Witches (Teen Wolf)

Introducción

—¡Izquierda! ¡Derecha! ¡Ahora un meneo!

Solté una carcajada al ver el movimiento de caderas algo rígido que hacía mi hermana Samire. El baile nunca fue lo suyo.

—¡Sacúdelo, sacúdelo! ¡Para abajooooo!

Mi meneo de caderas va tan abajo, y mí cuerpo se sacude tanto por las risas que mis piernas fallan y caigo de culo al piso, siendo incapaz de continuar con los siguientes pasos que me indica Just Dance. Veníamos empatadas, pero ahora, la madera danzante me ha ganado. Me levanto del suelo mientras me froto el trasero.

—No se vale, me hiciste reír mucho y me desconcentré.—hago un puchero que no logra obtener su lástima.

—Mala perdedora.—se burla a la vez que le da una sacudida de diva a su largo cabello rubio, el cual a penas si consigue moverse de lo duro que está.

Como respuesta, muevo mi mano en su dirección haciendo que una pelota de goma roja que se encontraba en el suelo salga disparada en su dirección y rebote contra su frente.

Samire abre la boca con indignación e intenta hacer lo mismo, levantando la palma de su mano en dirección a la pelota y luego a mí. Pero no pasa nada, haciéndola gruñir de la frustración.

—¡No te burles!—intenta prevenir, pero yo ya estoy en el suelo nuevamente, matándome a carcajadas.

—Ya te va a salir.—la consuelo, restándole importancia.

Se conforma ejerciendo la violencia de forma manual y la pelota rebota contra mi rostro.

Samire comenzó a tener su periodo regular hace tan solo dos meses, lo cual despierta consigo el desarrollo de las habilidades que hemos heredado por parte de nuestra madre. Por el momento todo es intenso o inexistente, no hay término medio. Puede sentir presencias, estados de ánimo, y tener ligeras premoniciones, los cuales son los más básicos. Los poderes de las brujas, especialmente de las de nuestro linaje, se adquieren por práctica intensiva o al azar, la naturaleza es quien los elige por nosotras.

Soy hija de Isabella Rain, última descendiente viva de Morgana Rain, una de las primeras brujas de Salem, elegida por la naturaleza para brindar balance y armonía entre los seres sobrenaturales que yacen en la tierra. Como es de conocimiento popular, las brujas fueron cazadas desde el inicio de los tiempos, tanto por humanos como por otros seres sobrenaturales que querían obtener sus poderes, ignorantes de que la única manera de tener las habilidades de una bruja, es descender de las grandes de Salem, aunque ni siquiera eso lo asegura.

No se sabe mucho de nosotras, para casi todo el mundo somos un misterio, un mito o leyenda, ya que la intensa casería de los últimos siglos nos redujo a un escaso grupo de aproximadamente cien hombres y mujeres en todo el planeta tierra, y unas trece en toda América. Como si eso no fuera poco, el gen mágico fue disminuyendo con el pasar del tiempo, muchas familias mágicas daban a luz a pocos niños que heredaban el don, e incluso habían algunas que sin importar la cantidad de hijos que tengan, ninguno resultaba ser mágico.

No se mucho de la familia de mamá, ella fue echada de su casa hace diecisiete años cuando quedó embarazada de mi, y siempre fue un tema sensible para ella. Una de las pocas cosas que sabemos, es que de entre catorce hijos ella fue la única a la que la naturaleza le otorgó el don, así como también es la única que actualmente vive. No se bien que les pasó, no se nada de mis abuelos, tíos y tías, tampoco sé si tengo primos, jamás me he atrevido a indagar más. De todas maneras, no me carcomo la cabeza pensando en ellos ya que no les tengo aprecio por lo que le hicieron a mi mamá. Además, están todos muertos.

Isabella se quedó embarazada a los quince años siendo prácticamente una niña, de un muchacho que a penas si conocía —mi papi—, pero que muy valientemente se hizo cargo. Como si la naturaleza hilara sus destinos, resultó provenir de una familia de druidas, lo cual sospechamos que fue suficiente no solo para tener una niña mágica, si no dos. Ojalá la abuela Aileen se esté revolcando en el otro lado de la envidia de que mamá si pudo tener más hijas brujas que ella. Vieja puta.