Capítulo 21: Desde las sombras.

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Lamentablemente no había podido dormir en toda la maldita noche, y la razón de mis desvelos tenía nombre, República Argentina. El maldito no me había llamado, enviado mensaje o siquiera tuvo la descencia de decírme si estaba vivo o no ¡Nada! Y eso era muy frustrante para mí.

—¿En qué tanto piensas?— mi hermana, Suecia pregunto al lado mío, provocando que voltee a verla, y vea que todos mis hermanos me miraban interrogantes, estaba distraído y ellos lo habían notado.

Es...— luego pensé en Argentina, y supuse que él no querría que se cuente lo que yo vi en su territorio, por lo tanto guarde silencio— creo que me gusta— termine confesando a mis hermanos, a diablo el secretismo en mis sentimientos.

Me gustaba Argentina, me gustaba su altura, me gustaba su pelo, su cuerpo, su sonrisa, su amabilidad, su atención como también su actitud de chico malo, sus contestaciones burlescas,y quién lo diría, hasta me gusta cuando se burla de mí, me gusta ese hombre.

Mis hermanos no reaccionaron rápidamente, sino paulatinamente, primero, vi como Finlandia sonreía, luego como Islandia parecía estar en shock pero me sonreía gigante y empezaba a chillar emocionada, Suecia tenía la boca abierta y Noruega, bueno, Noruega.

¿Acaso estás mal de la cabeza o nuestra madre te tiro de pequeño? ¿Cómo te va a gustar esa mal formación de la humanidad?— Noruega parecía hasta ofendido por mis palabras.

No lo molestes Noruega ¡Es súper tierno! Grecia me cae super bien.

¿Escuché bien? ¿Grecia? ¡No! Grecia no me gustaba, ya no sentía nada por mi ex novio.

¡No! ¡Grecia no me gusta! ¡Me gusta Argentina!— grité desesperado por aquella confusión.

Mis hermanos ahora parecían más confundidos que antes, y lo demostraron, con sus rostros y al no saber que decir.

Sigo pensando lo mismo ¿Y desde cuándo eres tan cercano con Argentina como para determinar que te gusta?— pregunto, supongo algo ofendido, todavía le caía mal, je.

No lo sé, supongo que desde el principio me parecía atractivo, y luego...luego yo, y bueno él...y-yo...— empecé a tartamudear como tarado, mientras mis hermanos trataban de entender lo que balbuceaba.

Islandia suspiró de forma exagerada, mientras me veía muy seria, tanto que daba miedo, ella nunca estaba seria.

¿Tú y él... tuvieron...?

—¡No! Pervertida— exclamé rojo de vergüenza, aunque tal vez no se noté, ¡Pero estaba muy avergonzado!— sólo me ha besado.

Nunca me había sentido tan avergonzado como tener que admitir eso en voz alta, y no ayudaba en nada que mis hermanos empezaron a burlarse de mi después de que Finlandia tocará mi rostro y determinará que me estaba sonrojando.
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3 días, habían pasado tres jodidos días desde la última vez que lo vi, y quizás no parezca demasiado, pero es mucho para mí, porque cuando vez al país que te gusta, estar en el fuego cruzado, y posiblemente herido, y luego ya no verlo más y no haber recibido una sola noticia suya era angustiante, muy angustiante.

Yo demostraba mi angustia mordiendo mis uñas, una y otra vez las mordía y trataba de determinar si Argentina se molestaría si yo me tomará el atrevimiento de volar hacia su país ¿Y si estaba herido? Necesitaba saber cómo estaba, aunque sea una sola señal de vida.

Dinamarca, hey, ¡Dinamarca!

—¡Eh! ¿Qué pasa?— pregunté confundido ante aquel grito, notando que provenía de ONU, quién me sonrió y pidió que prestará atención.

Estaba tan distraído que había olvidado por completo que estaba en una reunión de la ONU, reunión en la cual Argentina no estaba presente.

Juro que trate de concentrarme, pero la ONU me llamó la atención más de dos veces y se rindió en la última, dejando que me pasee en mi mundo de ensueño, parecía hasta resignado a que no prestará atención, y cuando la reunión finalizó, me llamó, supongo yo para advertirme sobre mi comportamiento tan descortés, eso no era propio de mí.

Lo siento mucho ONU, tengo tantas cosas en la cabeza que yo...

—Dinamarca, no te llame para eso, te llamé porque Argentina me dejó un mensaje para tí— eso sí que me interesaba, pero no podía evitar pensar en la razón por la que Argentina llamó a ONU y no a mí.

—¿Un mensaje? ¿Y qué dice? ¿Dónde está? ¿Él está bien? ¿Por qué no vino? Y ¿Por qué te pidió que tú me entregarás el mensaje y no me lo dio a mi directamente?

—Calma, respira un momento, no te alteres, me llamó para decirme que estaba muy ocupado con problemas de estado y que no podría venir a la reunión de hoy, y me pidió que te dejará un mensaje porque supuso que estarías preocupado, y en cuanto a tu última palabra, creo que me dijo que no quería hablar contigo por temor a que quiera...— ONU hizo una pausa innecesario, supondría yo recordando textualmente lo que Argentina le dijo.

—¿Qué quiera qué?

—No le entendí muy bien pero creo que fue una palabra clave, porque dijo "no quiero hablar con él porque tengo miedo de querer girasol" no entiendo a lo que se refiere.

Oh pero yo sí entendía, ¡Argentina no quería hablar conmigo porque temía que quiera besarme! ¡Nuestro primer beso fue en un campo de girasoles! Este hombre es pura dulzura, casi hasta podría perdonarlo por haberme ignorado por tanto tiempo a pesar de que claramente querría saber cómo estaba.

Casi podría perdonarlo. Pero no.








































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Hola hola, perdón que sea muy corto el cap, a penas pude llegar a las 900 palabras pero últimamente no tengo muchas ganas de escribir y es algo frustrante pero simplemente a veces ya no sé cómo seguir.

Es muy probable si sigo de este modo que las actualizaciones tarde más, espero y sepan entender😔❣

IMPACIENCIA Where stories live. Discover now