Capítulo 6 - Gracias.

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La nueva colección estaba lista y la pasarela estaba a la vuelta de la esquina.
Todos los días estábamos trabajando en el más mínimo detalle, regularmente cuando se acercaba un nuevo lanzamiento, Zab y yo nos poníamos muy ansiosas e incluso histéricas, todo nos estresaba estos días y llegábamos a estar irritadas.

Me sentía lo suficientemente agobiada con cada día que pasaba y no es que fuéramos una inexpertas en el tema pero siempre nos preocupaba el que todo estuviera perfecto, hacerlo bien. Después de todo de cierto modo el foco mediático solía estar sobre nosotras, Zab siendo hija de una de las abogadas más importantes del país y yo, bueno, eso no lo tengo que explicar.

-Ya quiero que sea un día después del desfile, esto me está estresando de más, me van a salir canas verdes.-Habló mi mejor amiga mientras se tiraba en el pequeño sillón de su estudio.

-Zabanna, levántate y ven a ayudarme a hacer las invitaciones, sé que es cansado incluso yo me quiero ir pero piensa que entre más rápido terminemos más pronto seremos libres por hoy.-Respondí mientras cortaba unos listones azules que cerrarían las invitaciones.

Mi amiga se quejó un par de minutos extras pero al final volvió a ayudarme y unas dos horas después terminamos de hacer las dichosas invitaciones.

-Mañana las llevaré a el servicio de correos para que las entreguen, ahora mismo sólo quiero irme a casa.-Habló Zabanna mientras estiraba los brazos y se levantaba de la silla giratoria.

-Perfecto, nos vemos mañana para buscar a las chicas que desfilarán.

Salí rápido de ahí, Marcelo quería verme al parecer para hablar e incluso cerrar trato con lo de la publicidad.

Me había citado en una edifico cerca de Satélite, en el cuál se albergaban oficinas de varias compañías.

La plática con Marcelo tardó más de lo que esperaba, hablamos bastante sobre el trabajo que quería que hiciera, era algo sencillo, lo ayudaría con unas campañas de publicidad en sus redes sociales personales. Además que tocamos temas personales, como mi relación con Diego y su esposa e hijos.
Fue bastante agradable.

-Pues muchísimas gracias, será lo máximo trabajar juntos.-Soltó Marcelo en un tono entusiasta.

-Lo mismo digo, gracias por la confianza.-Respondí mientras le daba un corto abrazo.

-Nos estaremos viendo y queda pendiente la salida en parejas.-Habló mientras caminaba hacía su auto.

El estacionamiento estaba demasiado solo, no podía esperar menos eran casi las nueve de la noche.

Subí a mi carro, suspiré, lo único que quería hacer era dormir. Llevaba todo el día como loca, checando asuntos de Alexander, manejando para cruzar media ciudad, trabajando en la próxima presentación de colección Luzab y ahora también la cita exhaustiva con Marcelo.
Giré la llave dispuesta a irme y mi carro decidió que era un buen momento para no encender.

Me bajé del coche y abrir el cofre para buscar la falla aunque realmente desconocía que revisar. Busqué el celular en mi bolso para buscar ayuda o llamarle a mi papá, sorpresa, estaba descargado y era de esperarse, era de noche y llevaba todo el día maquinando. Genial.
Me dispuse a volver a ingresar al edificio para buscar un enchufe o a alguien que me ayudará.
A través del eco se escucharon unos pasos y justo cuando me giré para ver quién era.

-Lucy, ¿todo bien?-Preguntó Rodrigo mientras se acercaba hacía donde me encontraba.

Mi corazón dió un vuelco, no me esperaba verlo tan pronto. Tenía una camisa blanca con los primeros dos botones desabrochados y era sumamente placentero verlo de esa forma.

-La verdad no, mi coche no enciende. He tenido un día lo suficientemente cansado y ahora esto, solamente quiero irme a casa pero mi celular está descargado y tampoco pude llamar una grúa, a papá o un uber.-Suspiré.-¿Podrías ayudarme?

Rodrigo POV.

Asentí.
Me dispuse a checar que podría ser y aunque tenía una vaga idea de cuál era el problema después de revisar, decidí que esta era una oportunidad que me estaba dando el universo y que no podía dejar pasar. Rara vez venía a este edificio, pero el día de hoy vine para poder hablar con un colega y asesorarlo en algunos asuntos de Marketing. Sin duda fue una gran elección hacerlo hoy.

-Esto va a necesitar algo más que mi ayuda.-Mencioné cerrando el cofre y tratando de sonar serio.-¿Qué te parece si te llevo a casa? y mañana mando a alguien a que arregle el problema.

-Ahorita sería el momento en que te diría que no quiero molestar y que sólo me prestes tu celular para llamarle a mi papá pero tengo hambre y sueño, además eso tomaría más tiempo.-Respondió mientras se reía, sacó su bolsa del coche, lo cerró y activo la alarma.-Así que estoy de acuerdo.-Soltó las llaves del auto en mis manos.

-En ese caso, vámonos.-Comenté mientras la guiaba hasta mi camioneta y guardaba sus llaves en mi pantalón.

Lucía POV.

Rodrigo me abrió la puerta del copiloto, tan caballero.

-Y bueno, ¿A dónde te llevo?-Preguntó arrancando, mire sus manos en el volante, se veían relajadas y me gustaba mucho como la estructura de estas.

-¿No sabes dónde vivo?-Cuestione, negó.-Al ser amigo de papá creería que ya sabías.

-Por lo general nos reunimos en casa de Arturo y una que otra vez en la mía.-Me respondió despreocupado.-¿Qué te parece si vamos a cenar algo?-soltó de pronto mientras me miraba en el alto de un semáforo.

Me sentía nerviosa de estar aquí con él. Su presencia causaba algo que no podía explicar y de nuevo mi novio venía a mi mente, sentía que esto no estaba bien. Además ya era mucho que me llevara a casa y era de noche, si Diego se entaraba no estaría muy contento.

-No, no quiero quitarte más tu tiempo. Tal vez, después.

El resto del camino fue silencioso, ninguno volvió a hablar y ahí me sentí tonta, él solo intentaba ser amable y yo haciéndome la importante. Ya ni siquiera quería mirarlo.

-Bien, llegamos.-Anunció aparcando al frente de mi hogar. Salió del auto y le dió la vuelta para poder abrirme la puerta.
Bajé y nos quedamos viendo.

-¿Me das tu número? Para ponernos de acuerdo y traerte tu coche mañana.

Me tendió su celular y le anoté el mío.

-Muchas gracias por traerme, no hubiera encontrado solución más rápida, capaz y me quedaba dormida ahí en el coche.-Lo escuché reír y reí también.-Gracias en serio.-Repetí mirando sus ojos que ahí a plena luna lucían más profundos y llamativos.

-No es nada.

Hubo otro silencio corto.

-Bien, nos vemos mañana.-Anunció caminando a su auto.

Sentí una necesidad impulsiva que quemaba y lo alcance para detenerlo mientras tomaba su mano.

-
HOLI CRAYOLI, espero se escuentren bien.

¿Les gustó? ¿Qué opinan?

Sería muy valioso para mi que me dieran su opinión o comentarios.

Un beso, nos vemos en el siguiente capítulo.

DREAM ON, LITTLE DREAMER. ( Rodrigo Herrera Aspra )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora