Capitulo 5: Hecatolita.

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Escucho la conversación sin realmente hacerlo. Lo poco que logro comprender, es que la niña muerta que vimos en las memorias de Isaac puede ser Erica, una de las betas de Derek a quien el alfa lleva meses buscando junto a otro chico, Boyd.

Scott y Stiles investigarán como entrar al banco, me preguntaron si quería ir con ellos, y aunque la idea de pasar horas investigando sobre cómo entrar de incógnita a un banco abandonado sonaba tentadora, me negué automáticamente ya que Samire está demasiado débil y no pienso dejarla o hacer que gaste aún más energía.

—¿Segura no quieres que te acompañemos al hospital?—preguntó Scott, quien no deja de ver en dirección a mi hermana, creo que escuchando sus latidos cada tanto por la manera en la que una de sus orejas se inclina a un costado cada tanto.

Samire sigue en la mesada de metal, medio sentada y medio apoyada sobre mi. Tiene los ojos cerrados y un poco de fiebre, deberé llevarla en mis brazos porque no me atrevo a dejar que ponga un pie en el suelo y se desplome.

—No, está bien —le digo, acariciando el cabello de Samire—. Cuando tenía su edad me pasó algunas veces, por suerte tenía a mamá que es sanadora —solté una risa amarga—. Sami solo necesita muchos jugos helados con mucha azúcar, y descansar hasta octubre.—bromeé, haciéndola sonreír por unos segundos, continúa con los ojos cerrados y su risa es débil, desganada.

—Bueno, al menos déjanos acompañarte a tu casa —ofreció Stiles—. Necesitaras ayuda para cargarla adentro... y Scott será esa ayuda porque yo tengo huesos frágiles.

Ambas reímos y aceptamos.

Deaton ha desaparecido en el depósito, mientras que Derek e Isaac se reunieron en la otra esquina de la habitación, apartados de nosotros. Podía sentir la mirada del Hale en mi nuca, pero cada vez que me giraba hacia él, lo encontraba corriendo la mirada.

Cuando salimos de la veterinaria me encontraba tan decaída que ni siquiera reaccioné a Isaac besando mi mejilla y despidiéndose. Sigue cayéndome mal, pero eso parece importarle poco, ya que le divierte que lo vea con molestia.

Scott cargó a Samire hacia mi auto y la acomodó en el asiento del copiloto, incluso se tomó la molestia de ponerle el cinturón de seguridad. Nos siguieron todo el trayecto hasta casa, y una vez que mi hermana se durmió, se despidieron de mi y se dirigieron a casa de Stiles, donde estarían toda la tarde ocupados buscando información. También me dieron sus números telefónicos en caso de que necesite ayuda o Samire se sienta peor. Les agradecí mil veces más y me desplomé en el sillón, aturdida luego de tan saturadas horas.

•••

—Si, mami. Ella ya está... estable, Scott, el hijo de Melissa y su amigo se tomaron la molestia de subirla a su habitación, está dormida desde entonces.

—Bueno, nena. Avísame si algo más pasa. Ella estará bien, no te hagas mucho la cabeza que te conozco —me reí ante su tono de voz—. Solo, asegúrate de que beba algo con mucha azúcar cuando despierte. Yo tengo que cubrir el turno nocturno así que no me esperes despierta. Debo colgar, te amo.

—Te amo más, mami. Adiós.

Cuelgo el teléfono de la cocina y me dirijo a mi habitación para buscar mi pijama y darme una ducha que de verdad me urge, apesto a sangre, sudor y lágrimas, también un poco a axila.
Subo las escaleras corriendo pero me arrepiento cuando estoy en el segundo piso y escucho que el timbre suena. Bajo las escaleras del mismo modo y voy hacia la puerta intentando respirar correctamente. Ese será todo el ejercicio de la semana.

Cuando cruzo la sala una presencia llega a mi y me hace rodar los ojos. No sigo enfadada, pero tampoco tengo ánimos para hablar con él o con alguna otra persona, así que abro la puerta dispuesta a correrlo de mi casa pero cierro la boca abruptamente y lo observo con sorpresa.

Witches (Teen Wolf)Where stories live. Discover now