15.

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Desperté congelada con un poco de dolor de espalda por lo doblada que dormí,  encontré a Peter mirándome despierto, cuando vi la hora eran las seis de la mañana, ni con un piedrazo en la cabeza este hombre dormía.

—Buen día. —me dijo, se veía adolorido.

—En un rato te toca la medicina. —dije sentandome sin dejar atrás mi manta.

—Necesito ir al baño. —dijo sentándose en la cama, entonces me paré del sillón para ayudarlo.— Pero puedo solo, no te... ups, se movió todo pero porque llevo mucho tiempo en cama. — mucho tiempo dijo , solo horas, me aferré a él mientras acomodaba su mano en mi hombro y lo ayudé a caminar hasta el baño.— Puedes dejarme acá, no te preocupes.

—Pero apoyate en la pared. —le dije y asintió, entonces cerró la puerta y me quedé esperando, se lavó las manos y salió para acomodarse nuevamente conmigo.

—Buen día. —dijo Eugenia saliendo de la habitación.— Justo estaba por ir a darte la medicina, todo bien ¿Cómo te sientes?

—Mejor, ya puedo ir a entrenar. —negué en cuanto lo dijo.— Me duele un poco la cabeza pero estoy bien, hay avances con los delincuentes? —no podía ser verdad, seis de la mañana con la cabeza rota y preocupado por eso. Eugenia frunció el ceño y me miró sorprendida.

—Yo me hago cargo, vuelve a descansar un ratito más. —me lanzó un beso y entró a la habitación.

—Que buen humor estás manejando. —dijo Peter mientras regresamos a su habitación, lo ayudé a entrar a la cama y luego a que se acomodara— Estoy bien, muchas gracias. —como le ordené las almohadas nos quedamos tan cerca que daba miedo.— Quería pedirte un favor.

—¿Otro más? —tenía que regresar a mi papel mala onda o esto se iba a descontrolar, entonces me senté en el sillón.

—Necesito que le des un vistazo a mi cosecha pero no quiero que le hagas nada, simplemente que veas que todo está bien, no podré visitarla estos días y no quiero que muera. —agregó hablando seriamente.— Tampoco permitas que Eugenia sea demasiado buena onda con todo o nos atrasamos, aunque no mejor eso lo hablaré yo con ella. ¿Tienen algo del ladrón?

—Si, los chicos encontraron un par de cosas desde donde se mueve pero no puse mucha atención, Euge dijo que hoy nos organizará a todos para que podamos seguir trabajando sin problema, no hace falta que te preocupes del grupo. —me acomodé con la manta.— Estas hablando de Eugenia, ella tiene el control de todo sin problema.

—Ya lo sé, pero no me dejará salir de acá, ya me lo dijo. Tienen que darme una actualización así no me aburro. —dijo.

—Hey, son las seis de la mañana. Puedes pensar en... no sé ¿Ponerte bien? ¿Tu salud? ¿Tu cabeza? No todo es trabajo en esta vida, desconéctate por una semana, tomalo como unas mini vacaciones del escuadrón suicida, ahora quiero dormir otros cinco minutos, despiertame solo si te estás muriendo. —cerré los ojos y escuché su risa.

Dormí una hora mas hasta que decidí que era momento de comenzar mi día, le preparé un simple desayuno y luego me fuí a trabajar con el equipo ahora liderado por mi idola casada: Eugenia. Mientras hablaba no podía dejar de pensar en eso y me daba mucha risa. Después de un rato me di cuenta que el Chino me estaba evitando/ignorando le pedí un par de cosas y ni siquiera me respondió.

—¿Alguien sabe que le pasa al Chino? —pregunté. Ursula y Bella se miraron y comenzaron a reírse.

—No te podemos decir porque es algo personal. —rió Ursula mientras escribía en el computador.— No entiendo porque a nosotras nos toca el trabajo aburrido de mirar estas cosas y a Lali le toca ponerle cremita al jefecito. — Bella me miró con una sonrisa.

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