
El destino de Kurt parece estar sentenciado a enamorarse de chicos que simplemente no pueden corresponder sus sentimientos.
Ha pasado de nuevo.
Se a fijado, otra vez, no solo en el novio de su amiga Quinn Fabrey, sino tambien d...
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Kurt caminaba por los pasillos con una sonrisa reluciente plasmada en su rostro, se sentía eufórico, había tenido una charla corta con Blaine la noche anterior, le hubiera encantado charlar toda la noche, tendido sobre su alfombra crema mientras enrollaba el cable del teléfono fijo, que insistía en usar cuando charlaba con sus amigas, en su dedo, desglosando cada detalle de lo que sentía.
Pero solo fueron unos minutos los que Blaine tuvo antes de decirle que tenia que colgar ya que su madre no estaba para nada contenta con que su hijo regresara a casa hasta mitad de la tarde del día anterior. Kurt entendió, y se despidieron, después de oír el grito de Pam desde el otro lado de la línea, prometiendo hablar esa mañana antes de clases.
Kurt caminaba rumbo al casillero de Anderson, aun faltaba poco mas de media hora para que empezaran las clases y había acordó llegar temprano para tener tiempo de hablar antes de clases. Cuando llego al pasillo del casillero del pelinegro se emociono al verlo frente a este guardando algunas cosas.
— Blaine— lo llamo mientras corría a su lado.
— Kurt— le respondió este con su típica sonrisa— Cuéntamelo todo.
Con la petición (más bien orden, o lo que sea), de su mejor amigo, Kurt comenzó a contar lo que había pasado, y como la noche anterior se había partido prácticamente la cabeza recordando cada mínimo detalle de todo lo que había pasado en la fiesta.
Mientras hablaba no podía dejar de sonreír. Es que era simplemente un sueño.
Caminaron hacia el campo de futbol, que, al ser época de frio, era el lugar más privado que tendrían todo el día. Subieron a las gradas y se sentaron el ellas para hablar con calma.
— No te creo, ¿en serio lo dijo?
— ¡Lo se! —exclamo Kurt— yo dije: Brittany me pregunto si podía lamerme, y la deje. Creo que Santana me odia. Todo "x" ahí, pero luego él dijo, y cito: Entiendo porque lo pidió.
— ¡Diablos!
— ¡Si! Ósea: ¿Qué carajo?
— ¿Y entonces?
— Iba a responderle algo, preguntarle si decía lo que yo pensaba— Kurt hizo un gesto algo sugerente— pero Rachel ebria grito lo de la botella y no tuve oportunidad de preguntar nada.
— Que frustrante.
— Lo sé— Kurt sintió un rastro de incomodidad mientras las palabras salían de su boca— ... y luego fue nuestro beso— la voz de Kurt flaqueo un instante.
Apenas y habían abordado el tema el día anterior en su baño, y se sentía mas extraño hacerlo ahora que entonces, de alguna forma, aun cuando ahora estaban ambos completamente vestidos y en un espacio mas abierto.
