Castle Of Glass {FengQing} [TGCF]

💖 Agape & Eros 💘

•─────☀❄─────•
🍁 Noviembre.
•─────☀❄─────•

El entrenamiento transcurrió como de costumbre, terminaron a la hora usual y, al igual que siempre, fueron a tomar una muy necesaria ducha. Ese día, sin embargo...

Una figura alta y delgada subió las escaleras a largas zancadas, pero apenas logró llegar al tope cuando fue empujado con cierta violencia.

Mu Qing impactó de costado contra la baranda de madera y siseó adolorido, el quejido se escuchó tan claro que Feng Xin retrocedió de manera inmediata. Aquel bruto había vuelto sobre sus pasos, únicamente, para asegurarse de no haber arrojado a Mu Qing por las escaleras; tan pronto pudo confirmar que estaba bien, soltó una risa burlona y se fue.

Así de simple, así de sencillo.

En cuestión de segundos, Feng Xin lo había dejado atrás.

-¡MALDITO ANIMAL...! - gritó Mu Qing, al aire.

El conflicto era ridículo per se.

La cabaña era enorme, estaba demás decir que habían muchos baños disponibles. Que ambos quisieran ser el primero en usar «específicamente ese» casi parecía un mal chiste o, mas bien, una rencilla entre dos niños caprichosos. Aunque si uno fuera a definir cual de los dos tenía la razón, y quién estaba realmente equivocado, entonces sería más complejo.

¿Por qué Mu Qing no estaba dispuesto a ceder? En primer lugar, porque quería bañarse de inmediato, pero continuaba argumentando contra Feng Xin (en vez de ahorrar tiempo e irse a otro baño); en segundo lugar, porque Feng Xin hubiera podido usar el baño que siempre usaba; en tercer lugar, el baño quedaba frente a su habitación, por lo tanto, según él, le pertenecía por derecho.

Feng Xin, en respuesta, lo había llamado mezquino.

Después de quince minutos discutiendo, finalmente, decidieron resolverlo con una carrera. Comenzaron a jugarse a los golpes, determinados a ser quien llegase primero, pero como esta clase de cosas se habían vuelto cotidianas, a nadie le sorprendió cuando el hogar se llenó de gritos y vejaciones.

Inhaló un par de veces, respirando lenta y profundamente, mientras esperaba a que las estrellas rosadas y azules en su campo de visión se disiparan por completo. Logró recuperarse en muy pocos segundos, y aún tenía energía para seguir maldiciendo a Feng Xin; por lo tanto, consideró que el golpe no había sido realmente tan grave.

Mu Qing ganó velocidad tan pronto como se echó a correr detrás de su rival y, aunque llevaba la delantera, no le costó mucho trabajo alcanzarlo. Feng Xin ni siquiera había notado la presencia de Mu Qing hasta que cruzaron la esquina a una gran velocidad.

La fricción entre la suela de sus zapatos y la madera pulida produjo un chirrido. Los oídos del pelirrojo zumbaron, mas no frenó por nada del mundo.

Feng Xin pudo haber ganado, pero, inesperadamente, Mu Qing se abalanzó sobre él, sujetándose con fuerza a su cintura; como resultado, Feng Xin frenó por inercia. Mu Qing aprovechó la confusión del momento y, con el mismo impulso, se catapultó hacia adelante.

Así, fácilmente, logró sobrepasar a su contrincante.

Mu Qing jadeó con cansancio, echando varios mechones de su cabello hacia atrás, y se dejó caer de espaldas sobre el marco de la puerta. Estaba agotado, mas no era el único; no pasó mucho tiempo antes de que su rival lo alcanzara y decidiera desplomarse en sus brazos.