8.

130 19 15
                                    

-Es que no logro comprender qué rayos está pasando, Namjoon. De pronto llegas aquí, con un tipo inconsciente que aparentemente está drogado y tratas de decirme que debo tranquilizarme. ¿Acaso has perdido la cabeza?

-No está drogado, Seok Jin... De verdad necesitas tranquilizarte.

-¡Pero si has dicho que no charlaste ni siquiera diez minutos con él antes de que se volviera loco! ¿Cómo puedes asegurar que no está en drogas? Voy a llamar al número de la nota en su chaqueta, si me disculpas debo ir con el administrador para que me permita usar el teléfono. Joder, lo que menos necesito justo ahora es deber más dinero.

-Detente ya de una vez por todas. ¡Yoongi no está drogado y necesito saber quién es el tal Song Jeong Ho primero!

-¿Es que acaso no lo entiendes, Namjoon? Nada te asegura que el tipo no se haya drogado antes. ¿Qué pasa si así fue y de pronto todos en el edificio saben que trajiste a alguien en ese estado? Ya tenemos muchos problemas y ni tú ni yo estamos en situación para tener más. Si la policía viene, ¡será el pretexto perfecto para que el maldito señor Choi nos eche!

Yoongi alcanzó a escuchar apenas pequeños retazos de lo que parecía ser una fuerte discusión. Abrió sus ojos con dificultad, su vista dando mil vueltas sin lograr mantenerse fija en la luz amarilla y borrosa que podía ver frente a él. Cuando pudo sentir sus brazos y piernas, hizo un esfuerzo sobrehumano para mover su cuerpo; se encontraba acostado sobre algún lugar y no tenía idea de cómo llegó ahí. Y fue en el momento donde quienes discutían notaron aquello, que ambos callaron.

-¿Yoongi? ¿Cómo te sientes?

El nombrado escuchó la voz de Namjoon. Tenía apenas un vago recuerdo de haberle visto en el bar donde laboraba, giró la vista hacia su lado derecho una vez sentado, y la silueta borrosa de quien fue su mejor amigo se hizo presente junto a figura que vestía pantalones deportivos negros y una camisa floja en verde olivo. No logró reconocer a esa persona.

-¿Cómo carajo llegué aquí?- preguntó Yoongi, aún intentando enfocar su vista.

-¿Estás drogado, chico?- habló aquel desconocido, su voz era más lisa y suave que la de su amigo.

-¡Seok Jin!- reprimió Namjoon.

-Ni siquiera bebo- respondió el que apenas y lograba volver a ver con normalidad. Encontró que la silueta desconocida tenía un rostro encantador con labios carnosos y nariz achatada.

-Encontré esto en tus cosas... No sé si lo necesitas justo ahora- Kim Namjoon acercó el inhalador de Yoongi hacia su mano, éste lo tomó para usarlo de inmediato, ya que sentía la respiración pesada. -Disculpa a Seok Jin, es que sólo está asustado.

-Disculpe usted- dijo Yoongi hacia quien ahora sabía se llamaba Seok Jin-. No sé cómo llegué aquí y no deseo incomodarle, me marcharé en cuanto pueda ponerme en pie.

-No, disculpa... ¿Yoongi, cierto?- es sólo que no esperaba ver a Namjoon cargando a un chico en cuanto llegó del trabajo. ¿Qué te ha sucedido?

-No recuerdo nada...- susurró, aún perdido.

Namjoon comenzó a relatar los hechos acontecidos apenas una hora antes. De cómo Yoongi le había pedido volver a Daegu e incluso le había ofrecido dinero, pero éste no podía recordar nada de aquella conversación.

-Y eso no es lo más grave, Yoongi- continuaba Namjoon, con cierto temor en sus palabras mientras Seok Jin permanecía en silencio con un gesto de preocupación notorio. -Hablaste de sangre en tus manos, de gente que has asesinado.

-¿Y aún así tuviste la gran idea de traerle aquí, Namjoon?- Seok Jin interrumpió, totalmente alarmado. Él no había escuchado esa parte de la historia.

La venganza del inocente. » YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora