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—Por favor, Hoseok. Repite toda la información y el plan.

—¿Puedes por una vez no tener tanta paranoia, Taehyung? Hemos hecho esto al menos un puñado de veces.

—No es paranoia, solamente quiero asegurarme de que todo marche a la perfección.

—Ya no hay tiempo, el tipo ya está en el sitio y Jungkook ya tomó posición, te veo en un rato.

Jung Hoseok descendió entonces de aquel coche y cruzó los dedos para que el vehículo no tuviera por idea presentar un fallo justo en el momento cumbre. Era una noche lluviosa y le molestaba tener que esquivar los charcos en la acera porque sus vestimentas debían verse impecables. Luego de unos metros avanzados, por fin estaba dentro de aquel bar en pleno centro de Daegu, uno de esos pocos en los que nadie que se considerara de buenos hábitos visitaría, pero siempre existían esos sujetos que llevaban una careta de perfección hasta que encontraban un sitio como aquellos.
El abrigo rojo de terciopelo que Hoseok llevaba parecía una prenda original y un poco fuera de la época que a su vez le brindaba un toque de extravagancia, más de una de esas miradas que danzaban entre música de fondo y humo de cigarrillo por doquier, le miraron al entrar al recinto. Nadie le pidió identificarse y tampoco cargaba su cédula, ya que si alguien daba con su nombre hubiese sido un gran error.

—¿Tienes el pago?— dijo un hombre robusto y de avanzada edad tras la barra una vez que Jung se encontraba ahí.

—Si esto nos sale como lo planeado, ten por seguro que te recompensaré bien— respondió Hoseok, deslizando discretamente un pequeño sobre a la par que tomaba un vaso lleno de un líquido casi tan rojo como su abrigo. Tomó asiento en el banquillo más cercano a él y prestó atención a sus alrededores.

El hombre de la barra se limitó a brindar media sonrisa y después continuó atendiendo a algún cliente buscando una bebida alcohólica.
Aquel sitio brindaba alguna melodía de trot* en calidad de audio bastante mediocre y en nivel más bien bajo, a ninguna de esas decenas de hombres que visitaban el sitio parecía molestarle ya que en general, la conversación y el interés por buscar una cita con quien tal vez pasar a un terreno más íntimo, era en demasía de mayor importancia. El humo del tabaco no ayudaba mucho a tener una buena visión, sin embargo entre las multitudes de personas que abarrotaron ese lugar, fue que le vio entrar: un hombre extranjero de cabello cano y ojos tan azules como cansados; algunas arrugas navegaban ya en su frente y bajo su chata nariz descansaba un bigote sólo un poco más oscuro que su cabellera y a la vez ocultaba sus secos labios. Vestía sin duda un traje que denotaba su posición económica de pies a cabeza debajo de una costosa gabardina de cuero.

—Es él— dijo el hombre de la barra, sutilmente hacia Hoseok.

—Ya lo sé, lo investigué un poco y en efecto, es una mierda depravada.

Jung Hoseok clavó su mirada sobre ese sujeto que ya se acercaba a la barra del bar. El hombre entonces brindó una retorcida sonrisa hacia el menor, aquel que sólo pudo ahogar una mueca de asco para su interior.

Can you speak korean, sir?— Dijo Hoseok sin perder su bella sonrisa, una vez que el horrible sujeto estuvo frente a él.

—Hablo tu idioma, ¿Tú puedes hablar inglés?— el hombre prestó entonces toda su atención hacia Hoseok, olvidando incluso sus intenciones de solicitar una bebida.

—No mucho, para ser sincero—rió—. Pero debe ser difícil estar lejos de casa, así que me gusta ayudar.

—Eres un joven tan amable como apuesto, ¿puedo saber el nombre de mi casi salvador?

—Me llamo Kim Seung Joon, ¿Y su nombre, sir?

Charles Brown... ¿Sabes? He estado en este país las suficientes ocasiones como para poder dominar tu idioma y aún así aún tengo problemas con el tema de los nombres.

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⏰ Last updated: Aug 30, 2021 ⏰

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La venganza del inocente. » YoonMinWhere stories live. Discover now