Capítulo 16

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- ¿Por qué no dejas de decir estupideces y comienzas a responder las hojas? - al menos no lo negó, puede ser una estupidez cierta.

Comencé a contestar pregunta por pregunta de la inútil guía, ¿para que darnos una guía si ni siquiera tendremos examen?, hoja que respondía la ponía a entre Toni y yo.

- Si no sabes las respuestas búscalas en el libro - hablo nuevamente sin voltear a verme, tal vez creía que las hojas que dejaba entre nosotras eran porque no las sabia.

- ¿Quien dice que no las se? - pregunte girándome hacia ella, levanto su mirada y tomó todas las hojas que estaban en el sillón. Solo la observaba mirando las hojas contestadas con tinta roja.

- Ya te lo dije Toni - me miro - soy más lista de lo que crees.

- ¿Lista? - soltó una carcajada.

- Así es - sonreí orgullosa.

- No lo creo - puso los ojos en blanco para luego regresarlos a la guía.

- Es que tu no entiendes, te lo demuestro constantemente - quite las hojas del sillón y las puse en la mesa de centro, - y como soy tan lista me he dado cuenta de algo - dije, solo sonrió y volteo su mirada hacia mí.

- ¿De qué? - pregunto divertida.

- De que te encanto - poniéndome de rodillas comencé a avanzar la corta distancia que había entre nosotras, - de que te vuelvo loca­ - su rostro estaba neutro, no sonrisa, no ceño fruncido, no nada, - de que muy dentro de esa rudeza que demuestras, hay sentimientos - enfatice la última palabra.

- ¿Ah sí?, ¿qué te hace pensar eso? - puso sus manos en su nuca.

- ¿Que me hace pensar eso? - sonreí y la tome de los hombros, – tu - me senté en sus piernas poniendo las mías a sus costados, saco sus manos de su nuca y las puso sobre mi cintura para quitarme, pero ante un movimiento que hizo quedamos recostadas en el sillón, más bien, yo quede recostada con ella sobre mí.

- Tus reacciones, me hacen pensar eso - pase mis brazos por su cuello formando una cadena, evitando que se alejara, - te gusto Toni - me atreví a asegurar.

Su mirada iba de mis labios a mis ojos, lo que daría por saber que era lo que pasaba por su mente.

Tal vez había dado en el clavo, tal vez si le gustaba.

Eran escasos los centímetros que nos separaban, podía sentir su cálida respiración mezclarse con la mía, con su brazo izquierdo sostenía su peso, levanto su mano derecha y la acerco a mi rostro y con una suma delicadeza corrió un mechón de cabello que estaba sobre mi frente acomodándolo detrás de mí oreja, dejo su mano en mi cuello y lentamente acorto la distancia entre nosotras uniendo nuestros labios de la manera más perfecta posible, por primera vez me besaba tiernamente.

Sus labios se rosaban tan dulcemente con los míos, era completamente increíble, este era tan diferente a los besos anteriores. Todos habían sido fantásticos y claramente este no había sido la excepción.

Comenzó a subir un poco la intensidad bajando a mi cuello, por reflejo mis ojos se cerraron, disfrutando del placer que Toni se encargaba de producir en mí.

Al sentir su húmeda lengua rosar mi piel, produjo cosas inexplicables en mi interior, algo que jamás había sentido, y para ser sincera me encantaba.

- ¿Así que crees que me gustas? - su mano derecha, la que anteriormente se encontraba en mi cuello, bajo hasta mi pierna, en la cual comenzó a brindar aniquilantes caricias, hice un sonido con la garganta como diciendo que si.

- Que estos encuentros - puso sus labios en mi piel haciéndome soltar un gemido inconscientemente - son porque estoy enamorada - hizo un estúpido tono al decir esta última palabra.

- Yo nunca dije eso - dije aturdida ya que su mano en mi pierna comenzó a deslizarse hasta llegar a mi trasero, - pero ahora que lo dices - mordí su labio inferior, - puede que si lo estés - soltó una amarga carcajada sin dejar su accionar de besarme y acariciarme.

- Creo que te equivocas - bajo nuevamente a mi cuello para luego regresar dejando un camino de besos por el margen de mi mandíbula. - puede ser que solo quiera acostarme contigo y adiós - susurro en mi oído mientras jugueteaba con el lóbulo de mi oreja. Esta vez fui yo la que solté una carcajada.

- Puede que sea que entre más te rechace más me deseas tu a mí - okey, esta mujer me estaba volteando la jugada. Ella no debía jugar conmigo, - pero no, en realidad te detesto - sentí sus manos en mi clavícula, haciendo figuras abstractas con las yemas de los dedos.

- Entonces acabas de descartar todas mis opciones - sonreí sin abrir los ojos, - así que queda solo por sexo.

- Tal vez - dijo con una pícara sonrisa.

- No lo creo - conteste segura conectando nuestras miradas.

- ¿Y por qué no? - regreso a mi cuello tratando de aturdirme nuevamente y aplausos para esta chica, lo estaba logrando.

- Porque tú no eres así - saco su rostro de mi cuello para verme a los ojos.

- Tú no sabes nada sobre mí - afirmo seria.

- Estas equivocada linda­, no creas que eres la única que puede juzgar sin conocer­ - sonreí victoriosa.

- ¿Entonces no crees que sea así? - separo bruscamente mis piernas acomodándose entre ellas.

- ¿Que vas a hacer?, ¿violarme? - hice una cara de terror.

-No se le llama violación, si tú también quieres.

- ¿Que estas queriendo decir Topaz?, ¿que yo Cheryl Marjorie Blossom quiero acostarme contigo?, por favor - dije irónica, - si yo quisiera acostarme contigo ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo - atrape su labio inferior desatando un sensual beso y justo cuando comenzó a seguirme, corrí mi rostro.

- Te detesto - me dijo con asco.

- Yo más­ - nuevamente me aproxime a sus labios y esta vez fue ella quien se hizo a un lado y se puso de pie.

- Lo ves - rápidamente me pare al igual que ella y la abracé por la espalda, - eres una tierna - solté una carcajada y note como quería reír, – mira - le dije poniéndome frente a ella, - vamos a llevarnos bien­.

- ¿Que parte de "no me interesa convivir contigo" no entiendes? - dijo con fastidio.

- Entiendo la frase­, pero sé que no lo dices en verdad - moví mi dedo índice alrededor de su nariz como tratando de hacerla reír,
- y sé que muy pero muy adentro quieres convivir conmigo.

- Mira como tengo ganas - dijo sarcástica.

- Oh vamos Toni - curve mi labio inferior hacia afuera haciendo una mueca de tristeza, - hasta me compre unas botas de tu estilo­ - mire hacia abajo viendo las anti-glamurosas botas negras.

- Pero yo no soy una superficial como tú - enfatizo.

- Bueno entonces por qué no me dejas conocerte e intentas conocerme - sonreí de oreja a oreja

- Ya te lo dije...

- No me interesa convivir contigo - la interrumpí, terminando la oración que seguramente diría.

Me, Myself and I // ChoniWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu