Causas y consecuencias

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  El bullicio de los carros intentando avanzar en el atasco era casi insoportable. Bebió un sorbo de café americano que había comprado un par de cuadras atrás.

Iba rumbo a la clínica de la doctora Aurora para su cita, se sentía bien porque el progreso en sus pensamientos y actitudes se hacía notar, pero aún faltaba. Esa semana había pasado muy de prisa, últimamente desde que estaba sola, el tiempo fuera de casa pasaba muy rápidamente, pero luego de las extensas jornadas, llegar a su apartamento era como ralentizar las horas.

Pensaba en que habían pasado dos meses desde que Marcos abandonó el lugar, nunca fue a verla, aunque si la llamaba casi todas las semanas. Era muy raro pensar que poco a poco se acostumbraba a convivir con ella misma, pero extrañaba a su esposo, hasta en ocasiones llegó a pensar en que todo fue una excusa para dejarla por alguna mujer más alegre y cariñosa.
Por su imaginativa cabeza pasaban toda una serie de escenas de Marcos con otras chicas, todas envueltas en celos y frustración. Al fin pudo avanzar en la calle y salir de esos pensamientos tóxicos que le comían la cabeza de vez en cuando.

Al llegar al consultorio, la doctora la miró a los ojos, como siempre lo hacía, era como si la escaneara en cada sesión con solo observarla un poco.

-Puedo ver que has progresado, tu lenguaje corporal habla por sí solo.

- ¿Gracias? No sé si es un elogio, pero suena bien.

- ¿Cómo han ido las experiencias con tu niña interior? ¿Has vuelto a tener alguna? -dijo la doctora con curiosidad-
-Pues, la verdad he tenido muchas, sobre todo en la época del colegio. Fue muy dura, especialmente en los primeros años.

-Comprendo, según me contaste, los cambios te afectaron mucho y creo que lo siguen haciendo. Debes comprender que aquella época definió muchos factores en tu personalidad que camuflaron tu verdadera esencia. Por eso, tal vez pienses que no te adaptas o eres cobarde e insegura.
Pero no eres quien crees que eres, eres mucho más que eso. Todos esos traumas te han bloqueado la forma de verte a ti misma, es como si te nublaran los lentes y vieras una imagen fea y borrosa a través de ellos. Por eso, es hora de limpiarlos o quitarlos de una vez por todas.

- ¿A qué se refiere con todo eso de los lentes?

-Es hora de chasquear los dedos, de desbloquear tu mente y deshacer creencias limitantes.  ¿cómo te has sentido luego de revivir todos esos traumas?

- Aliviada, luego de lidiar con la pequeña Ali, me siento más ligera. Pero aún pensar en ese colegio me daña. Es como si existiera algo más fuerte, más feo que no puedo recordar. Solo de estar de nuevo en esos pasillos y en las aulas me hace sentir avergonzada, humillada. Sé que todo ocurre en mi mente, sé que pertenece al pasado, pero aun así me daña.

-Es lo que temía, aunque los incidentes de bullying que me has contado te marcaron hasta hoy, hay algo más pesado que tu memoria quiere borrar, pero el sentimiento queda intacto y doloroso como el primer día.
¿Estás dispuesta a descubrir qué es lo que está pasando?

-Solo quiero que se vaya la tristeza de recordar esa época.

-Bien, entonces recuéstate y ponte cómoda.
La doctora comenzó un proceso de relajación guiada para controlar la respiración de su paciente y llevarla a un estado de trance consciente.

Luego de algunos minutos comenzó a hablarle a Aline de manera muy pausada.

-Vas a despertar en un lugar en 5, 4, 3, 2, 1 … despierta Aline.

La chica abrió los ojos en el campo de girasoles donde conoció a la pequeña Ali.

-Levántate despacio, eso. Ahora busca a tu niña, dile que se acerque. -enseguida su compañera de viajes al pasado apareció sonriendo y tomándola de la mano, Aline sentía cómo ambas se apretaban las palmas fuertemente, como si fueran a enfrentar algo muy fuerte juntas.

Mi niña interiorWhere stories live. Discover now