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Narrador omnisciente:
-Oliver! Estás listo?- le dijo su madre a lo que el chico rodó los ojos.

-Si pero aún no entiendo porque no me decís donde vamos. Y por qué tengo que ir con este traje.- dijo mirándose en el espejo.

No le gustaba ponerme traje, prefería mil veces el uniforme de quidditch.

-Confías en mi? Seguro que te va a gustar.- le dijo con una sonrisa su madre dandole un beso en la frente.- Ahora vamos que llegaremos tarde.

Oliver suspiró de cansancio para usar los polvos flu y llegar a una mansión.

Era enorme, y están decorada con temática navideña. Era bonita, el jardín era precioso y perfecto...
-Oliver, antes de que te desmayes quiero decirte de quién es la casa.- le advirtió su madre emocionada.

El? Desmayarse?

-Oh mamá, ni qué estuviéramos en la casa de Steven Anderson.- le dijo sonriendo pero al ver la cara de su madre dejó de sonreír completamente.

-Hijo! Vamos! Al fin podrás conocer a tu ídolo no?- se metió su padre sonriéndole mientras empezaban a caminar hacia la puerta.

Oliver paró de inmediato.
-Me estáis diciendo de que vosotros conocéis a Steven Anderson, mi ídolo desde siempre y no me lo habéis presentado? Además de traerme a su casa a cenar, sin avisar!? No me he preparado mi guion para hablar con él!- dijo ahora muy nervioso.

-Oliver...- empezó su madre.
-Y para colmo me diréis que también está su hija...- dijo entonces sus padres se miraron entre sí.- Oh genial, estupendo.- terminó por decir con claro sarcasmo.

-Hijo, no somos amigos de Anderson.- empezó a decir su padre.- Tu madre es amiga de la señora Anderson y este año, ya que el señor Anderson estaba aquí ha invitado a varias familias a cenar... vamos, que tenemos que entrar.

Oliver en ese momento estaba a punto de desmayarse. Se lo habían dicho así sin más? Es que no sabían la importancia que tenía conocer a su mayor ídolo?

Iba a conocer a su ídolo. Pero también estaría Lydia, a quien no le caía bien...ella sabrá que Oliver iría?

-Bienvenidos a todos! Me alegra tanto que podáis haber asistido...en dentro de nada empezará el banquete, ahora disfrutar de la fiesta.- dijo una señora que Oliver suponía que era la madre de Lydia.

Santo Merlín.

Se sentó en una mesa del fondo. No sabía que hacer, no había nadie con quien hablar.
-Oliver?- dijo alguien por detrás de este.

-Katie? Que haces aquí?- le dijo más tranquilo. Resultaba que el padre de Katie es amigo del padre de Lydia.

Ambos chicos hablaban mientras que Oliver a la vez intentaba ver tanto a Steven como a Lydia.

-Bien! Antes de empezar demos la bienvenida Steven Anderson!- dijo la señora de antes llamando la atención de todos y provocando que Oliver volviera a girar el cuello con rapidez como la primera vez que vio a Lydia.

Su ídolo estaba bajando las escaleras, y estaba a menos de cinco metros de él, Oliver sentía como todo el cuerpo le temblaba, era normal?

-Oh, muchas gracias a todos, pero a quién le tenéis que dar todo el mérito es a mi maravillosa esposa y mi preciosa hija que está.....ahí, vamos Lydia, ven!- dijo este con una sonrisa.

Si Oliver antes estaba temblando ahora mismo estaba sin respiración. Acaso esa familia lo interrumpió a matar?

La vio bajar atentamente las escaleras y sonrió. Simplemente no pudo evitar sonreír al verla.
-Wow.- soltó se un suspiró a lo que Katie rió.
-Oliver la baba...- se burló está provocando el sonrojo de este.

Lydia por otro lado miró toda la gente que se encontraba ahí, habían chicos y chicas de su edad, más pequeños y grandes...

Pero fue cuando pasó la mirada en Oliver. Estaba sorprendida y confundida...tal vez enfadada? Probablemente.

Lo único que pasaba por la cabeza de la chica era...por qué Oliver se encontraba ahí, además de estar tan atractivo.

Cerró los ojos y pensó, oh universo, por que no podía olvidarse de él? Exacto, no podía. Oliver estaba delante de ella impecable, con un traje que le quedaba estupendo...

-Todos los niños que vengan a sentarse a mi lado! Me gusta tener a la juventud cerca!- dijo si padre con una sonrisa a l o que la chica no pudo avergonzarse mas.

-Deberías sentarte con mi padre, no es tu ídolo?- dijo la chica con indiferencia cuando notó como Oliver estaba a su lado.

-Como sabes que es mi...?- empezó a decir pero ella lo interrumpió.
-Los gemelos.- dijo a lo que Oliver se sonrojó.

Lydia no aguantaba la situación así que se fue fuera dejando al chico solo y hundido en sus pensamientos.

Claro que no se dio cuenta de que su padre los miraba sin decir palabra, era su hija, debía saber quién le habla o no...

-Eh, joven, como te llamas?- le dijo una vez su hija se había ido.

Oh, Oliver no la fastidies se dijo a sí mismo.
-Oliver Wood señor, déjeme decirle que soy su mayor fan.- dijo nervioso y emocionado.

Steven sonrió.
-Oh, pues acércate más, hay un sitio libre aquí.- dijo señalando una silla a su lado.

Katie solo miraba la escena con cautela.
-Esto será muy bueno...- se dijo a sí misma para tomar su bebida.

Ella y los gemelos habían hecho un trato. Juntar a Lydia y Oliver y quién lo hiciera primero se llevaría diez galeones.

Habían demasiadas razones para hacerlo... primera, estaban hechos el uno para el otro, segundo, Oliver estado pensando el Lydia, estaría más feliz así que no entrenaría tan duro al quidditch. Y por último, fastidiar a Alicia.

A Katie le caía muy mal Alicia Spinnet, así que tenía que juntar a esos dos como sea.

Toda la escuela sabe que Oliver y Lydia se gustan, todos saben que terminarán juntos.

Pero si ellos no se daban cuenta de lo que tienen delante, Katie se ofrecía voluntaria a empujarlos y que acaben confesando sus sentimientos mutuamente.

Katie, eres brillante se dijo a sí misma cuando vio como Oliver seguía ha al do con su futuro suegro.

Esta noche puede pasar de todo.

damm pride (Oliver Wood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora