Capítulo 36

4.9K 741 149
                                    

Todo el camino hasta la residencia Bakugo es incómodo para el de cabellos carbón que se rasca el brazo en un tic nervioso. Llegando a la residencia bajan entrando al cálido hogar, Katsuki prácticamente se encierra hasta su habitación.

—¡Katsuki, no dejes a Toshinori aquí botado que está aquí para hacerte compañía!—regaña molesta suspirando.—Hay veces donde solo quiero.—hace una seña de estrangular con las manos suspirando nuevamente.—Prepare la comida mientras tanto puedes ir a la habitación de Katsuki, no me gusta que este solo ahora mismo, Toshinori-kun.—

—No se preocupe, con permiso.—asiente comenzando a subir las escaleras hasta la habitación del rubio antes mencionado, puede entender su actitud porque no es como si nada hubiese ocurrido, fue secuestrado y eso es traumático aparte de los sucesos posteriores.

Se siente nervioso, desde el rescate no han hablado nada permaneciendo cada quien en una laguna mental que los aleja de poco a poco ahora. Toca la puerta varías veces sin recibir respuesta del ojirojo.

—Bakugo.—se apoya de la puerta sin escuchar nada del otro lado.—Bakugo, respeto tu privacidad pero Mitsuki-san me permitió entrar.—abre la puerta viendo la acomodada habitación.

Las luces estaban apagadas pero gracias a una de las ventanas de la habitación entra la luz del día, el ambiente se siente frío. El rubio está sentado en su cama pero ni lo mira sino que permanece en su lugar.

—¿...Bakugo?—pregunta tratando de posar una de sus manos sobre su hombro pero la misma es golpeada antes de siquiera tocarlo.—¿Eh?, ¿qué sucede?—

—Te dije que no te quería aquí.—

—No me importa, yo estoy aquí porque me da la gana.—dice con seriedad.—No quiero dejarte solo en esta situación.—

—Pues vuelvo a decirlo.—levanta su mirada mostrando su ceño fruncido.—¡Quiero que te largues de aquí y me dejes solo!—

—Bakugo, cálmate, solo quiero ayudar.—

—¡Pero no lo haces simplemente estorbas en todo!, ¡lárgate!—

—¿De qué estás hablando?—

—¡Lo que estoy diciendo es que NO quiero tu ayuda, no quiero tu compasión ni nada parecido, lo que quiero es que me dejes EN PAZ, ¡¿Me entiendes?!—su voz estaba bañada en rabia al mismo tiempo que se levanta molesto.

—¡Lo entiendo pero no me importa porque me quedaría aquí para darte apoyo porque sé que esta situación te está afectando muchísimo y me importas mucho como para dejarte solo!-recalca mirando como los nudillos del ojirojo se tornaban blancos de la presión.

—¡Te he dicho que te largues, maldito idiota!-con fuerza bruta lo saca de su habitación.

Se queda ahí tirado en el suelo apretando los puños, aún así se acomodó apoyado sobre la puerta de la habitación de Katsuki.

Porque aunque no quisiera siempre estará ahí para él incluso cuando actua como un idiota, no se echará a llorar por unos estúpidos gritos o le dejara de hablar porque sabe que todo es producto de todos los sentimientos mezclados dentro del rubio.

Por eso se queda ahí esperando a que abra la puerta hasta que ya las horas se han hecho muy tardes, obligándose a volver a su hogar.

—Vuelve mañana si gustas, Katsuki puede actuar como un idiota a veces pero se que se le pasará, está actuando así todo lo que sucedió entonces necesita tiempo.—

—Claro, trataré de hablar otra vez mañana con él, nos vemos.—

Gira sobre su propio eje comenzando a caminar alejándose de la residencia, por esos días estará solo debido a las heridas aún en proceso de curarse de su padre. Quiere poder ayudar a todos pero...sino podía ayudar a Bakugo ¿cómo podría ayudar a otros mil millones de personas más?

Se deja caer en su cama enviándole un mensaje al de ojos rojizos.

"Descansa bien, Kacchan ☺️💞"

Fue leído pero ignorado completamente, conecta su celular dejándolo cargar batería acomodándose en la cama para poder tratar de conciliar el sueño, mañana posiblemente tendría que estar sentado en frente de la puerta de Bakugo pero no se rendirá tan fácilmente

[***]

Y aquí viene una vez más. Unos toques en su puerta son audibles en la habitación.

—¿Kacchan?—reconoce la voz de Toshinori.—Traje algo de comida picante tal como te gusta pero sabiendo que no vas a salir la deje en el microondas.—escucha el sonido del cuerpo dejándose caer contra la puerta.—Tus padres salieron a comprar cosas para la cena.—

Queda unos momentos en silencio tal vez esperando una respuesta y Katsuki tiene sus razones para no responderle.

—Quisiera escucharte como antes, después de que hubieras sido secuestrado no había podido dormir casi nada, me despertaba durante las noches por pesadillas pero ahora que se que estás aquí estoy feliz pero...quisiera que me hablaras como antes, todo ha sido tan difícil.—

Se remueve en su cama cerrando los ojos tratando de ignorar su presencia y dormir por lo menos una hora o dos.

—Ni siquiera se porque me dejaste a hablar.—se escucha más bajo aquello último junto a un sollozo débil.—Se que podría estar molestándote pero en realidad estaba muy preocupado por ti.—

Escuchar sus sollozos es el detonante de levantarse y abrir la puerta pero en vez de toparse con una cara llorona solamente se topa con el chico sonriendo bastante orgulloso al verlo salir de su cueva.

La sonrisa lo deja algo fuera de lugar pero al verlo levantarse e inesperadamente abrazarlo hace que el rubio quede más tieso que roca.

—¿Ves?, en realidad si te importo, tonto rubio explosivo.—susurra y al momento de separarse es abrazado fuertemente.

—Eres un tremendo estúpido, ¿cómo pudiste arriesgarte de esa manera yendo hasta allá?, mataré al idiota de Deku por dejarte ir.—dice con notable preocupación.—Eso fue muy arriesgado.—

Las manos del más alto se hunden en la espalda del menor apretando las telas de su ropa.

—Yo fui por mi cuenta, en parte fui quien sugirió el plan.—revela recordando aquel día en el hospital.

—¡¿Acaso estás loco?!—se separa viéndolo.—¡Pudiste haber muerte como un idiota!—

—Pero por lo menos te habría logrado salvar.—sonríe de manera sincera.—Porque en ese momento lo que más me importaba era que tú estuvieras bien.—

—Tsk.—chasquea la lengua entrando a su habitación dejando que el azabache también pueda entrar.—¿Cómo me puede gustar alguien tan loco y estúpido?—

—Yo también me preguntó lo mismo pero aún siento que algo no anda bien, ¿quieres hablar de ello?—se sienta a su lado en la cama dejando que una de sus manos agarre la de Bakugo.

El de rubios cabellos niega, el de cabellos carbón es comprensivo dándole tiempo para que pueda pensar y después tal vez contarle lo que pasa por su mente, todo a su tiempo.

Aunque puede darse muchas ideas.

Así el resto de ese domingo transcurre con los dos jóvenes en aquella habitación en silencio apreciando la compañía del otro.


************
Bakugo no se puede molestar durante mucho tiempo con Rayito porque si lo escucha llorar cederá ante él.

El rayito es todo un experto en engaño cuando de fingir llorar se trata.

Quirkless. [Bakugo Katsuki x Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora