B - 6

5.6K 406 178
                                    

Bitácora de Eugenia

Todos los casos fuera de la ciudad siempre tenía una complejidad extra considerando que este grupo no se caracteriza por ser muy ordenado, además Peter perdía la paciencia con mucha facilidad sobre todo si se trataba de Lali, me daba muchísima ternura verlo tan descolocado con una mujer, porque siempre se manejó tan perfecto y controlador en todos los sentidos que ahora estaba gozando bastante la situación.

—¿A qué se debe la reunión de líderes? —pregunté entrando a la habitación de Peter y Tincho— ¿Hay cosas nuevas?

—¿Te parece buena idea que Ursula y Lali duerman en la misma habitación? —preguntó Peter mirándome— Para mi deberías controlar un poco todo lo que pasa ahí, sobre todo porque hay frigobar y yo no pienso pagar nada de lo que tomen —se quejó, Tincho explotó de la risa.

—¿Es broma que me llamaste para esto? —pregunté sin entender nada y abrí una cerveza que estaba en la mesa— Lo mejor que les puede pasar a ambas es abrir ese frigobar y disfrutar de una vez, ya te dije que dejes de tratarlas como soldaditos porque las chicas no lo son, tienes que asumir que ambas son un desastre y no van a cambiar, no deberías estar preocupado porque te van a gastar el frigobar, deberías preocuparte por Lali que lleva una semana con ataques de ansiedad ¿Se lo dijiste a Mercedes?

—Si se lo digo la va llevar a una clínica Eugenia —dijo un poco triste— ¿Quieres que la encierren?

—Perdón que interrumpa la discusión pero Peter, si Lali necesita ayuda de un especialista lo mejor es que la internen —dijo Tincho preocupado— Ninguno de nosotros puede ayudarla, menos con una pistola en la mano ¿Estás pensando en las cosas que estás diciendo?

—Yo sé lo que digo —dijo enojado— No me jodas porque sabes perfectamente que sé de lo que hablo y si no quiero que lleven a ese lugar es porque sé que la van a tener dopada todo el día con... —se quedó en silencio recalculando la idea, Peter pasó por cosas muy feas— No le diré a Mercedes, nosotros vamos a ocuparnos y punto.

—A mi no me jode para nada y lo sabes, yo soy la persona que mas la quiero en esta casa —dije con una sonrisa.

—¿Estás segura? —Martín me interrumpió para hacer una broma y solté una carcajada, Peter lo miró horrible— ¿Pero qué te pasa? Estoy hablando de mi, yo tambien la quiero mucho, es mas... le regalé su juguete favorito. Perdón por interrumpir líder, igual yo a Eugenia la veo con muchas cualidades de contención, puede ser? —preguntó ahora burlándose de mí.

—Si, se cree psicóloga el tema es que no sé qué tipo de tratamientos está usando —dijo Peter.

—¿Quieres que te muestre? —pregunté con una sonrisa y los dos colapsaron— Estoy a favor que Lali la pase bien y si tengo que pagar su frigobar entonces lo haré sin problemas —dije con seguridad— Estoy preocupada por ella, pero capaz tienes razón por lo menos está a salvo con nosotros, no quiero que la encierren en un lugar, me muero de pena.

—¿Bella como esta? —preguntó Tincho— Me da un poco de pena verla mas apagada, ella siempre estaba tan arriba haciendo bromas —hice un puchero—

—No está bien pero tiene sus momentos, se está esforzando un montón es una mujer muy fuerte y valiente, la admiro muchísimo —dije con una sonrisa y Peter me miró con actitud de líder—¿Dije algo que te molestó? —pregunté y negó con una sonrisa, sabía que no me importaban sus reglas ridículas— No te preocupes, no haré un espectáculo en ningún lugar, cuido mi vida privada.

—A mi me da igual Eugenia, no quiero que tengas problemas con Mercedes —dijo levantando los hombros.

—Mercedes me da igual —respondí, mientras ambos se reían— Un poroto me importa, pero muchas gracias por tus buenas intenciones jefecito, igual me gustaría que te mires al espejo primero —ataqué y Tincho soltó una carcajada.

End game Where stories live. Discover now