Durante el resto de la mañana no ocurre nada más grave. Unos cuantos gritos procedentes de fuera, junto con unos cuantos golpes, y el rosto de Matías malhumorado nada más entrar a la habitación para darme mi comida.
Yo decido mantener el silencio, y espero a que él quiera comenzar una conversación. De mientras, espero a que me despose pero en ningún momento lo hace.
Me armo de valor, y suspiro antes de pronunciar alguna palabra. Carraspeo para aclarar mi voz, y trago saliva. No sé cómo va a acabar esto.
—Matías—lo llamo, y él me mira con rapidez. Sus ojos me fulminan con la mirada, y siento que en cualquier momento me mataría. Están llenos de rabia—.N-no me has desposado. Necesito comer, no lo puedo hacer con mi otra muñeca—le explico, mirando mi muñeca rota que descansa sobre mi pierna.
Matías se limita a asentir, y hace un movimiento rápido para levantarse y desposarme. Luego, vuelve a mirar mi muñeca y se sienta en su sitio de siempre.
—Mañana te pondré alguna crema en esa muñeca. Te vas a acabar haciendo una herida mucho más profunda de la que imaginas—dice en un suspiro, como si le costara hablar, y yo asiento.
—¿Estás bien?—le pregunto, y bebo un poco de agua para aclarar mi sequedad en mi garganta.
—No.
—Vaya...—susurro, y comienzo a comer mientras lo sigo observando. Su cabeza se mantiene baja, al igual que su mirada que parece fulminar a cualquier cosa que sus ojos se topen.
—Abraham, me tiene harto—admite—. Le dije lo que pensaba de ti. No te veía demasiado convencida en venir con nosotros, y no quería que él se hiciera falsas ilusiones. Así que, solamente le dije lo que pensaba y tuvimos una pelea.
—Sí, me lo ha dicho esta mañana. Le has dado bastantes golpes en la cara—digo, intentando no sonar del lado de ninguno de los dos.
—Se lo merecía—masculla, y después me mira. Su mirada choca con la mía, y yo me siento pequeña al instante—. He conocido a personas como tú muchas veces. Todas intentáis hacer el papel de la novia perfecta, de que estáis enamoradas y vais a hacer todo por el otro, y de que sois felices. A la mínima, aprovecháis y nos hacéis daño de la peor manera posible. Y eso es lo que le vas a hacer a Abraham, pero él no se quiere dar cuenta porque tiene tanta obsesión por ti que cree que tú le sigues queriendo. Aunque creo que tú nunca le has querido.
—No sabes de lo que hablas. No sabes lo que yo he llegado a sentir por Abraham—susurro, y mis ojos se llenan de lágrimas. Suspiro, y luego comienzo a pellizcar mi piel haciendo que las lágrimas desaparezcan.
—En el momento en el que has visto cómo era él realmente has dejado de sentir cualquier sentimiento por él. Además; según tú, te enamoraste de él sin ni siquiera conocerlo. No sabías nada de él, solamente lo que él quería que tú supieras de él.
—Jamás pensé que el mundo fuese más allá y estuviéramos divididos en tres grupos. Eso solamente sale en las películas.
—No, en las películas son Ángeles y Demonios—me corrige, y yo asiento—. No tenemos poderes, ni nada de eso. Solamente nos regimos por la vida del mundo. Y nosotros tenemos muy claro que queremos dominar el mundo, y que exterminaremos a todos los Soles y convertiremos a todos los humanos a nuestro bando. Para eso necesitamos tiempo, y te necesitamos a ti en nuestro equipo.
—¿Qué tengo yo de especial?—le pregunto, esperando una respuesta por su parte.
—Eres como el Harry Potter de todo esto—me dice, y yo frunzo el ceño—. Todo el mundo te conoce, todo el mundo conoce tu historia. Tu padre fue el primero del bando que nos traicionó para irse con un Sol, y para tener una hija mixta.
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SOL [Diferente #1]✔️
Teen FictionCeleste Blake siempre ha sido una chica diferente. Todo cambia el día en el que sus padres mueren y es llevada a un orfanato. Allí conocerá a Abraham, del que lo único que sabe es que cada año una chica acaba desapareciendo el día de la fiesta. Cel...