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11 de mayo, 2019.


Estábamos comiendo en la zona de picnic junto a Finn y el resto de padres e hijos. Le agradecí a la vida por la madre que me había tocado al ver la cantidad de cosas que mamá había preparado para nosotros, tomé un emparedado y unos muffins para mí y Finn. Me hice un café con el agua que unas madres habían traído, me tuve que aguantar algunos apretones de mejillas pero no me importó, el café lo valía todo. La castaña no dejaba de mirarme, tanto así que le tuve que vocalizar: ''basta'' para que dejara el stalk.  Me senté junto a la ancianita, compartimos algunas cosas para comer.

Un chico castaño de rulos me confundió con Jack, se posicionó junto a nosotros para conversar y resultó bastante agradable, estaba acompañado de una linda chica de cabello negro, al parecer eran padres de una bendición llamada Matt. La pareja, Ashton y Kaytlin, me contaron un poco sobre su vida, me sorprendí bastante al saber que él era baterista, me contaron que Matt había sido un accidente pero que estaban bastante felices con él.

Mi tranquilidad se fue a la mierda cuando Finn me pidió que jugara con él y sus amigos a las escondidas. De suerte, Ashton se ofreció a unirse junto a mí, le agradecí mil y un veces. Cuando Ashton me preguntó a que me dedicaba no supe que decirle, me limité a contarle que estaba en proceso de descubrirme a  mismo. Uno que otro padre  y maestra se unieron a nuestro juego, fue bastante grato el ver a los niños felices y no llorando.

Cuando el juego termino, Finn se acercó a mí y me abrazó efusivamente.

Luego del receso, el guía nos llevó a otro sector del bosque que conducía a un lago. Hice un esfuerzo sobrehumano por no gritarle a la castaña que dejara de observarme pero mi lado racional decidió hacerse presente.

Debo admitir que disfrute mucho esta parte de la excursión, Ashton y Kaytlin eran bastante graciosos, la ancianita no se quedaba atrás, sin darme cuenta me vi apretándome el estomago por la risa después de un comentario cruel por parte de Lilian hacia el guía del viaje. El lago era precioso, Finn insistió muchísimo en que quería darse un chapuzón, por suerte la castaña, que hizo algo útil por primera vez en el viaje, habló con él y lo hizo recapacitar.

Le saqué algunas fotos a Finn y al lago, se las envié a mamá y a Jack. Tiramos algunas piedras al agua y vimos algunas flores que rodeaban el lugar. Ashton me tiró agua del lago como si me conociera de toda la vida, me dieron ganas de asesinarlo pero cuando escuche su horrible risa sólo pude reírme de su estupidez. Luego de un rato, caminamos de vuelta al picnic para recoger nuestras pertenencias.

—Así que... ¿Me dirás a que te dedicas realmente? — preguntó curioso Ashton caminando junto a mí. Rodé los ojos intentando evitar pensar en todo eso nuevamente. — Me recuerdas a mí hace unos años.

— ¿Por qué? — pregunté.

—La música es bastante frustrante, ya sabes, es difícil surgir en un mundo en donde todo está prácticamente controlado por el mercado. —lo miré incrédulo  y negando al caer en cuenta de lo que el había dicho.

— ¿Jack te lo dijo, no?

—Bueno sí, ya sabes, jamás pensé en que te conocería...—habló encogiéndose de hombros.

Bufé algo frustrado.

—Luke no debes echarte a morir, no me cabe duda que eres talentoso, pero si te quedas sin hacer algo al respecto la vida no te va a esperar. El tiempo avanza y los que no se mueven pierden. — aconsejó. Me encogí de hombros con la mirada perdida. — Te lo digo porque estuve en tu posición, se lo difícil que es este camino.

—Da igual.

—No da igual ¿Qué tocas?

—Guitarra y algo de piano. — solté.

— ¿Cantas?

Lo miré con una mueca.

— ¿No o te da vergüenza?

Bufé frustrado.

Noté que llegamos al sitio de picnic y decidí alejarme de Ashton rápidamente. Acompañé a Finn al baño, tomé nuestras cosas y le di unas galletas. Unos minutos después, ya nos encontrábamos entrando a los buses nuevamente, la castaña intentó platicar conmigo pero la ignoré. Ashton y Kaytlin se sentaron bastante alejados de nosotros en el bus, cuando busque al ruloso con la mirada, me vocalizó la palabra: ''ven'', pero le negué de inmediato.

Cuando llegamos al jardín infantil bajé casi corriendo del bus. Me despedí de las maestras a modo general y de la ancianita beso en la mejilla. Finn estuvo muchísimo tiempo despidiéndose de todo el mundo.

—Luke, los fines de semana toco en un bar del centro con mi banda, no somos tan buenos pero no damos asco, podrías venir y si quieres también puedes tocar con nosotros. — propuso Ashton cuando me encontró entre la multitud. Lo miré desconfiado. — Aquí tienes mi número, en serio me gustaría verte allí, viejo. No me cabe duda que eres talentoso, Dios ¡Sacaste un doctorado en composición musical! No entiendo porque tendrías vergüenza o inseguridad de tu talento. Es sólo un mal momento, pero en serio, esos malos momentos no te definen como persona.

Ashton me dio unos golpes amistosos en la espalda y se despidió, pero antes lo detuve del brazo.

—Gracias, Ashton.

kindergarten | luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora