Capítulo 25 - Vino y amigos.

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Sorpresivamente mamá nunca vió las fotos, o al menos, no me dijo nada al respecto. Las imágenes circularon unos tres días más de forma masiva y ahora mismo ya no parecía ser relevante para el internet lo cuál era bueno.

Rodrigo tuvo que hablarle a su hija de mí y de nuestro noviazgo, no de la forma que él quería pero sí de la forma en que tuvo que ser, a ella si le llegaron las fotos por medio de una amiga y no pasó mucho tiempo en que su hija lo llamó, le pidió la historia de como sucedió todo, le dijo que quería verme en fotos y le dijo que era bonita, que quería conocerme. No opinó más al respecto pero Rodrigo dice que ella lo tomó bien.

-Me encantaría que me acompañes.-Habló mi novio.

Íbamos camino a una especie de reunión o algo así, la verdad desconocía cuál era la intención de ella pero Arturo quería que fuéramos a su casa.

-Siempre me ha gustado ir con Pau, para pasar unos días con ella por allá, darle un tiempo tan sólo a ella, antes de que regrese a México a pasar sus vaciones junto con sus hermanos.

-Me agradaría mucho, amor.-Respondí contenta, Rodrigo siempre me agregaba a sus planes y me hacía sentir incluida en todo momento, me encanta eso de él.

-Pero, estás diciendo que es tiempo de calidad con ella y yo no quiero ir a interrumpir el tiempo de ustedes, yo puedo conocerla cuando vuelvan a México.-Agregué.

-No creo que tenga problema porque Pau quiere conocerte, pero, si quieres sentirte más segura con la decisión lo volveré a hablar con ella.

Llegamos al residencial donde se encontraba la casa de los Ayub, había muy pocas casas y casi todas eran iguales, de alguna forma se veían bien pero me parecía muy poco original que fuera tan similar todo.

Rodrigo aparco frente a una casa del fondo.

-Pues, al parecer seremos los únicos en su reunión.-Dijo mi novio mientras me ayudaba a bajar.

Rodrigo POV.

Arturo nos había citado en su casa, con el pretexto de que era una reunión grande de allegados pero sólo nosotros dos estábamos aquí en su casa.

-Tenía muchas ganas de conocerte.-Hablo Johanna, la esposa de mi amigo dirigiéndose a mi Lucía.-Arturo se la ha pasado hablando de todo lo que Rodrigo le habla de ti.

Lucía me miró y soltó una risita.

-Es bueno saber que mi novio habla de mí con sus amigos.-Puso su mano en mi rodilla y yo puse la mía encima de la suya.

-Bromeas, es como una grabadora, se la pasa hablando maravillas de ti en las grabaciones.-Agregó Ayub.-Lo tienes bien enamorado.

-Como debe de ser.-Agregó de forma cómica Lucía.

Básicamente la reunión había sido simplemente porque Johanna quería ver a Lucía, entre ella y su esposo quería saber más de nuestra relación y aunque Arturo sabía suficientes cosas, faltaban más por agregar.

Lucía POV.

Johanna, era una mujer asombrosa, demasiado alegre, amigable y muy sonriente, no me sorprendía en lo absoluto que fuera la esposa de Ayub, ambos era muy graciosos y espontáneos. Tal para cuál.

La velada fue muy tranquila y cómoda, nos la pasamos bebiendo vino y charlando de lo más relajado, la mayoría del tiempo, Rodrigo y yo estuvimos respondiendo sus preguntas sobre la relación que teníamos y aunque eran muchas se sintió agradable, sobre todo por lo perspicaz de los comentarios de Arturo.

En el trayecto a casa me la pase hablando con Rodrigo de lo bonita que se veía la luna y de las estrellas.

-Deberías pasar.-Hablé.

Los dos nos encontrábamos afuera de la casa de mis padres, estábamos abrazados, Rodrigo estaba recargado en el auto, la noche estaba callada y soplaba una brisa demasiado gélida.

Mi novio me miró dudoso.

-¿Estás segura, mi amor?-Cuestionó.-Podría estar tu mamá y ya hemos corrido con mucha suerte para esquivar problemas.

-Sinceramente no me intrresa, aún no quiero que te vayas, quiero estar más tiempo contigo.-Respondí decidida.

A decir verdad, si me daba miedo pero era más de media noche y era imposible que ella estuviera despierta aún.

Tomé la mano de Rodrigo y lo guíe hasta la casa. Las luces estaban apagas y no se distinguía ningún sonido en particular, así que entramos sin más.

Lo lleve a mi cuarto, tampoco estaba tan loca como para quedarme en plena sala y correr riesgos innecesarios llamados: mi mamá.

Nos la pasamos hablando hasta las cuatro de la mañana. Me había contado experiencias varias, desde la universidad, hasta de su empresa, sus hijos, su filosofía y muchas otras anécdotas personales. Esta noche traté de hablar lo menos posible, quería escucharlo, quería conocerlo más. Me parecía increíble lo inteligente que era y como tenía la facilidad de siempre sacar nuevos temas de conversación, me encantaba aprender de su forma de pensar en temas sencillos o elaborados, era increíble y cada vez crecía más mi admiración por él. No había duda que era un hombre en toda la extensión de la palabra, su madures y su experiencia me atraían muchísimo.

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Holi crayoli, mis chulas, les dejo este capítulo cortito que se compensará con el que sigue.

¿Cómo están? ¿Cómo les cayó la bomba de la boda? Si les soy sincera me dió el bajón el día que aún era un rumor, ahora mismo, ya sólo me siento feliz por ellos y me urge tener más fotos.

Déjeme sus comentarios que son mega importantes para mí, nos leemos prontito. ✨🤗

DREAM ON, LITTLE DREAMER. ( Rodrigo Herrera Aspra )Where stories live. Discover now