Nieve

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Daegu, 24 de diciembre del 1997.

Querida alma gemela:

En el Orfanato del padre Hyun hay un montón de cuentos y fabulas grandiosas. Es fascinante.

¿Alguna vez te hablé acerca del libro que tienes en casa? Por supuesto que debiste de leerlo en algún momento, pero jamás te he dicho mi opinión acerca de él.

¡Es mi libro favorito!

De seguro ya sabes de qué va, pues se trata de un chico triste tan triste como tú.

¿Por eso aún lo conservas, alma gemela? ¿Lo tienes porque te recuerda a ti?

Cada vez que lo leo vienes a mi cabeza. De hecho siempre lo estás, pero al leerlo todas las noches lo hago con más énfasis y tu hermoso rostro se dibuja en mi mente con tal facilidad que te sorprendería.

El chico triste es visitado por un vendedor ambulante que le ofrece medicina mágica de la felicidad. ¿Crees que exista una medicina así en este mundo? Yo no lo creo, sin embargo este chico sí lo hace y a cambio de ella da una de sus ovejas.

Que torpe sujeto, de seguro se habría sentido un idiota al saber que aquella medicina mágica no era otra cosa más que un frasco de caramelos.

¿Los caramelos te hacen feliz, alma gemela? ¿Debería conseguir algunos para ti?

Nuestro personaje apenas cogía una pastilla y la metía a su boca comenzaba a ponerse muy contento. Canturreaba y bailaba dando vueltas por toda la casa. No podía evitar imaginarte a ti, Yoongi, te imaginaba bailando en el salón, canturreando en la cocina y corriendo por la calle con una sonrisa enorme para que todos vieran lo feliz que eres.

Sí, eso me imaginaba todas las noches mientras tú dormías con lágrimas en la cara.

Así estuvo un tiempo sin notar que cada vez tenía menos necesidad de consumir aquellos caramelos porque sin apenas darse cuenta fue olvidando su tristeza. Tanto, que un día se olvidó de ella por completo, así como tú te olvidaste de tomar la tuya y es por eso que has intentado suicidarte estos últimos días.

¿Qué más debería hacer por ti, Yoongi?

- Te ves triste – te dijo el pequeño niño cogido de tu mano mientras te mostraba su cuarto en el orfanato de la iglesia – ¿También perdiste a alguien importante?

- No es nada de eso – comentaste formando una sonrisa y esquivar la evidente preocupación del pequeño – Ahora enséñame a tu mejor amigo del mundo.

- Está dormido, pero ya es hora de despertar – dijo el chiquillo corriendo a una de las literas para sacar de entre las mantas a un pequeño tigre de felpa hecho a mano – Saluda, Tigger.

- ¿Tigger? – reíste – ¿Cómo el de televisión?

- Sí, y a él también le gusta mucho saltar.

Escondido tras una litera, sonreí al oír su divertida conversación mientras ojeaba un par de cuentos que saqué del salón. De seguro la abuela Kim se siente muy contenta de que su amado nieto se hiciera un amigo como tú.

- ¡Mira hyung! ¡Está nevando!

Despegué mi vista de mi cuento para observarles a ambos mirar con una sonrisa por la ventana. Los copos de nieve caían del cielo como blancas plumas y entonces algo más llamó mi atención: Eras tú otra vez siendo hermoso frente a mis ojos.

Tan blanco como la nieve, con mejillas sonrosadas como la sangre y de cabellos negros como el ébano, eras toda una obra de arte deslumbrando frente a mí, un mensajero del cielo.

QUERIDA ALMA GEMELA | YOONMINWhere stories live. Discover now