fourteen

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1 de junio, 2019.


—Por fin llegaste, viejo. Te estábamos esperando. — me recibió Ashton en la puerta de su apartamento mientras me daba unas palmadas en la espalda. — ¡Qué bien que trajiste cervezas! Spencer se ha bebido casi la mitad de las que he comprado.

La habitación era bastante espaciosa, estaba decorada con grandes pinturas  y una que otra fotografía de alguna banda de rock. El suelo estaba cubierto de juguetes y peluches que estaban totalmente fuera de tono con el resto de la sala. Le seguí el paso a Ashton, quien me dirigió a la terraza, me sorprendí bastante al ver a Emma, la rubia y Kay bebiendo unos tragos junto al resto de la banda.

—Pensé que seríamos sólo yo y la banda. — admití algo incómodo.

Luego de la presentación en el bar, supuse que todo saldría a la perfección, más no fue así. Durante las últimas semanas hemos tenido una serie de ensayos fallidos. Las canciones no lograban salir a la perfección, no me sentía cómodo con la música que  deseaban tocar Kyle y Spencer. Comencé a sentir una incomodidad con ellos, la cual se incrementó en el momento en el que Spencer, quien parecía tener una manía conmigo, decidió lanzarme comentarios despectivos. De no ser por el respeto que le debo a Ashton, ya habría molido a golpes hace bastante tiempo a ese par de imbéciles.

Calum y Michael estuvieron suplicándome durante bastante tiempo que lo intentará, pero no me sentía capaz de seguir desgastándome en algo a lo que no le veía futuro. Estaba más que dispuesto a comunicarle hoy mismo a Ashton que no quería seguir con esto, pero el ruloso decidió convertir una tarde de ensayos en una junta de amigos.

—Lo siento, hermano. Kay las invitó, pensé que no tendrías problema y será un buen momento para que nos conozcamos más. — se disculpó sincero. Bufé algo molesto pero intenté darle mi mejor sonrisa falsa a Ashton para que se tranquilizara, este solía preocuparse en exceso de las cosas. — Puedes sacar lo que quieras, hay cervezas heladas en la nevera. Estás en tu casa.

Tomé una de las cervezas de la nevera y me encaminé a la terraza nuevamente. El lugar era bastante amplio, algunas plantas decoraban el lugar y lo hacían lucir bastante agradable. Me imaginé millones de mejores maneras de aprovechar esta terraza, en lugar que en una sosa junta de amiguitos como de primaria.

Kyle estaba junto Kaytlin y la rubia charlando en una mecedora, mientras que Spencer, Emma y Ashton estaban en unos sofás que rodeaban una pequeña fogata casera. El sentimiento de incomodidad me sobrepaso aún más, era el mal tercio. Me sentía fuera de lugar en un grupo de amigos al cual no pertenecía y quise irme de inmediato. Las juntas en casa apestaban, y aquí estaba, intentando salirme de una banda en la cual no estaba y aguantándome esta junta de amigos, sólo por intentar ser amable con Ashton.

Disimuladamente tomé mi teléfono y puse una alarma en media hora, no aguantaría ni más ni menos.

Saludé a cada uno y me enteré que la rubia se llamaba Nicole. Me reí fuerte cuando me preguntó por Calum. Emma me sonrió apenas me dirigí a ella, había rizado su cabello y eso la hacía ver jodidamente caliente. Habíamos intercambiado algunos mensajes y nos organizamos para ir a una que otra fiesta, me sorprendí bastante de lo agradable que podía llegar a ser. Spencer me miró con una cara de culo a penas me vio, pero decidí ignorarlo y me senté junto a Ashton.

— ¿Qué tal va todo, Luke? No pensaba verte hoy. — habló Emma. Me encogí de hombros y bebí un poco de mi cerveza. — Vaya ánimo que tienes, y yo que te tenía una invitación a la mejor fiesta del año.

—Me vienes ilusionando hace semanas con tus supuestas fiestas y no veo nada concreto. — me burlé ganándome las miradas confundidas de Spencer y Ashton, la castaña abrió su boca ofendida. —No puedes volver a cancelarme, ya van dos.

— ¡Discúlpame por estar cansada! Me rompo el lomo trabajando todos los días, si te he cancelado es porque el sueño me superaba. — se excusó risueña. Solté una carcajada en su dirección. — Pero esta vez es en serio, incluso pensamos ir con el resto de los chicos, puedes traer a Calum y a tu amigo el teñido.

Ashton elevó sus manos para llamar la atención.

— ¡Qué mierda! ¿Ustedes han estado hablando? — preguntó Ashton, incrédulo. — ¡Pensé que te caía como grano en el culo! — soltó apuntando a Emma.

Solté una carcajada.

—No te negaré que es un grano en el culo. — solté burlón ganándome un golpe en la nuca de parte de la castaña quien se estiró en mi dirección. Bebí de mi cerveza intentando calmar mi risa. — Pero es una buena compañera de fiestas.

—Sí, Luke es mi nuevo amigo. — soltó la castaña despreocupada. Ashton me miró moviendo sus cejas y negué rápidamente. — Ya sé lo que piensas, Ashton, y de ninguna manera. Estoy probando otras cosas. — Emma le lanzó una pequeña mirada a Spencer, quien estaba demasiado concentrado en su móvil, se notaba que estaba algo cabreado y supuse que era por mi presencia. Abrí mi boca algo impresionado al caer en cuenta que la castaña estaba algo flechada por el idiota de Spencer. El ya mencionado se paró de su asiento comunicando que debía hacer una llamada. Ashton lo siguió en busca de otra cerveza.

—He visto eso. — solté acercándome a la castaña. Emma me miró confundida y me limité a soltar una carcajada burlona. — Pensé que lo que había visto en el bar era algo del momento, pero no, estás embobada con ese idiota. — murmuré en su dirección, la castaña me hizo callar rápidamente.

— ¿Qué hablas, imbécil? — cuestionó a la defensiva.

—A mi no me engañas, ¿Qué te traes con Spencer? — me burlé. La castaña bufó algo molesta, se puso de pie rápidamente para huir de la situación pero la detuve sosteniéndole la mano.

—¿Qué no era sin entrometerse? — soltó irónica. Me encogí de hombros dándole la razón a la castaña, quien rendida, se volvió a sentar a mi lado.

—Soy chismoso, quiero saber que ocurre. — admití inquieto. Emma me miró y negó divertida.

—Yo te cuento si tu me cuentas sobre ti. — negoció mirando hacia el interior del apartamento, vigilando si el ruloso o Spencer aparecían nuevamente. Asentí rápidamente, la castaña alzó su meñique en mi dirección. — Júralo.

— ¿Así lo hacen en el jardín de infantes? — me burlé. La castaña bufó molesta y se dispuso a ponerse nuevamente de pie, pero fue detenida por mi mano una vez más. — Okay, amargada, no te enojes, te lo prometo. — estreché mi meñique con el suyo y se me hizo inevitable no sonreír ante tal acto tan inocente e infantil. — Entonces, ¿Qué sucede?

—Es complicado. Hemos follado un par de veces, él me gusta y me ha dicho que yo también le gusto y que podríamos intentar algo, pero también me ha comunicado que aún siente cosas por su ex novia. — suspiró la castaña. — Estoy en una etapa muy bella de vida, no siento que deba seguir dándole oportunidades, no estoy para ser una opción, debería ser simplemente la elección ¿Comprendes?

Asentí.

— ¿Quieres mi opinión? — pregunté.

—Claro, sería bueno saber que piensas.

—Estamos bastante grandes como para hacernos cargo de lo que sentimos y de cómo afectamos en los demás— me sinceré. La castaña se encogió de hombros algo rendida. — No le veo lo malo en que sigan follando, pero intenta no caer más por las cosas que te dice, las palabras se las lleva el viento, tienes que empezar a ver qué es lo que él hace por ti.

—Vaya, no sabía que te traías ese lado pensativo y sentimental. — se burló la castaña, abrí mi boca algo ofendido.

—Eres una jodida mal agradecida, he matado varias neuronas intentando ayudarte. — solté. La castaña me golpeó mi brazo divertida.

—Gracias Luke, tomaré tu consejo. — admitió mirándome y dándome un beso en mi mejilla. Me dejó algo helado en mi puesto tal acto de afecto, la miré e intenté no hipnotizarme por sus ojos cafés y esas pestañas enormes. — Ahora, organicemos la fiesta del próximo fin de semana.






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kindergarten | luke hemmingsWhere stories live. Discover now