Castle Of Glass {FengQing} [TGCF]

🍁 Otoño, parte 2 & Invierno ☃️

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Cómo enamorarse de un idiota sin morir en el intento.
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La pregunta nunca fue ¿qué motivos hay para fijarse en alguien como Feng Xin?

Cuando gritaba a pulmón, no importaba que tuviera razón o no, irradiaba una sensación de certeza incuestionable y esto fue lo que más golpeó el fuerte orgullo de Mu Qing.

Sus palabras siempre eran tan directas que llegaban a ser insensibles, aun así, Mu Qing nunca había conocido a una persona cuya línea de pensamiento y curso de acción fueran tan consecuentes. Si Feng Xin decía una cosa, por seguro lo haría...

Feng Xin era la clase de persona capaz de cerrarte la puerta en toda la cara, mientras venteaba todas sus emociones en forma de peyorativos, como si te odiara. No obstante, sería incapaz de guardar rencores, de modo que, volvería a abrir la puerta para explicarte el motivo de su enojo y asegurarse de no haber quebrado tu nariz.

Una vez, cuando apenas llevaba unas cuantas semanas viviendo en la cabaña, había discutido con Hua Cheng sobre cómo debería distribuirse la limpieza del hogar; y aunque terminó ladrando puras tonterías sobre el trabajo en equipo, logró que Hua Cheng cediera a su razonamiento.

Insistió en que la mejor forma de repartir las responsabilidades era a través de los videojuegos y, Mu Qing no sabía muy bien cómo, pero los demás parecieron estar de acuerdo. Desde entonces habían acordado un sistema, en función de decidir quién lavaría los platos o quién trapearía el suelo, y para ello jugarían una partida de Call of Duty.

Y de alguna manera había funcionado.

La verdad sea dicha, había funcionado tanto que Mu Qing compartió las tareas del hogar con Hua Cheng y logró que Yin Yu pasara un poco de tiempo con Quan YiZhen.

Aunque si uno lo pensaba en profundidad, no parecía justo decidir quién haría quehaceres de esa forma. Feng Xin nunca perdía. Visto de esta forma, incluso parecía una estrategia para reducir la tensión entre todos.

¿No era fascinante?

Feng Xin no era educado en la manera en que podía distinguir 32 tipos de cubiertos diferentes, o mantener el paso con un libro en la cabeza; de hecho, a la hora de comer, se chupaba los dedos y de vez en cuando comía directo del sartén.

Nunca le importaba si lo estaban mirando y tampoco si había hecho algo que resultaba un poco vergonzoso, además, tenía una boca bastante sucia y maldecía como un camionero

Aun así, siempre daría las gracias, pediría permiso y diría por favor.

Si veía un fajo de dinero en el suelo, o cayendo del bolso de alguien, saldría corriendo a entregarlo; como si fuera una necesidad de vida o muerte.

La clase de persona que, aun teniendo hambre, entregaría su bollo de carne a un indigente. Ni siquiera se detendría a cuestionarse si esta persona era honesta o le estaba engañando...

Este era el tipo de persona que, secretamente, Mu Qing admiraba. Y, por más que quiso negarlo hasta el cansancio, su corazón comenzó a saltar un latido en cada ocasión que veía a este hombre.

La verdadera pregunta, a la cual había estado escapando inconscientemente, siempre fue ¿qué excusa tendría Feng Xin para fijarse en él?

Y se encontró con que ya conocía la respuesta.

Había veces que parecía que ellos simplemente podían conversar en paz sobre cualquier tópico, más que eso, eran días en los que Feng Xin estaba dispuesto a hablar sobre muchos temas y Mu Qing dispuesto a escuchar sobre todos ellos.