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¡Hola! Aquí Dan.
He visto que algunos no entienden que ha pasado con los capítulos, les sugiero que lean el apartado "Antes de Leer" para aclarar sus dudas.

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—¡No jodas! ¡¿Tu casa es un barco?!

Levanté la mirada al oír la voz desconocida, desconcentrandome por completo de la melodía que tocaba con mi guitarra, una chica de cabello naranja miraba mi casa como si fuera una maravilla del mundo.

—Pues, sí. —contestó Juleka.

Fruncí el entrecejo al ver la desconocida, Juleka no era de traer a alguien nuevo sin Rose. Mi hermana y la chica dejaron sus mochilas a un lado del sillón sin notar aún mi presencia.

—No puedo creer que esta sea tu casa —la chica caminó hacia el escenario en el que la banda y yo practicabamos— ¿Aquí es dónde practican? —preguntó con curiosidad.

—Huh... Sí, de vez en cuando. —explicó mi hermana.

—Nada mal —dijo ella sacando su labio inferior, analizando el lugar para despues dar media vuelta hacia Juleka—. Bueno, a estudiar ¿No? Para eso le pediste ayuda.

—Claro. —se sentaron en un sillón y comenzaron abrir sus libros.

Tosí falsamente para llamar su atención, ya que en ningún momento me habían notado. Ellas rápidamente levantaron sus cabezas fijando sus miradas en mí.

—Hey. —hablé.

—Hola. —saluda la chica de pelo naranja con una pequeña sonrisa.

—No sabía que estabas aquí —Juleka se levantó del sillón y caminó hacía a mí—. Vete, tratamos de estudiar. —dijo entre dientes.

—¿Quién es ella? —pregunté ignorando su órden.

—Va a mi escuela —me levantó del sillón y me empujó dentro de la casa sin dejarme reaccionar—. Los exámenes son dentro de poco y no quiero reprobar, así que te quedas aquí.

Cerró la puerta de mi habitación y me dejó solo, volteé los ojos al ver lo exagerada que es, solo tenía curiosidad, no se tenía que poner así.

Caminé hacia mi cama y me dejé caer en ella, mirando directamente al techo, sintiendo poco a poco como mis ojos se volvían más pesados.
Hoy exactamente cumplía ocho meses desde lo de Marinette, mi relación con ella sigue igual, pero aprendí a vivir con eso, supongo.

Los amigos de Juleka ya no mencionan constantemente a Marinette como solían hacerlo, para no incomodarme, pero creo que es mejor así, ya no estoy seguro si quiero volver a verla, no después de actuar como si nunca hubiéramos sido amigos. Sin darme cuenta, caí dormido casi al instante.

No recuerdo que es lo que había soñado al momento de abrir los ojos, tampoco me importaba, lo único que me intrigaba era la música que entraba por mis oídos y la causante que hizo que despertara. Aún desorientado, miré la hora en el reloj de la mesa de estar, había pasado dos horas desde que me dormí. Entonces recordé el ensayo de la banda, hoy íbamos a probar una canción que Rose escribió pero parece que se adelantaron sin mí.

Me levanté de la cama y fui a lavar mi cara para despertar por completo, salí de mi habitación con mi guitarra en mano pero paré en seco al oír una voz cantar, una chica y no era Rose ni Juleka, conocía muy bien sus voces y no era ninguna de ellas dos. Aceleré mi paso hasta llegar a la cubierta en donde la banda estaba en el escenario, con la chica de cabello naranja tocando la guitarra y cantando.

Miré alrededor, escuchándolos estaban los amigos de Juleka, moviéndose al ritmo de la canción que escuchaban atentamente. Volví mi mirada hacia la chica de cabello naranja, que con sus ojos concentrados en la guitarra (que de hecho, era mía), cantaba con una gran afinación en su voz y con sentimiento, como si lo que cantara fuera algo personal.

Y lo sabía, porque yo también me desahogaba con la música casi la mayoría del tiempo.

No sé si me impresionaba el hecho que cantaba hermoso o que tocaba tan bien la guitarra, tal vez las dos. Pero me alegraba que hubiera otro músico entre nosotros.

—Hola Luka. —saludó Alya acercándose sin dejar de grabar con su celular a la banda.

—Hola —saludé como de costumbre y mis ojos volvieron a la chica que cantaba— ¿Cómo se llama?

—¿Mh? ¿Quién? ¿Tess? —ella pareció desorientada al ver que yo no la conocía.

—Tess. —repetí su nombre mientras la admiraba.

—¿No conoces a Tess? —preguntó Alya a lo cuál negué con la cabeza.

—En definitiva, no.

TRY HARD | Luka CouffaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora