5.

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Teníamos una rutina muy marcada en el equipo, nos dividiamos un poco de las tareas de casa después del entrenamiento, algunos se iban a la ciudad a seguir a esos hijos de puta y otros nos quedamos mirando las cámaras y tratando de hackear algo que nos pueda servir, era mucho más difícil de lo que pensé e imaginé, podíamos pasar días completos leyendo códigos o literalmente luchando con sistemas de seguridad hasta que logramos algo que salvaba la investigación, este mundo era una maldita locura.

—Mañana vamos a tomarnos el día libre. —informó Peter, obviamente esas ideas no salían de su cabeza, si fuera por él pasaríamos toda la noche frente al computador. Miré a Eugenia que estaba observando con atención su ensalada.— Llevamos demasiados días atrapados en esto y necesitamos un descanso.

—Cada hora es importante. —lo interrumpí.— Hay muchas mujeres sufriendo por eso, no podemos parar ahora que estamos tan cerca. —hubo un silencio después de mi intervención, muchas veces Ursula apoyaba mis ideas pero esta vez no dijo nada.— Estamos cerca, Bella y yo conseguimos una nueva IP de un computador que usa en la oficina, podemos conseguir algo ahí.

—La verdad es que tienes razón, me encantaría pensar como tú pero necesito sacar mi culo de ese asiento, perdón que lo diga de esa manera pero me duele el cuello. La investigación necesita un respiro y la única manera de tenerla es que nuestra mente se refresque un poco. —dijo Bella, se veía tan cansada que recién en ese momento me di cuenta de todo el trabajo que estabamos haciendo.

—Es verdad, a veces el cansancio hace que no veamos cosas que son importantes.—agregó Eugenia.— Fué mi idea, yo estoy dirigiendo todo esto y creo que merecemos un descanso. —No había necesidad de que lo aclares Eugenia.— Mañana iremos juntos a bañarnos al lago, a tomar sol en silencio, pueden llevar algo para leer o para escuchar música pero no hablaremos de trabajo ¡Está prohibido!

—¿Como un paseo de curso? —preguntó Úrsula con una sonrisa.— Peter, puedes firmar la autorización, me firmas acá. —se bajó un poco la polera con una sonrisa, era mucho más desubicada que yo pero el jefecito no decía nada, simplemente la ignoraba.

—Ubicate que estamos en la mesa. —agregó el Chino. Celos, espectacular. Bella me miró y yo solté una sonrisa, por dios, estas personas eran mi circo favorito. No necesitaba leer un libro o ir al lago podría estar todo el día riéndome de ellos.

—Yo pienso un poco más como Lali. —agregó Peter, por fin teníamos algo en común.— Pero, Eugenia está dirigiendo todo esto y si a ella le parece que sus cerebros tienen que descansar entonces vamos a darles un break para seguir, es una tarea difícil y aun nos falta mucha información antes de entrar a esas fiestas, no podemos dejar ningún punto libre.

—Perfecto, ya lo dijiste como mil veces. —agregó Eugenia mirando su reloj.— Quiero que se puedan desconectar de todo esto por lo menos cinco minutos, así que no hablaremos de trabajo y punto ¿Quedó claro? —nos miró a ambos, Eugenia de verdad tenía mucho más poder del que imaginamos.

—¿Cómo hiciste para conseguir un día libre con Lanzani? —preguntó Ursula riendo.

—Yo estoy dirigiendo esta misión, no necesito su autorización. —respondió mi reina con personalidad, era una fanática encubierta de Euge y esa personalidad tan empoderada.

—Adoro las peleas matrimoniales.—dijo Ursula con una sonrisa festejando este "divertido momento".

Después de comer dimos un repaso final a las cámaras y a las personas que se manejaban en el sitio de los hechos, dejamos anotaciones para el Lunes día en el que retomaremos nuestras actividades después del paseo escolar. Cuando desperté pensé hacerme la enferma pero luego me arrepentí porque lo vi como una buena manera de combatir mis pesadillas que cada día empeoraba un poco más.

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