café treinta y cuatro

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Caminaba tranquilo, disfrutando de los tímidos rayos de sol que se asomaban entre las nubes, era un día precioso. Esa temporada hermosa del año, un punto intermedio entre el frío invierno y el comienzo de la primavera, por las noches el frío era congelanate dando el placer de dormir tapado hasta la cabeza y durante el día el calor del sol daba una temperatura divina.

Siren amaba esa época del año.

Y ese año en específico, parecía ser mil veces más hermoso que cualquiera de los anteriores, todo le parecía muchísimo más satisfactorio, para él los pájaros cantaban más bello que nunca, la gente se comportaba mucho más amable y todo era más fácil. Perspectiva de enamorado le decían, porque tal ves todo estaba igual, pero lo notaba más hermoso.

Su felicidad y perspectiva tenía nombre, kappa. Desde que ese hermoso chico había llegado a su vida todo se sentía más iluminado. Él con su personalidad extrovertida y su manera de ser tan divertida habían llegado para revolver todo a su paso, para darle un salpicado de brillo y color a todo su mundo.

Apresuró el paso, dándose cuenta que estaba llegando realmente tarde, iba a buscar a su novio a su casa, kappa había insistido una y mil veces en que no debía hacerlo, pero el como buen novio que era había dictaminado que las calles eran muy peligrosas para atravesarlas solo. Aún así con cada paso que daba se sentía más nervioso, era bastante claro que los padres del moreno no lo tenían en muy alta estima, estaba bastante seguro qué era lo último que hubiesen querido para su hijo.

Poco le importa realmente ese punto.

Aunque no siempre había sido así, hubieron semanas en las que su mente no dejaba de pensar en eso, por suerte el menor le dejo bien en claro que él era todo lo que quería y necesitaba.

Noto que estaba llegando a la casa de kappa cuando todo el entorno comenzó a cambiar, las casas de esa zona eran una más grande que la otra, todas decoradas con fuentes o estatuas que Siren estaba seguro saldrían muchísimo más caras que su salario de tres meses completo.

Se detuvo en frente de la casa, la miro de arriba a abajo pensando que más que una casa aquello era una puta mansión.

Las piernas le temblaban como nunca en la vida, ¿acaso ese era el nerviosismo del que le habían hablado?, ese que sientes antes de conocer a los padres de tu pareja. No, definitivamente el suyo era peor, las otras personas no tenían que presentarse sabiendo de antemano que la familia de su novio lo odiaban de antemano.

Pero no se iba a echar para atrás, con todo el coraje que pudo reunir tocó la gran puerta de madera que estaba en la entrada. Espero unos segundos sintiendo como su corazón latía rápido. Para su suerte fue su novio quien abrió la puerta, arrojandose a sus brazos. Paso sus brazos por la cintura de su novo.

Se separó abruptamente del menor cuando escucho un carraspeo, el sonido de molestia que hizo el menor le pareció lo más adorable que había escuchado.

- ¿que hace él aquí?- vio como el padre de kappa se frotaba la cien.

- Solo vino a buscarme pá, ya nos vamos - explico tranquilo, sin dejar de abrazarlo, y Siren, Siren estaba más duro que una piedra y más pálido que un papel. - Espérame aquí amor, voy a buscar mí mochila y vamos.

El de cabello celeste solo pudo asentir levemente, aunque en su interior le rogaba a kappa que no lo dejara solo con aquel hombre que le ponía los pelos de punta.

El silencio que se formó entre ellos dos parecía de funeral, ninguno decía nada pero Siren notaba como el hombre lo examinaba con la mirada. Se decidió a romper el hielo, pero antes de que pudiera decir algo el padre del menor había hablado.

-¿que intensiónes tiene con mí hijo?- pregunto tajante el hombre.

Siren trato de serenarse antes de dar una respuesta.

- Su hijo es todo para mí señor, solo quiero cuidarlo y hacerlo tan feliz como pueda- respondió sincero

-¿y realmente crees que eso es suficiente?

- ¿disculpe?

La pregunta lo había descolocado, ¿acaso el amor no era lo más importante para mantener una relación? 

- kappa está acostumbrado a esto, ¿crees que tu podrías darle al menos una mínima parte de lo que tiene aquí?- Siren miro al rededor, no pudo evitar comparar su vida con la de el de ojos marrones, si bien nunca le había faltado nada nadie les había regalado nada, sus padres habían trabajado incansablemente para darle lo mejor posible. -Mira niño esto ya se está tornando ridículo, deja a kappa, deja que el vuelva a la vida que debe tener, desde que está contigo no deja de tener ideas.

-Lo siento mucho señor pero no puedo hacer eso, no voy a dejarlo- determinó el menor- no pienso dejarlo, a menos que él me lo pida, claro.

Tomo aire tratando de buscar las palabras correctas para lo que quería decir.

-Escuche, no sé si algún día podre darle a kappa algo como esto, pero le prometo que trataré todos los días hacerlo sonreír, se que no confía en mí, pero le puedo asegurar que voy a cuidarlo a como de lugar. Amo a su hijo, más que a nada en todo el mundo, así que porfavor, solo deme la oportunidad de demostrarle que puede ser muy feliz a mí lado.

Sintió como la mirada pesada de aquel hombre lo inspeccionaba de arriba a abajo.

-No estoy de acuerdo, pero eres un joven decidido, eso me agrada- Siren no pudo evitar sonreír ante ese "cumplido", pensó que tal vez estaba un poco más cercano a caerles mejor- Bien, si es así todo cae en manos de kappa, el decidirá si tú eres bueno, por mí parte, no voy a interferir.

-Muchas gracias señor, le prometo que...

- ¿¡Hablaron de algo sin mí!?- Pregunto kappa mientras bajaba las escaleras casi corriendo.

-¡Hijo!, no corras en la escalera- corrigió el hombre

- oh lo siento papá - dijo riendo suavemente. - ¿vamos?

Siren asintió con la cabeza, tomo la mochila de kappa y la puso sobre sus hombros.

-Adios papá- se despidió kappa dándole un fuerte abrazo a su progenitor.

- Adiós señor.

Caminaron hacia la salida, a diferencia de lo que siren hubiese pensado, kappa no le pregunto nada de lo que había hablado con su progenitor. Todo fue absoluto silencio un par de cuadras hasta que kappa se detuvo soltando un gran suspiro.

Siren lo miro confundido, pensando que tal vez se había mareado.

-¿estás bien cielo? ¿quieres ag...

Kappa no lo dejo hablar más, con un pequeño saltito se colgó a su cuello robándole un beso, paso sus brazos por su cintura abrazándolo con amor, era un beso tierno tan tierno que podría jurar haber escuchado a alguien exclamar de ternura.

- Estoy muy bien, te extrañe tanto príncipe- dijo kappa mientras apoyaba la cabeza en el pecho de su novio, Siren lo abrazo aún más fuerte. El de ojos chocolate se deleitó escuchando el palpitar acelerado del corazón de siren, sintiéndose cálido y protegido entre los brazos del más alto

Mierda, estaba tan enamorado.

- yo también te extrañe bebé- tomo suavemente el rostro de kappa, dejo un suave beso en la punta de su nariz, que  le derritió el corazón al menor, luego juntó sus frentes y ambos sonrieron sin poder evitarlo.

Era todo lo que necesitaba.

Eran todo lo que necesitaban.

Era amor, el más sincero amor que habían sentido jamás.











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HOLAAAAAAA cómo están ????

espero que les haya gustado, quise escribir algo tierno antes de pasar a lo próximo, ojalá que lo disfruten ❤️

este capítulo se lo dedico a tomica1712, porque el otro día me di cuenta que lee la historia más de una vez y se me lleno el corazón de ternura

besos y abrazos para todos ❤️

café con leche - Castillos en el mar Where stories live. Discover now