❄️ Anhelos de Afecto ❄️

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El repiqueteo de la tormenta en el exterior lo hizo estremecer. El frío permeaba las paredes del hogar y Yin Yu tuvo que encender el fuego de la chimenea, para caldear un poco el ambiente.

En aquel lado de la periferia el invierno no comenzaba hasta enero, que lloviera a cantaros en pleno otoño no parecía algo que sucediera comúnmente. Si uno fuera supersticioso quizás creería que era un mal augurio, pero, si uno lo pensaba en profundidad, últimamente habían ocurrido muchos desastres naturales.

Posteriormente se acomodó en el sofá de la sala, para ver documentales sobre animales salvajes en su hábitat natural. El niño que siempre lo acompañaba esperó obedientemente a que  su shixiong se sentara y, cuando finalmente lo hizo, una cabeza llena de bucles negros cayó sobre el hombro de Yin Yu.

Para bien o para mal, Yin Yu ya se había habituado a que el pequeño YiZhen estuviera constantemente encima de él. Si bien no podía decir que estaba extremadamente cómodo con su presencia... En realidad, se dio cuenta por sí mismo que este niño no era alguien a quien realmente tuviera motivos para odiar.

Al final del día, cualquier resentimiento de Yin Yu hacia Quan YiZhen, nacía de su propio corazón ennegrecido.

De forma muy repentina, tanto que ambos se sobresaltaron, vieron a Feng Xin atravesar la sala corriendo; como alma que lleva el diablo.

Sus pies estaban descalzos, su ropa apenas cubría su cuerpo, pero él había embestido la entrada de la cabaña como una bestia salvaje, como un animal sin frenos que necesita huir y ponerse a salvo de quién-sabe-qué.

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Cuando Xie Lian escuchó que una de las criadas estaba tocando su puerta a esas horas de la noche, supo que algo andaba mal. Tras recibir el comunicado urgente de la dama, se puso una bata de seda dorada y bajó corriendo las escaleras.

La servidumbre tenía la orden explícita de permitir la entrada de todos los miembros de su equipo de patinaje, cualquiera que fuera la hora y sin importar el motivo.

Si algo sucedía, tenían que avisar inmediatamente a Xie Lian.

De modo que ahí estaba Feng Xin. Envuelto en una toalla y un par de mantas térmicas, sosteniendo una taza de té entre sus manos, y con sus pies remojándose en una ponchera de agua tibia. De alguna manera había que contrarrestar los efectos nocivos del camino empedrado, que había corrido descalzo a sotavento.

—Feng Xin, te ves muy alterado— aunque Xie Lian se anticipaba el motivo, aún sintió que necesitaba preguntar—. ¿Qué ha pasado?

Feng Xin movió sus labios, pero no salió absolutamente ninguna palabra, como si todo el oxígeno en sus pulmones se hubiera consumido en sus intentos por seguir respirando.

Le tomó un momento recuperar su habla.

Xie Lian jamás había visto a Feng Xin con un semblante como aquel. Su expresión oscura era poco común, por lo general era risueño e idealista; cualquier chiste, malo o bueno, lo haría rodar por el piso, incapaz de contener aquella risa burbujeante. 

Esta vez se veía severamente agraviado, triste y un poco desesperado. 

—Yo... Yo... después de la pelea... bueno... Mu Qing cuidó de mí.

Generalmente no parecía tener muchos problemas en expresar sus pensamientos y emociones, pero, esta vez, él verdaderamente no lograba poner las palabras en orden. Se llevó una mano al cabello empapado, resopló con frustración y las uñas se enterraron con fuera sobre su cráneo.

Castle Of Glass {FengQing} [TGCF]Where stories live. Discover now