Elder Scrolls Y Cazadores: Dragón Rose

Capítulo 54: Las ratas huelen sangre

Les dije a todos en SpaceBattles que no sabía si podría terminar otro capítulo antes de más de dos semanas gracias a mi próximo horario de trabajo. Sin embargo, ya escribí la mayor parte del próximo capítulo antes de publicarlo aquí. Es como si xTRESTWHOx y NaanContributor ni siquiera lo supieran en el momento de esta presentación. Si no tuviera que trabajar por dinero, no sería una preocupación .

¡Oh, bueno, no puedo ayudar! ¡Disfruten todos!

Mientras Ruby planeaba su expedición a Shriekwind Bastion, Zora llegó a la posada con Joselyn a cuestas. La joven maga no dijo mucho y pareció intentar esconderse en un rincón, pero Zora era lo suficientemente bulliciosa para ambos. En algún momento, comenzó a hablar con un hombre llamado Gorr sobre sus hazañas como ex luchador de Arena. Ruby apenas lo escuchó, mientras intentaba averiguar la mejor manera de acercarse a una tumba posiblemente llena de vampiros.

"Y luego la placa de su pecho se derrumbó por el golpe de martillo. El hombre casi se asfixia antes de que pudieran sacarlo de su armadura", dijo el Guardia Roja antes de mirar casualmente por encima del hombro de Ruby a la lista de cosas que había escrito. "Hm, parece que vas a un lugar... peligroso. ¿Necesitas algo de músculo donde vas?"

Ruby resopló, habiendo decidido al escucharlo que realmente no le gustaba el hombre. Parecía disfrutar demasiado matando para su gusto. "Sí, voy a un nido de vampiros."

"¿De nuevo?" Zora preguntó sorprendida. "Bueno, me duele un poco que no me hayas informado, pequeño señor. Sabes cuánto me divertí en nuestro último viaje de caza de vampiros juntos."

"Oh, uh, lo siento Zora. Solo pensé que podrías haber estado ocupada. Puedes venir si quieres."

"Quizás le vendría bien un poco más", sugirió Gorr. Estás de suerte. Creo que he matado a más hombres que minutos en un día.

Ruby agradeció a sus estrellas de la suerte que un juego de preguntas al azar que ella y Yang jugaron hace algunos meses todavía estaba fresco en su mente.

"¿Ha matado a más de mil cuatrocientos cuarenta hombres?"

"Esos pocos, ¿eh?" respondió con la misma rapidez, haciendo que Ruby se estremeciera ante el fracaso de su jab. "A este ritmo, será mejor que lo cambie a segundos". Él se rió mientras Ruby negó con la cabeza y Zora sonrió, aparentemente notando la decepción interna de la chica más joven. "¿Pero quién cuenta?"

"Ese es un número muy grande", señaló Lydia desde el otro lado de la mesa antes de mojar una pluma y escribir algo más en la lista.

"¿Cómo pudiste matar a tanta gente?" Ruby preguntó retóricamente, ya sabiendo que era estadísticamente imposible.

"Todo está en las caderas amigo", explicó con una sonrisa. "Matar a un bandido es como hacer el amor con una doncella. Solo lleva un segundo y no hay escasez de sangre". Ruby sacó la lengua con disgusto mientras Lydia lo miraba de reojo.

"También hay una cantidad excesiva de gruñidos involucrados", agregó Zora, a lo que Ruby hizo un sonido más fuerte de náuseas y Gorr se rió.

"Veo que mi señora disfruta tanto de sus batallas como de sus hombres".

"Sí, pero solo un poco a la vez. Demasiado podría hacerlo aburrido", enunció.

"Los dos son asquerosos", murmuró el adolescente mientras los miraba con desánimo. "Pero no diré que no para ayudar. Solo mantén tu mejor comportamiento". Se tomó un momento para mirar el mapa antes de señalar una montaña al sur del lago Ilanalta y al norte de Falkreath. "Está bien, bueno, si vienes, parece que la mejor manera de entrar es por una entrada cerca de Oakwood. Le pregunté a un guardia acerca de eso, y el lugar ha tenido algunas desapariciones. Pero como es un pueblo de Falkreath, no hay nada Whiterun los guardias pueden hacer al respecto. La información de Capric apunta a que está un poco al suroeste de allí, y luego atraviesa la Montaña Shriekwind ".