café trece

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El ocaso acariciaba la ciudad, la luz del sol se escondía de las personas tocando solamente la cima de los edificios más altos, dejando paso a la noche estrellada, la oscuridad se hacía presente con la luna como protagonista.

Mientras el cielo oscurecía, por el contrario la ciudad se llenaba de luces, los letreros neon cobraban vida mostrando los nombres de los bares más conocidos, las luces de los parques se prendían para acompañar a las personas que caminaban por los senderos.

En una esquina, dentro de un pintoresco y acogedor café, se encontraba un joven de 20 años, que realmente parecía más una bola nerviosa que un ser humano.

-siren, amigo, ¿tu entiendes que si mueres de un ataque de asma jamás podrás llegar a tu cita? ¿verdad?

Si las miradas mataran, los ojos de siren serían dos metralletas listas para disparar.
Si, bien, estaba nervioso, pero quién en su sano juicio no está nervioso cuando va a salir con la persona que le gusta.
Había planeado todo meticulosamente toda la semana, le avergonzaba un poco admitir que incluso había practicado posibles charlas en el espejo.  Tampoco admitiría que estuvo listo 3 horas antes de lo acordado. 

Este era su gran día nada podía salir mal.

-sabes, creo que es genia que estés tan emocionado, hace mucho no te veía así, es más jamás te había visto asi.

- Él es especial - dijo simplemente.
Había acordado con kappa que se encontrarían en el café y luego irían juntos al parque, su primera cita, sonreía de solo pensarlo.

Kappa era tan único, tan increíble, no podía entender como un ser así podía existir, más allá de su belleza física, tenía la personalidad mas bella que siren había visto en alguien, era gracioso, inteligente, dulce y todos los adjetivos que se le podrían ocurrir.
Su corazón palpitaba realmente rápido cada vez que lo veía.

-¿crees que todo salga bien?- pregunto el de ojos azules - ¿y si hago algo que no le gusta? ¿y si cree que soy muy aburrido? ¿y si suced...

-siren detente, dios hermano para tu cabeza un minuto, al chico le caes bien, si no, no habría aceptado salir contigo. Escucha bien porque es la única vez que lo diré, ¿entendido?, tu eres increíble, no planees tanto todo y solo déjate llevar que saldrá y
increíble, ¿bien? - asintió lentamente, su amigo tenía razón, realmente su cerebro estaba maquinando a mil por hora, sólo necesitaba respirar y tranquilizarse

-Ademas, si algo llega a salir mal, siempre puedes anotarlo en tu diario íntimo - dijo mirándolo con ojos burlones. Siren río levemente, tenía el mejor amigo del mundo.

- ey no es un diario, es una libreta de hombre.

- claro amigo, lo que tú digas -contestó entre risas, y siguieron charlando.

Unos minutos después se escuchó la puerta abrirse,  siren sintió que toda la calma que había conseguido se le iba del cuerpo en un segundo.
Estaba hermoso, no, hermoso era realmente poco para describirlo, siempre lo había visto con ropa casual pero ahora, mierda, incluso sentía vergüenza de lo que se había puesto.  Definitivamente los colores cálidos resaltaban todos los razgos de él chico.

-¡Siren, oh gracias a dios que llegue temprano! la ciudad es una locura, y... wow te ves muy bien - dijo mirándolo con una sonrisa coqueta.  Si lo que kappa quería era matar a siren de taquicardia, realmente lo estaba logrando.

-G-gracias, tu te ves muy bien también- dijo nervioso

-gracias siren, pero bueno vamonos o llegaremos tarde y quiero subir a todos los juegos.



Caminaban juntos por la calle disfrutando del fresco aire que ofrecía la noche, y de la amena charla que se había formado entre ellos dos, todo era tan natural, realmente nada era forzado, ambos tenían interés real y genuino por lo que el otro contaba, era increíble la forma en la que conectaban.

- ... y así fue como termine en esa pelea.

-¿¡que!?, kappa lo siento pero no pareces del tipo que pelea con nadie - dijo riendo

- y tienes razón mi amigo, realmente ni siquiera los conocía, pero te lo dije, por algún motivo u otro siempre termino involucrado en los problemas de los demás, es como una maldición, créeme no sabes las cosas en las que me he metido. oh mira, llegamos.

A lo lejos se podía ver todos los juegos que habían, parecía realmente emocionante, de repente siren sintió como el chico de ojos chocolate tomaba su mano y lo arrastraba corriendo hasta llegar al lugar.
Era increíble, había tantas cosas que realmente no sabía para donde mirar, los juegos gigantes que se levantaban imponentes y peligrosos, pero de una forma emocionante, también los puestos de feria que exhibían juegos de azar y de tiro, con osos de peluche enormes como premio, esperando ser ganados. y el food truck, dios bendito food truck todo se veía delicioso.

Aún así, lo más impresionante para siren era que kappa aún no había soltado su mano, y ese simple detalle lo llenaba de felicidad de una forma inexplicable. El de ojos café literalmente parecía un niño en una dulceria, todo llamaba su atención, le señalaba al otro todas las pequeñas y grandes  cosas que veía, mientras prácticamente lo arrastraba por el ligar.

Subieron a varios juegos, donde siren casi vomita, bien las emociones fuertes no eran lo suyo, pero al parecer si eran del agrado de kappa que disfrutaba de todo al máximo, y para siren... mierda él juraba que podría subirse a todas las mañanas rusas del mundo con tal de ver la sonrrisa emocionada de kappa.

-Amor, mira eso...

- esos juegos están arreglados amor, nadie gana - el de ojos azules llego a escuchar la pequeña conversación de una pareja que pasaba.

Sintió como todas las neuronas de su cerebro hacían contacto al mismo tiempo, él ganaría un peluche y se lo regalaría a kappa, además, sería un descanso de todos esos juegos que lo tenían al borde de vomitar.

-ey kappa, sígueme.

-¿que vas a hacer?

- deme un turno señor - pido amablemente al viejito que atendía el puesto.

- claro jovencito, tiene tres oportunidades, debe meter está ficha allí - le explicó el señor

Se colocó para disparar, y observo a kappa que lo miraba lleno de emoción mientras se mordía el labio. No pudo evitar pensas en lo mucho que quería ser él quien mordiera esa boquita en medio de un beso, "basta siren, concéntrate", se dijo a si mismo y tiró.

El primer tiro, fue perfecto.

El segundo, igual de limpio.

y el tercero, sin problemas.

- ¡Felicidades muchacho!, puedes elegir cualquiera de estos premios.

-gracias señor, ¿cuál te gusta?- le pregunto al menor

- oh no siren, lo ganaste tu, debes elegirlo.

-kappa, lo hice para ti, elije.

Con un pequeño rubor, señaló el peluche de una ballena que estaba colgada del techo, siren era un príncipe, tan dulce, tan respetuoso.

-excelente elección mí niño, ya se lo bajo- dijo el señor mientras buscaba el animalito de felpa - gracias por jugar son una pareja encantadora.

Ambos se ruborizaron, pero ninguno contradijo ni corrigió las palabras del hombre, y tomados de la mano con el peluche en brazos siguieron caminando.












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HOLA A TODOS

Espero que hayan disfrutado el capitulo, gracias por leer.

¿que les pareció?

queda una parte mas, lo voy a dividir en dos porque si no quedaría muy largo.

besos para todos 💖

café con leche - Castillos en el mar Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz