Prefacio

258 32 8
                                    

Miré mi reloj de mano, llevaba más de tres horas metida en la biblioteca, ¿buscando qué? No tengo la más mínima idea

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Miré mi reloj de mano, llevaba más de tres horas metida en la biblioteca, ¿buscando qué? No tengo la más mínima idea.

Santin se la pasaba dando rondas a mi alrededor para verificar que estuviera bien.

¡Estaba bien! No tanto como me gustaría, pero lo estaba.

—¿Ya encontraste lo que buscabas? —Lizzie se arrastró en el asiento, hasta chocar con mi hombro.

—No sé ni cómo buscarlo.

—¿Al menos tienes una idea de lo qué quieres hacer?

—No... —musité.

El dolor de cabeza que se había ido hace unos minutos había vuelto. Sentía como si martillaran mi cabeza sin tener una sola pizca de piedad.

Lizzie me metió un mechón de cabello detrás de la oreja y sonrió de medio lado.

—Cualquier cosa estaré en el campo de entrenamiento.

Asentí.

En este momento no quería presencia ningún ser cerca de mí. ¡Necesitaba encontrar la respuesta!

—Hasta luego, su alteza —gritó, alegremente antes de salir por la puerta principal—. ¡Mucha suerte!

Me envolví nuevamente por la lectura, buscando y rogándole al cielo que lo encontrara; cuando llegó Metatrón.

—Hora de irnos —se tocaba el reloj de mano con el dedo índice—. Se acabó el tiempo.

—Un minuto más, por favor —supliqué.

Metatrón me miraba con ojos de tristeza, mientras pasaba la mano por su barbilla.

—No vas a encontrar nada, Yulian. Llevas buscando más de seis meses, sin éxito alguno.

—No puedo darme por rendida, sabes que no puedo.

—Vamos, Santin nos espera —me estiró la mano para salir del lugar, y acepté. No me quedaba más remedio.

 No me quedaba más remedio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Liberada [Libro 2 Amarrada]Where stories live. Discover now