-Monedas de Cobre- Libro 1 Búsqueda

7 Lingote de oro (III)

Xue Xian temía que el burro calvo lo ignorara, tal vez pinchándolo de esa forma no era suficiente para que le quedara claro, por lo que se aprovechó de que Liu Chong había desviado la mirada para darse la vuelta despacio, así la cara pintada en el hombre de papel quedaba viendo hacia arriba y sus ojos negros como la tinta miraron fijamente al burro calvo.

Después de todo, la pintura no era tan vivida como una persona real, además el maquillaje de Xue Xian apenas era capaz de ser considerado adecuado y estaba lejos de ser magnífico. Por lo tanto, este muñeco era mucho menos espiritual que la persona real.

Xuan Min fue pinchado un poco fuerte por lo que bajó la mirada con un ademán frío, quería hacerle una advertencia a ese odioso muñeco pero quien iba a pensar que se iba a encontrar con esos ojos pintados en la boca de la bolsa y fue agarrado completamente con la guardia baja.

Ese cuerpo torcido hacía arriba, aunado a un par de ojos negros inexpresivos, era una postura claramente fulminante.

Xuan Min. "..."

En este sentido, los demonios y fantasmas que tomaban la iniciativa de ser atrapados no eran muchos, de hecho, eran muy pocos. La mayoría eran revoltosos antes de ser capturados y respetuosos después de ser atrapados, esperaban con sinceridad y miedo a que fueran salvados. Pero Xue Xian seguía inquieto incluso después de ser atrapado y lo trataba descaradamente, había sido el primero en hacer algún ataque sin detenerse.

Xuan Min había sentido desde el principio que las palabras y acciones de este demonio eran bastante ricas y coloridas, como si él solo pudiera representar una obra de teatro.

Miró la superficie del papel e inmediatamente estiró dos dedos para agarrarlo y sacarlo de la bolsa.

Xue Xian. "..." '¡Nunca te perdonaré esto!'

Los dedos de Xuan Min realmente no lucían como los de una persona que vagara por las calles de la ciudad, eran largos y delgados, y estaban tan limpios como si nunca se hubieran ensuciado en la vida. No lucían como los de un monje que se hubiera cultivado en un templo en la montaña y, obviamente, no eran de un monje salvaje sino como de un príncipe o noble mimado.

Pero en ese momento, Xue Xian no les puso atención, no tenía el tiempo para ponerles atención.

Los dos dedos de Xuan Min presionaron el papel y lo pusieron a unos centímetros enfrente de Liu Chong.

Xue Xian. "..." 'En el futuro, ¡te perseguiré cuando sea capaz de convocar los truenos! ¡No verás el amanecer y el atardecer ese día!'

"¿Éste?" Xuan Min le preguntó a Liu Chong con voz tranquila.

Xue Xian. "..." 'Si no te conviertes en una piel carbonizada de burro calvo, de ahora en adelante, ¡mi nombre será gusano de cuatro patas!'

"Sí." Liu Chong asintió vigorosamente y luego mostró una sonrisa boba.

Xue Xian. "..." '¡Te atreves a reírte!'

Viendo que el tonto estaba a punto de levantar la mano para agarrar ese pedazo de papel, Xuan Min negó con la cabeza manteniendo su apariencia inmutable y dijo. "No."

'Al menos sabes cuál es tu lugar.'

Xue Xian, que llevaba rugiendo en su corazón por un largo tiempo, dejó escapar un suspiro de alivio de repente. La piel de papel se cayó de pronto y luego colgó de los dedos de Xuan Min de nuevo, cambiando inmediatamente de parálisis parcial a parálisis total.

Liu Chong miró a Xuan Min con completa seriedad y asintió de nuevo pero su expresión mostraba un poco de arrepentimiento. No entendía el mundo en lo absoluto y no sabía lo que era eufemismo o sutileza, sólo sabía poner la palabra arrepentimiento directo en su rostro.