Parte 12

901 54 6
                                    

Durante toda la infancia Carla soñó con un chico con ojos marrones, un chico cariñoso y capaz de darle lo que ella necesita, esos sueños se hicieron más y más repetibles. Jamás entendió lo que significa hasta que se enamoro de Samuel, es entonces que esos sueños tuvieron sentido.

El siguiente día Samuel preparo el desayuno para Carla, la vio tan relajada mientras dormía que sentía mucha pena por tener que despertarla. Le traigo el desayuno en la cama, esa aroma le hico abrir los ojos y a la misma vez abrió su apetito.

-Mmmm... ¿Qué huele tan rico?

-El desayuno para mi princesa -  responde

-Me tratas como una reina – dice al levantarse un poco

Samuel no llevaba camisa, ella no dejaba de observar su abdomen, el pensó que miraba su cuerpo cuando en realidad miraba otro pequeño detalle.

-¿Qué miras?

-Este tatuaje...

Samuel sonríe tímidamente.

-¿Es tu favorito? – cuestiona el castaño

-Claro, me hace recordar cuanto me amas.

Samuel se acuesta a su lado, quedan mirándose fijamente en los ojos, cada vez que sus miradas se hicieron profundas volvieron enamorase... a veces diez veces al día.

-Siempre me gustaron tus ojos – comenta Samuel

-¿Solamente mis ojos?

-Todo de ti me encanta, preciosa.

-Yo también quiero hacer un tatuaje.

-¿De verdad?

-Ha pensado mucho en qué tipo de tatuaje, creo que ahora lo tengo muy bien pensando.

-Me alegro ¿Vamos a desayunar?

-Si, por fa, quiero la rica comida que me has preparado.

El desayuno pasó en silencio, los dos empezaron sentirse como una par de casados, se conocían perfectamente, es por eso que Samuel decidió sorprenderla...

-¿Qué es esto? – cuestiona la rubia al ver a Samuel queriendo ponerle una corbata sobre los ojos

-Te tengo una sorpresa preparada – respondo

-¡Ay, no, no... a mi no me gustan las sorpresas, sobre todo no de este tipo!

Samuel no deja de reírse, sienta a su lado.

-Confía en mí – le suspira

-Eres muy perverso, no lo sabía – confiesa

-Te quiero llevar  a un lugar.

Carla queda callada, se siente un poco avergonzada por pensar en otra cosa.

-Esa sorpresa la podríamos dejar para otro día -  bromea

-Me gustaría eso.

Samuel se levanta, pone corbata sobre ojos de Carla, tomándola por la mano, la llave fuera de la casa con mucho cuidado.

-¿Vas a saber manejar con mi coche? – pregunta Carla

-Si, no te preocupes – responde al hacerle entrar en el coche

En cuanto Samuel entro y cierro las puertas no podía dejar de sonreírse como un tonto, le divertía ver a Carla en ese estado de preocupación y anticipación. Todo el camino hacia ese lugar fue como una pequeña aventura, Carla estaba ansiosa por saber donde la lleva...

Cuando por fin llegaron él le ayudo salir del coche, haciéndole entrar en ese lugar un poco oscuro, fue como una tienda pero en realidad es un  estudio de tatuajes.

Después de ti |CARMUEL|Where stories live. Discover now