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—Ya te lo he dicho, no tienes por qué recogerme siempre que salga de la escuela. —se quejó mi hermana rodando los ojos.

—¿Cómo no? Si eres mi hermanita —sacudí su cabello para desordenarlo— y mamá me obligó a venir.

—¿Tú hermano te viene a recoger? ¿Aún eres una bebita Juleka? —una chica rubia apareció detrás de nosotros y comenzó a burlarse de Juleka. Lo que hizo que me enfureciera— Quítate de mi camino, estorbas.

Sabía perfectamente quién era, Chloé Bourgeois, esa chica atormentaba a Marinette como si fuera su pasatiempo favorito. Me pregunto si habrá dejado de hacerlo.

Miré a Juleka, tratando de pedir una explicación con la mirada, pero lo único que hizo ella fue bajar su mirada, frunciendo los labios.

—Lo... Lo siento Chloé. —se disculpó mi hermana bajando la voz.

¿Por qué se disculpaba? Miré a la rubia lleno de enojo ¿Quién se creía ella como para hablarle así a mi hermana? Estuve a punto de reclamarle su repugnante actitud cuando una voz gritó el nombre de la rubia.

—¡Chloé! —volteé a mi derecha encontrándome con la chica de cabello naranja de hace algunos días, caminando hacía nosotros.

—Tessa... —la voz de Chloé titubeó al verla.

—¿Acaso tienes algún problema con mi amiga aquí? —preguntó Tess en cuanto estuvo lo suficiente cerca de nosotros, alzando una ceja, como si estuviera esperando una misma respuesta.

—Yo-o... —balbuceó Chloé hasta que respiraró hondo— ¡Sí! Tengo un problema con ella ¿Te importa?

Y algunos murmullos se hicieron presente en la salida de la preparatoria, miré a mi alrededor y pude observar a muchos estudiantes mirando la escena impresionados.

Tessa rió sarcásticamente.

—Si, hay un problema. Es que... —en un movimiento rápido fue hacía la rubia y la tomó de los hombros— tienes toda la cera para caminar y poder rodear a los chicos —nos señaló—, así podrías evitar problemas y no sé, tal vez dejar ese pasatiempo de dañar a las personas. Que tú lo estés no significa que los demás deberían estarlo —la rubia se veía incómoda, hasta que Tessa la soltó—, ah y por cierto, ser hija del alcalde no te hace dueña de las calles de París.

Sonreí, al menos alguien pudo ponerla en su lugar.

La cara de Chloé era la mejor, estaba roja de furia y apretaba los puños con fuerza.

—¡Tú-ú...! —tartamudeó Chloé— ¡Algún día haré que te expulsen de París! —su voz chillona hacía que me dolieron los oídos.

—Sigo esperando —Tessa se cruzó de brazos—. Pero por ahora hazme un favor y deja a Juleka en paz porque ella no te ha hecho nada —ahora ella parecía estar enojada por el tono en su voz—. Ya es el colmo que te metas con mis amigos.

Chloé jadeó ofendida y caminó hacía una limosina lujosa y se fue de ahí con rapidez.

—Tess... No tenías por qué... Ya tienes muchos problemas con Chloé. —habló Juleka apenada.

Lasserre quitó su ceño fruncido para sonreírle a mi hermana.

—La hija de papi puede molestar a sus sirvientes, pero nunca a una amiga —ella guiñó un ojo haciendo que Juleka sonría—. Me tengo que ir ¿Nos vemos mañana a las doce?

—Mañana a las doce. —afirmó mi hermana.

Luego de que ellas dos se despidieran, me atreví a preguntar mientras andábamos en mi bicicleta con dirección a nuestra casa.

—¿Que harán mañana? —pregunté tratando de fingir desinterés.

—Le pedí ayuda para estudiar, pronto serán los exámenes y ella es la mejor de su grupo.

[ . . . ]

Estaban haciendo todo lo contrario de estudiar.

—¿Y cómo van las cosas con Rose y tú?— preguntó Tessa a Juleka.

—Pensé que estarían estudiando. —hablé, al mirar comida rápida y vasos llenos con refresco sobre la mesa de la cocina.

—Ya terminamos —afirmó Juleka—. No hablemos de eso —dirigiéndose a Tessa— ¿Cómo son las materias en último año?

—Fáciles... Como siempre... Normales —Tessa alzó los hombros y llevó su vaso a los labios—. Ya quiero graduarme —y bebió— ¿Quieres pizza Guitarrista? —la de ojos avellana me miró, me sorprendí por el apodo aunque no fuera la gran cosa.

—Hm... No, gracias, estoy bien. —le sonreí y caminé hasta el sofá de la zona de la sala.

En mis manos abrí mi libreta de canciones, era de color negro, con muchas pegatinas de mis artistas favoritos pegadas en la portada y contraportada. Estaba dispuesto a escribir una nueva canción, quería hacerlo pero desde hace mucho tiempo pero, pasó lo que siempre les pasa a los artistas en algún momento.

No hay inspiración.

Gruñí por frustración y comencé a revisar las viejas canciones sin completar, tal vez el día de hoy al fin las completaría, pero ninguna me convencía del todo.

Mediante que revisaba las letras de las canciones no pude evitar pensar en lo mucho que me desahogue escribiendo y componiendo.

Era frustrante cuando esto pasaba, desde hace meses la banda no tenía una canción nueva y nos urgía más canciones, gracias a mi ausencia por ese período, la banda fue descuidada y aunque Rose trató de escribir una canción, no les convenció a ninguno.

Tenía que recompensarselos

—Que cara tan larga. —alcé la vista encontrándome con Tessa mirándome con cierta curiosidad.

Fruncí el ceño, estaba demasiado frustrado como para contestar a eso.

—¿Que sucede, hermano?

Negué con la cabeza, tomé mi libreta y salí de la habitación, tal vez sea un simple bloqueo, tal vez al estar al aire libre me ayude.

Eso espero.

TRY HARD | Luka CouffaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora