café veintidós

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nota de la autora: cuando vean un . significa que comienza una pequeña narración del pasado, gracias por leer espero que lo disfruten.







Abrió los ojos lentamente, la claridad de la mañana, algo tenue por la lluvia, acariciaba sus ojos obligándolo a levantarse. Parpadeo un par de veces acostumbrándose a la luz, debía recordar cerrar las ventanas la próxima vez para dormir más a gusto.

Las lluvia que en las últimas horas había menguado golpeaba contra su ventana, dándole un ambiente perfecto a ese domingo.

Sintió el brazo algo entumecido, y todo tomo sentido en un segundo, "duerme conmigo", y allí estaba durmiendo acostado sobre su pecho el dueño de todos sus pensamientos, durmiendo con una de sus remeras y un pantalón que le quedaban bastante grandes, se sentía un verdadero tonto, pero ver a  kappa en su cama y con su ropa lo llenaban de un sentimiento que no podía identificar muy buen, pero era bastante bueno.

.

Cuando se acostaron en la cama siren trato de mantener distancia por las dudas que a kappa le incomodara su cercanía, lo cual era algo ridículo y que si nada los hubiese detenido quien sabe que estarían haciendo en ese mismo momento, pero ya saben cómo es él.

El de ojos café se mordió el labio inferior negando divertido, definitivamente había encontrado al mejor chico que había, y no planeaba dejarlo ir por nada del mundo.

-tengo frío siren- le dijo en una clara indirecta de que lo abrazara

-¡oh! ¿está muy fresco?, lo siento, voy a buscar otra manta, ¿necesitas algo....- dejo de hablar cuando noto que kappa se estaba riendo, y se puso completamente rojo, seguro había hecho el ridículo.

-Eres tan malditamente lindo, gracias, pero tal vez podamos solucionarlo más fácil- dijo acercándose a él y acomodándose a su costado - ¿que te parece?

Siren encantado rodeo a el menor con sus brazos en un abrazo.

- es perfecto.

y asi en esa posición,fueron a dormir.

.

Tal como durmieron había despertado, Kappa a los ojos de siren dormía como un ángel, acaricio su rostro lentamente apreciando como las largas pestañas del menor de posaban sobre sus mejillas, o cómo sus labios rosados  levemente entreabiertos soltaban pequeños suspiros, lo traía locamente enamorado, y ya no podía hacer nada para ocultarlo.
Si en ese mismo momento ese hombre le hubiese pedido la luna, lo habría hecho sin dudarlo un segundo.

Pensar que ese pequeño ángel se había estado restregando contra él como gatito en celo.

Se regaño mentalmente por haber pensado eso, pero mierda, lo estaba volviendo loco. Acaricio su cabello suavemente, mimandolo aún dormido, eran impensables todas las sensaciones que producía ese chico, sentia que sería capaz de cuidarlo toda la vida.

- mhh...

Kappa lentamente abrió los ojos, parpadeando lentamente, apenas se acostumbro a la luz sonrió levemente acercándose más a su acompañante.

-hola, buenos dias - saludo siren con una sonrisa en los labios.

- buenos días principe - respondió mientras dejaba un piquito en los labios del mayor, abrazándolo con más fuerza en el proceso - eres muy cálido ¿lo sabías?

- ¿ah sí ?

- si, eres como un peluche gigante.

Soltó una leve risa ante el comentario tan elocuente, luego de eso todo quedó en un silencio profundo, solo podían oírse las gotas golpear contra la ventana, pero kappa casi ni las oia, estaba demasiado concentrado sintiendo los latidos de siren, y también creía que podía llegar a oír los suyos propios.

café con leche - Castillos en el mar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora