La mejor shinobi de los tiempos

Cap.12

PD: Este capítulo tiene algunas tonterías realmente locas e increíbles, así que por favor tengan paciencia. Además ¿les gustó que Naruko fuera bisexual?
( se que solo han pasado 6 días pero quería dar les esto)

La gente del pueblo se alegraba de saber que Gato finalmente había muerto y que Tazuna podía continuar construyendo su puente en paz. El equipo regresó a la casa de Tazuna para descansar. Todos habían estado corriendo con adrenalina durante toda la pelea, así que después de que terminó el subidón, todos estaban notablemente exhaustos.

Para gran vergüenza de el azabache y la rubia, Naruko lo llevó a sasuke de regreso a la casa de Tazuna en estilo nupcial, ignorando fácilmente los débiles intentos de dejarlo ir. Cuando Sasuke le exigió a Naruko que lo bajara, Naruko sonrió y con una voz demasiado inocente, dijo que Sasuke estaba demasiado herido y que, como su compañera de equipo, era el deber de Naruko ayudarlo. Sasuke le dijo a Naruko cuando lo había bajado: "olvida lo que te dije en el puente" Naruko lo volteo a ver con un ceño fruncido

"¡no puedo simplemente olvidarlo!"dijo Naruko "asi pues tendré que hacerte olvidarlo a golpes" terminando de decir eso pego su frente con la de Naruko no era algo romántico si no estaba buscando pelea, los dos discutieron hasta que kakashi le dijo que se callaran.

Después de eso, las cosas en la ciudad estaban volviendo lentamente a la normalidad. Naruko y Kakashi realizaron una redada en el cuartel general de Gato la noche después de la batalla en el puente, que descubrieron después de pedir instrucciones a los residentes. Se sorprendieron de que muchos de ellos supieran del lugar, pero lo evitaron por miedo.

Habían saqueado todo el lugar, buscando el dinero que sabían que Gato tenía. En realidad, fue una buena distracción para Naruko, y muy beneficiosa.

Escena retrospectiva

Kakashi y Naruko entraron en el área de Gato, en alerta máxima por cualquier trampa que se avecinara. Estaban aquí para encontrar y confiscar todo el dinero y los objetos de valor que Gato había ganado a lo largo de los años. Kakashi se giró hacia Naruko. "Muy bien Naruko, aquí es donde nos separamos. Probablemente ya no tengamos que preocuparnos por sus matones porque los trajo a todos al puente, pero por si los hay, estén en guardia. Buscarás en el edificio principal, donde probablemente se guarde el dinero. Recorreré los almacenes. Dado que este país no era tan rico para empezar, Gato no estaría tan interesado en lo que tenía que ofrecer, sino que dejaría sus matones lo tienen y se concentran en su negocio. Encontraré los objetos de valor y cualquier evidencia que pueda asegurar que la compañía naviera de Gato se cierre definitivamente. ¿Todo claro?" Naruko asintió en silencio y, como uno, se lanzaron para completar sus respectivos objetivos. Naruko extendió sus sentidos y no podía sentir a nadie, así que siguió adelante sin dudar.

Sopló la puerta principal con una alegría que rara vez sentía. "Tal vez debería hacer estallar las cosas más a menudo", pensó. Subió las escaleras, buscando cuidadosamente trampas en lugares que sospechaba que estarían, pero no encontró nada en los primeros dos de los tres pisos. Estaba casi decepcionada, casi.

Se lo perdio. Fue solo después de levantar el pie que escuchó el sutil clic. La puerta estaba cerrada y su habilidad sensorial se activó, disminuyendo su percepción. Se dio la vuelta justo a tiempo para ver casi cincuenta cuchillos corriendo hacia ella, sin dejarle espacio para escapar.

Fue insultada.

-Fuuton: ¡Toppa!- (Estilo de viento: avance) y todos los cuchillos fueron devueltos. Burlándose, sacudió la cabeza y simplemente saltó al techo. "¿Quién pensaría en poner trampas en el techo?" Caminó fácilmente boca abajo y saltó frente a la primera puerta que vio. Lo abrió y miró a su alrededor, notando que era el estudio de Gato. Con los ojos dando vueltas, no había nada digno de mención, excepto una pequeña caja fuerte. "Tiene que haber algo importante allí", pensó mientras trataba de encontrar una manera de abrirlo. Por mucho que quisiera, abrirlo no era una opción, ya que también se arriesgaba a volar su contenido.